Capítulo 2.

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Capítulo 2.

Antes de salir de casa, tanto Jace como yo nos habíamos despedido de nuestros padres.

Ellos siempre están fuera de casa por motivos de trabajo. Dirigen una multinacional de ropa juvenil muy famosa, y siempre están de aquí para allá montando eventos.

Los primeros años de nuestras vidas, Jace y yo viajábamos con ellos, pero al cumplir los cinco años, contrataron a una nani para que nos cuidara en Sidney.

Sí, yo me llamo Sidney y la ciudad en la que vivo también.

Esto es porque mis padres se conocieron aquí y decidieron que sería una buena idea que nosotros hiciéramos nuestras vidas aquí también.

A nadie le importa.

Estúpida conciencia. Sé que a nadie le importa, pero me hace ilusión contarlo.

Dicho esto, sigamos.

Hablé con Heather sobre la fiesta y, justo como predije, le encantó tener plan para la noche.

Heather es desde siempre mi mejor amiga, ha estado en los buenos y en los malos tiempos, siempre apoyándome y con una sonrisa en la cara.

La verdad es que le debo mucho. Ella y Jace siempre fueron mis mayores apoyos junto con Logan.

Logan es el mejor amigo de mi hermano, y también el mío.

Es de los típicos chicos a los que te da miedo acercarte, pero que cuando lo haces te das cuenta de que en realidad, son geniales.

Logan y yo tuvimos un pequeño romance cuando estábamos en tercero de la ESO, pero nada más empezarlo nos dimos cuenta de que solamente podíamos ser amigos, y desde entonces, estamos más unidos.

Y como siempre, te has enrollado innecesariamente.

Me estás empezando a tocar el papo, conciencia.

Bueno, dicho esto, creo que lo mejor sería continuar con el tema de la fiesta.

Me enteré de que Nate había conseguido sacar a sus padres todo el puente de casa, y que por eso montaba la fiesta, además en su casa había piscina climatizada y había que llevar bañador.

La idea no es que me gustase mucho, pero ya lo teníamos todo hablado, así que no me podía echar atrás.

Además, Heath se pasaría por mi casa sobre las siete para prepararnos juntas, y a ella le encantaba pasearse por mi vestidor buscando el modelito perfecto, por lo que, definitivamente, ya no podía echarme atrás.

Las clases pasaban lentas y aburridas, y en lo que llevábamos de día cuatro chicas de primer curso se habían acercado a mí solo para pedirme el número de mi "hermano buenorro".

¿He dicho ya cuánto odio a los interesados?

Nop.

Bien, pues los odio.

Justo cuando estaba yendo a la clase de matemáticas, vi a mi hermano hablando con un chico, el cual estaba de espaldas a mí, y solo con ver su pelo despeinado y su postura relajada, tuve muy claro quién era.

No fui consciente de que mis piernas se estaban moviendo todo lo rápido que podían hasta que me di cuenta de que iba a saltar sobre él.

-¡Logan!-exclamé y me coloqué como un koala sobre él. Él se había girado al escuchar su nombre por lo que estábamos "cara a cara".

En realidad él tenía la cara hundida en mi cuello y yo en su pelo. En serio, su pelo es súper suave y huele muy bien.

-Muy bien, parejita-dijo Jace molesto-, ya basta.

-Jace, si no te callas la boca te diré lo mismo esta noche cuando estés con tu chica.

Logan rió y me bajo para empezar a toquetearme el pelo.

-¿Sabéis qué?-dijo él-os he echado de menos.

Jace y yo nos echamos una mirada preocupada. Sabíamos a qué había venido ese comentario.

Logan había estado desaparecido desde la semana pasada hasta hoy por motivos que Jace sabía pero que a mí no me quería contar.

Ya te he dicho que tengas cuidado, puede ser un mafioso.

Obviamente Logan no es un mafioso.

Es un chico muy cariñoso y atento, los mafiosos son unos capullos en potencia.

Claro, como conoces a tantos mafiosos y tal...

Cállate, maldita.

Soy tu subconsciente, no me callaré nunca. Pero te dejaré tranquila durante un rato. No te acostumbres.

Entramos a clase y nos sentamos en nuestros sitios, segundos después tocó el timbre y el profesor entró por la puerta.

-Buenos días. Comenzaré a pasar lista.-El profesor se subió las gafas y se sentó en la mesa mientras sacaba la lista.

Fue diciendo los nombres de mis compañeros hasta llegar a mi hermano y a mí.

-Jonathan y Sidney Cox-hizo una pausa antes de seguir-, por lo que veo, su amigo Logan Graham se ha dignado a aparecer.

Jace se tensó en el asiento que estaba a mi lado y noté que Logan se revolvía en el asiento de atrás.

-Sí-le respondió Logan-, pero no se haga ilusiones, no le he echado de menos.

Esa no era una respuesta muy típica de Logan, no solía faltar el respeto a nadie, por muy mal que le callera.

El profesor también se sorprendió, pero no dijo nada, y cuando terminó de pasar lista, se puso a dar clase como si nada hubiese pasado.

La clase pasó lenta y aburrida, y una vez que el timbre tocó indicando que las clases habían finalizado, Logan salió rápidamente del aula.

Fruncí el ceño. Su comportamiento en clase había sido raro en él, y después había salido pitando del aula sin siquiera esperar a Jace.

-No te preocupes, Sid-me dijo Jace- solo está cansado, esta noche es importante para él y tiene que descansar para estar bien.

Asentí, aunque tenía muchas más preguntas ahora.

-En serio, enana, esta noche te lo explicará todo. Incluso tendrás una descripción gráfica.

Hice una mueca y le dije a Jace que me esperara en la puerta de la salida antes de irme a buscar a Heather.

La encontré en la puerta del laboratorio de biología.

-Hola, Heath, necesito contarte algo.

Le conté lo de Logan y lo que me había dicho Jace, ella siempre sabía qué hacer en esos casos en los que yo estaba preocupada.

-Tía, no te preocupes. Si Jace ha dicho que Logan te lo dirá es porque lo va a hacer. No merece la pena que te preocupes por eso. De todas formas, ya sabes cómo es Logan, cuando tiene un mal día, está irritante, y el profesor de matemáticas es un poco gilipollas, así que pasa de todo eso, esta noche tenemos una fiesta y tenemos que estar a la altura. Intenta echarte la siesta, ¿vale? Sé que va a ser difícil con tu gata dando berridos por ahí y tal, pero así por lo menos no piensas en nada.

-Vale, gracias Heather. No sé qué haría sin ti, en serio.- Le sonreí y nos dimos un abrazo antes de que nos fuéramos cada una por nuestro camino.

Me dirigí hacia la salida que llevaba al aparcamiento, donde Jace me esperaba encima de la moto, me di cuenta de que detrás de él estaba Logan apoyado en la suya, con el casco en la mano.

Le dediqué una pequeña sonrisa y él me respondió igual.

Monté en la moto con Jace y me pasó mi casco mientras él se ponía el suyo.

Arrancaron las motos y yo me agarré fuerte a Jace, segundos después, el viento me sacudía con fuerza el pelo que quedaba fuera del casco, y poco a poco me fui relajando hasta soltar prácticamente a Jace sujetándome únicamente con las piernas.

Extendí los brazos a los lados y el viento me empujó la cabeza para atrás.

Simplemente, me dejé llevar.

Etéreo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora