Capítulo 16.
El viernes llegó enseguida, en el instituto los estudiantes solo hablaban de las peleas clandestinas -que se celebraban los sábados- y de carreras ilegales a las que probablemente irían.
Por mi parte, tenía pensado quedar con mi hermano, con Heather y con Logan (si este se dignaba a aparecer, claro está) esta tarde. No había podido hablar con ellos esta semana porque había estado demasiado ocupada instalándome e integrándome.
Al salir de clase fui con Dylan y Jules, quienes me esperaban en el lugar en el que aparcaban sus motos, subí con Jules y emprendimos el trayecto hasta casa sin mediar palabra.
Desde el casi-beso en el sofá, Jules se había distanciado de mí. Salía de casa por la noche y llegaba a altas horas de la madrugada oliendo a perfume de mujer y a whisky. Dormía como mucho dos horas, y se saltaba la mayoría de sus clases.
Por suerte estaba Dylan, él se había tomado la molestia de ayudarme a encontrar mi lugar en el instituto junto con Julieth.
Esa chica es realmente maja. Compartimos mesa en la cafetería, porque tal y como están las cosas con el idiota de Jules, cualquiera va y se sienta con él y sus amigos.
Llegamos a casa y subí hasta "mi" habitación dejando a Williams en el salón, cogí mi móvil y llamé a Jace, quien, al tercer tono, lo cogió.
-Hola pequeñaja, ¿qué tal?-Me saludó alegre y una sonrisa tonta se formó en mis labios.
-Bueno, bien. No me puedo quejar, ¿tú cómo estás?-Respondí.
-Bien. Por cierto, ayer llamaron mamá y papá. Dijeron que estarían aquí en dos semanas.
-Oh, vale. Supongo que podré ir a verles.-Dije sin ganas.-Bueno, a lo que iba. ¿Te apetece ir a coger algunas olas? Hace un tiempo estupendo para ir a surfear.
-No sé, Sid. Estamos en noviembre. El tiempo puede cambiar en cualquier momento
-Vaya, ¿es que ahora eres meteorólogo? Vamos Jace, me apetece desconectar de todo esto.-Le rogué. Un suspiro se escuchó desde la otra línea.
-Está bien.-Dijo con tono cansado.-A las seis en Coogee Beach, te llevo la tabla.-Estaba por decirle que avisara a Heather y a Logan, pero no me dejó hablar.- Yo aviso a Heather, no te preocupes. Logan está desaparecido otra vez.-Terminó la llamada y miré la hora, iban a ser las cinco.
Fui al armario a buscar un biquini y un neopreno para no pasar frío al salir y entrar al agua constantemente.
Me puse el biquini y encima me puse la ropa que había tenido antes. Guardé el neopreno, ropa interior para cambiarme y una toalla de playa en una mochila y me tumbé en la cama para esperar a que llegasen al menos las cinco y media.
Me metí en Instagram y empecé a ver las historias de la gente a la que seguía hasta que me llegó una notificación.
@dylanand_ ha comenzado a seguirte.
Me metí en su perfil y al ver que era el Dylan que yo conocía, le empecé a seguir también.
Empecé a cotillear sus fotos para ver si había algo interesante, pero no había nada lo suficientemente salseante para mi insano cerebro.
Todo eran comentarios de chicas tipo "hazme cinco hijos", "cásate conmigo", "qué bueno estás", e infinidad de cochinadas del estilo.
Miré la hora, las seis menos veinticinco.
Mierda, si no me daba prisa llegaría tarde, y Jace odiaba la impuntualidad.
Bajé a la planta de abajo, pero escuché unos ruidos demasiado extraños y repugnantes, así que me acerqué a la puerta del salón y creedme si os digo que lo que vi me dejó traumada para toda la vida.
Jules estaba sentado en el sofá con una chica sobre él lanzando gemidos como una loca.
En verdad me la sudaba que se estuviera follando a una tía, lo que me jodió realmente fue que lo estaba haciendo en el sofá en el que casi nos besamos.
Probablemente el imbécil de Jules se pensó que era igual a las demás y por eso quiso besarme, para follar conmigo y después dejarme tirada como a un trapo sucio. Pero no, querido Williams.
Yo soy Sídney Cox, y a mí nadie me trata como a "una más".
