Capítulo 21.
-¿Qué?-Pregunté, pero me ignoraron.
-No será difícil-Dijo Jules.-. Pero, ¿de qué servirá?
-Para nada.-Contesté yo.
-Mentira. Si mamá y papá ven que estáis enamorados el uno del otro tal vez se olviden de Chase.-Dijo Jace.
-Pero quién cojones es Chase.-Dijo Jules frustrado.
-Según mis padres es el marido perfecto para Sid; buena familia, buenos modales, cara bonita... Pero para mí es un mierdas. Hace tiempo escuché que él también estaba metido en peleas ilegales, y por lo que oí, es bastante bueno, pero hay que verlo. Tiene una obsesión insana con mi hermana, de verdad, está loco.-Explicó Jace.
-Entonces, quieres que me haga pasar por el novio de tu hermana para que tus padres dejen de intentar juntarla con él, ¿no?-Dijo señalándome.
-Sí.-Afirmó mi hermano.
Suspiré.-No va a funcionar, Jace.-Dije.
-Quién sabe. Si actuáis como una verdadera pareja, funcionará.
Miré a Jules quien me estaba mirando y asintió.
-Se hará lo que se pueda.-Dijo y se levantó del sofá para ir hacia mí. Extendió su mano delante de la mía y yo se la cogí.
-¿Lista para la acción?-Preguntó con una sonrisa en los labios.
Me levanté aún con nuestras manos unidas y le respondí-Lo estoy si tú lo estás.
-Bien chicos, ya podéis separaros.-Dijo Jace. No me había dado cuenta de que estábamos tan juntos que nuestras narices se rozaban.
Jules dio un paso hacia atrás sin separar nuestras manos.
-Vale, nos vemos a las cuatro en punto en el aeropuerto, ¿de acuerdo?
Asentimos y Jace se fue después de darme un abrazo de dedicarle una mirada extraña a Jules, quien se encogió de hombros en el mismo instante en el que sus ojos se encontraron.
Marie nos llamó diciendo que la comida estaba lista, así que comimos en un abrir y cerrar de ojos y volvimos al salón para ver una película.
Decidimos ver una comedia, porque bueno, gustan a todo el mundo.
Miré la hora, eran las tres y media.
-Jules, creo que tenemos que ir a cambiarnos.
-¿Por qué? Si estamos vestidos.
-Lo sé, pero conociendo a mis padres, querrán hacer una cena familiar.
-Joder, qué pereza.-Se quejó él.-Mira, hacemos una cosa. Vamos al aeropuerto tal y como estamos, y si como dices, tus padres deciden hacer una cena familiar, venimos y nos cambiamos. ¿Te parece bien?
-De acuerdo.-Dije rodando los ojos.-Pero vámonos ya, Jace odia la impuntualidad.
-No os parecéis en nada. Tú llegas tarde a todas partes.-Dijo con burla.
-Idiota.-Mascullé por lo bajo, pero él me oyó.
-Parece que quieres otro baño en la piscina.-Dijo amenazante.
-Nononono.-Dije con miedo y él me sonrió.
-Vamos anda, coge los cascos.-Dijo acariciándome la mejilla con ternura.
Cogí los cascos de moto que estaban en la mesa de la entrada y salí junto a él. Nos los pusimos y montamos en la Harley.
Me agarré con fuerza a su cintura mientras él arrancaba el motor y ponía rumbo al aeropuerto.