Capítulo 25.

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Capítulo 25.

El funeral fue tristemente precioso y emotivo. Intenté no llorar, pero me fue imposible no hacerlo cuando su padre, Louis Graham, nos sorprendió a todos hablando de su hijo.

Él y Logan no tenían buena relación, por eso nos sorprendió. Pero lo que dijo fue realmente bonito. Hizo que todos los que le conocíamos recordásemos todo lo que Logan había hecho por nosotros, los buenos momentos vividos y lo que, por desgracia, no podríamos vivir.

En ese momento, Heather, Jace, Jules y yo nos encontrábamos a la salida del cementerio aún con lágrimas en los ojos, cuando un chico al que llevaba sin ver días, y, al cual no quería ver ni en pintura, se acercó a nosotros.

-Lo shiento musho prinshesha.-Dijo Chase acercándose a nosotros. Apestaba a alcohol y a maría.

-Pírate, Chase.-Dijo Heather apartándose mientras se tapaba la nariz debido al hedor que desprendía.

Yo no dije nada, estaba a cuadros.

-¿Cómo tienes la poca vergüenza de presentarte aquí borracho y drogado?-Escupió Jules leyéndome la mente.

Chase le miró con asco y se acercó a mí.

Intentó poner su mano en mi cara, pero me aparté.

-No me toques.-Susurré con asco.

Chase no me hizo caso y volvió a intentar acercarse a mí, pero Jace me empujó contra sí mismo a modo protector y Jules le empujó con furia apartándolo de nosotros.

-Te ha dicho que no la toques, ¿no la has oído?-Le repitió mi no-novio.

Chase le miró desafiante y volvió a dirigirse hacia mí a pesar de que estaba atrapada en los brazos de mi hermano.

Heather se puso delante de nosotros para que no pasara, pero Chase la empujó apartándola de su camino.

-No des ni un puto paso más.-Dijo mi hermano amenazante.

Miré por encima del hombro de Chase a Jules, quien tenía los puños apretados y la mandíbula tensa.

Chase volvió a caminar hacia nosotros, pero antes de que se acercara un paso, Jules tiró de él hacia atrás.

-¿Pretendes protegerla?-Dijo Chase con burla.- ¿Tú?

El pecho de Jules subía y bajaba rápidamente. Chase le estaba provocando.

-Jules, no le hagas caso.-Dije intentando que se calmara.

-No le hagas caso.-Me imitó Chase.- ¿Ahora te dejas dominar? Vaya. Me dijeron que eras la Fiera de Sídney. Pero ahora veo que es verdad, eres la mascota de Sid. ¿O es al revés? Ya sabes, por lo que dicen es una perr...-No terminó esa frase porque Jules se tiró encima de él y comenzó a darle puñetazos.

Intenté soltarme del agarre de Jace, pero Heather también me agarró intentando tranquilizarme puesto que estaba chillando que le dejara.

Nunca había visto a Jules así.

Había visto peleas suyas, peo nunca se había puesto tan furioso ni tan agresivo.

Jules continuaba pegándole puñetazos mientras que Chase sonreía como un psicópata.

Conseguí librarme de los agarres de Jace y Heather, pero no me atreví a separar a Jules de Chase.

Tenía miedo.

Jules se había transformado en algo que no me gustaba. Como cuando peleó contra Logan, pero esa vez no estaba ni tan enfadado ni tan agresivo.

Sus puños impactaban una y otra vez contra el cuerpo casi inerte de Chase, y al ver que este estaba casi al borde del desmayo -puede que incluso muerte- algo en mí se accionó.

-¡Jules, para!-Grité con voz firme, pero él no me hizo caso.-Jules, le vas a matar, ¡basta!-Dije y me acerqué a él cogiéndole del brazo tirando con fuerza de él.

Jules me miró a los ojos. Tenía las pupilas extremadamente dilatadas que reflejaban furia y su pecho subía y bajaba rápidamente.

Poco a poco, su respiración fue volviendo a la normalidad y sus ojos volvían a ser esos que tanto me encantaban y cautivaban.

-Yo...-Dijo. Sabía que quería disculparse, pero que no encontraba las palabras.-No... no sé qué... qué me ha pasado. En serio no...-Me puse de puntillas y rodeé su cuello con mis brazos dejando que mi mano derecha se apoyara en su nuca. Él rodeó mi cintura con sus brazos y dejó su cabeza caer en mi hombro tras una leve exhalación.

Sabía que había perdido el control, pero eso no era excusa para casi matar a Chase.

Me separé de él y le dirigí una mirada incriminatoria para que supiera que no me había gustado nada su reacción.

Él me miró apenado y volvió su cabeza hacia Chase, quien seguía tirado en el suelo y estaba siendo ayudado por Heather y Jace, que estaba llamando a la ambulancia.

Una vez que la ambulancia llegó y se llevó a Chase al hospital, nosotros nos fuimos a casa.

Ninguno dijo nada en el camino de regreso. Sabía que Jules no se arrepentía de haber pegado a Chase, pero sí lo hacía de haberlo hecho delante de nosotros.

La mañana pasó y la tarde llegó. Jules estaba en el salón mientras que yo estaba en mi habitación ordenando el armario cuando escuché que llamaban al timbre.

Bajé para ver quién era, y me encontré con Jules saludando a Jace y a Heather, quien tenía cara de preocupación.

-Volvemos a estar jodidos.-Soltó mi hermano una vez que se sentó en el sofá del salón.

-Chase quiere pelear contra ti en el ring, Jules.-Dijo mi mejor amiga antes de tomarme de la mano y llevarme escaleras arriba a toda prisa dejando a los chicos en el salón hablando del futuro combate.

Una vez que estuvimos en mi habitación, Heather habló.

-Ya me estás contando qué coño te pasa con Williams, porque eso de que "solo estás fingiendo" no se lo cree ni Perry, guapa.-Dijo de sopetón.

-No me pasa nada, Heath, solo estamos aparentando ser pareja.

-Ya. Un cojón de mono. Te conozco, Sid, sé cuándo mientes, y ahora, cariño, lo estás haciendo.-Se cruzó de brazos y levantó una ceja acusatoriamente.

Suspiré.

-Heather, no me pasa nad...-Me cortó.

-Que no me cuentes milongas, Sídney. Que a ti ese chico te gusta.-Dijo intentando reprimir una sonrisa.

Me senté en la cama y me pasé las manos por la cara.

-Tal vez...-Bufé irritada.-A lo mejor me gusta un poco.-Dije finalmente.

-¡Lo sabía!-Chilló Heather emocionada.

-Pero solo un poco. Un poquitito de nada.-Dije apretándome los mofletes para intentar disimular la rojez que se había formado en ellos.

-Claro que sí, un poquito de nada.-Dijo con burla.-Venga, cámbiate. Necesito ir de compras con mi mejor amiga para que me cuente todo lo que ha pasado desde que se mudó a esta casa.-Emocionada, salió de la habitación para darme tiempo y que pudiera cambiarme, a pesar de que ya nos habíamos visto todo lo que había que ver.

La confianza, lo que hace.

-Tienes cinco minutos.-Dijo asomando la cabeza por la puerta haciendo que soltara una risotada.

Sin duda, Heather nunca cambiaría.


***

Perdón por haber tardado tanto en subir, pero es que no tenía tiempo, y eso sumado a que ya no votáis tanto como antes, hizo que se me quitaran las ganas :(

Pero bueno, da igual.

Espero que os haya gustado, y espero actualizar pronto.

Os quiero.

Etéreo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora