Capitulo 25.

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Fuera del cristal estaba lloviendo estrepitosamente, Gerard miraba por la ventana, observando las pequeñas gotas estrellarse contra el pavimento. Su cabeza estaba dividida en dos, Frank y Anthony Iero; tan iguales pero al mismo tiempo tan diferentes.

De fondo podía escuchar a Raymond reír junto con el celular, hablaba con Christa y sonaba tan feliz y tranquilo, mientras que Gerard, él estaba a nada de volverse loco. Porque le importaba mucho la situación de Frank y le había jurado salvarlo, porque se sentía culpable, porque lo quería mucho.

Bufó, provocando que la ventana se empañara y a través de esta noto a un chico pasar frente a la casa, ¿quién andaría por las calles con esta lluvia? Miro a sus espaldas, Ray ni siquiera le prestaba atención. Decidido, salió de la casa para seguir al chico. Se puso la capucha de su sudadera y corrió unos cuantos metros.

"¡Anthony!" grito, llamando con éxito su atención. El castaño paró en seco y se giró para observarlo. Lucia tierno con sus largos cabellos ocultando parte de su rostro y con su linda nariz de bolita adquiriendo un tono rosado.

"¿Gerard?" cuestionó apartando el cabello para verlo mejor, sin dudas era el. No espero más y se acercó a paso rápido.

"Anthony, que haces aqu-" callo cuando el más pequeño lo rodeo con sus brazos y descanso su cabeza en su pecho.

"Me lo contó todo Gerard, ella lo vendió" confesó, abrazando al pelinegro con más fuerza sin importarle que estaban en la calle en medio de la lluvia.

Él esmeralda suspiro y le regresó con la misma fuerza el abrazo. Si, había cientas de gotas caer en esos momentos, pero Gerard sabía que Anthony estaba llorando, notaba como temblaba entre sus brazos y como se ahogaba en su propio sollozo.

"No puedo creer que ese monstruo se haga llamar madre"

El pelinegro beso su cabeza y le sonrió cálidamente.

"Ven, vamos a casa, no quiero que pesques un resfriado" Anthony asintió, limpiando su cara e intentando regresarle la sonrisa. Gerard lo tomo de la mano y comenzaron a caminar los metros restantes, ¿por qué había hecho eso sí apenas y se conocía? porque había algo en el, sentía como si se conocieran desde hace muchísimo tiempo.

Seguro era porque lo relacionaba con Frank, pero entonces, ¿también sentiría con Anthony, lo mismo que sentía por Frank? ¿su corazón sabría diferenciar que son dos personas distintas?

No quiso pensar en eso e ingresaron a la casa, chorreando y mojando el piso de madera de la residencia de los Toro.

"¿¡Qué mierda!?" exclamo el de afro, observando a ambos chicos. Al parecer, ya había finalizado su llamada con Christa.

"Lo traje a casa, espero que no te moleste" musitó el pelinegro y le sonrió infantilmente.

"No me refería a eso, ¡mi piso!" dijo el Raymond dramáticamente.

Anthony bufó a su lado, "Ven, vamos a ponernos algo seco" murmuró Way y ambos caminaron hasta las habitaciones.

Ya ahí, tomaron algunas prendas que Gerard traía con sigo, "yo iré al baño a cambiarme y tú puedes quedarte aquí, cuando estés listo me avisas y entro"

El castaño asintió y cada quien fue a cambiarse. Después de unos minutos Gerard tocó a la habitación y pasó. Iero estaba metido entre las sábanas de su cama, con la nariz aún rosada, "espero no te moleste"

"Claro que no" musitó "ahora sí, cuéntame que pasó" Gerard comenzó a gatear hasta Anthony y se sentó con las piernas cruzadas junto a él.

"Le mostré toda las evidencias que tenía, quiso mentirme pero era más que obvio que no podría. Luego me contó que no sabía que iba a tener gemelos, que cuando nacimos Frank era muy molesto y que lo vendió por unos cuantos dólares" explicó.

"¿Así nomás?" las delineadas cejas del pelinegro se elevaron "¿acaso crees que se iba a deshacer de su propio hijo solo porque era molesto? ¡todos los bebés lo son!"

"¿Supones que me sigue mintiendo?"

"Estoy seguro de que lo hace, te está contando la mitad a medias..." el esmeralda dijo y se acostó, acomodándose junto a Anthony. Aquella cercaría le hacía sentir cosas extrañas, nunca había pasado algo así con Frank, porque este último era demasiado tímido y tampoco le gustaba interactuar con los demás.

Así de cerca, ambos se acostaron de lado para quedar cara a cara. Gerard le presto mucha atención a su rostro, miro sus cejas, su nariz, sus perforaciones, sus labios y por último se perdió en los ojos ajenos, tal vez duro horas observándolos y notando las diferentes tonalidades.

"Yo solo quiero encontrar a mi hermano, ¿sabes? muchas cosas cuadran ahora, en ocasiones me sentí adolorido o cosas así, supongo que es algo de gemelos" murmuró.

"Tal vez, pero lo vamos a encontrar y ambos estarán a salvo, ahora tenemos que investigar qué haremos con Linda Iero"

Anthony asintió y le sonrió a medias. Sin saber porque, Gerard se acercó a él y lo abrazo. Se quedaron en silencio, sus respiraciones se volvieron lentas y ambos cayeron en un profundo sueño.

Hard; frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora