El corazón de Yoon estaba a un velocidad impresionante, sentía que se le saldría por el pecho y moriría allí mismo pero eso no sucedió. Aquel chico le había llamado tanto la atención que sentía la curiosidad en su pecho, debía acercarse a él y conocerlo. Yoon estaba en un mundo diferente cuando vio a aquel chico caminar frente a ella, estaba boba pero no todo fue de color de rosa cuando una mano tomó su brazo y la jaló hacia un lado, esa era Hyuna.
—¿Que estabas haciendo allí? Debías estar conmigo.— dijo Hyuna mientras caminaba hacia más adelante que es donde estaba sucediendo algo.
Al llegar estaba E'Dawn apoyado en la pared observando lo que sucedía allá al frente.
Dos chicos serios se pusieron en medio del circulo, las características de estos chicos no eran tan terribles como se les imaginó Yoon. Uno de ellos era un chico pálido y con cabello oscuro, su físico es magnífico y bastante guapo, el otro era uno un poco más alto, con cabello de un color morado y con una venda negra en su frente, sus ojos eran más pequeños pero él daba más miedo. Todos los demás estaban rodeándolos. Ambos se miraban serios y un tanto desafiantes, uno levantó su muñeca y el otro también lo hizo.
Llegó un chico pálido y fuerte, con sus manos ató ambas muñecas de los dos chicos y con sus otras manos sacaron un objeto un poco pequeño a primera vista pero después de presionar un pequeño botón, esto se convertía en unas navajas.
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—Oh Dios...— susurró Yoon.
—Tranquila, lo hacen todo el tiempo. Es un tipo de juego aquí.— respondió Hyuna a su lado.
—¿Y quienes son ellos?— dijo Yoon.
—El guapo de cabello oscuro se llama Suho, el líber de una de la pandillas más reconocidas de la ciudad. Es fuerte y decidido, nadie ha podido vencerlo en este tipo de batallas, él realmente es genial.— respondió.
—¿Y el otro?— Yoon subió la cabeza para mirar más hacia adelante.
—Él es Rap Monster, hace poco salió de la cárcel y también es el líder de una de las pandillas de aquí. Rapea increíble aunque sus letras tienden a ser un poco frías y llegan a dolerte si no era lo que esperabas. — respondió.
—¿Y quien era el que ató las manos de ambos?— preguntó Yoon.
—¡Oh! Ese es Jooheon.— respondió. —Es parte de una pandilla y se está volviendo más y más reconocidos, tanto como el de Suho.—
Yoon abrió los ojos un poco asustada al ver lo que tenían en las manos de los chicos.
Ellos se separaron un poco y apuntaron con sus armas, estaba apunto de comenzar una batalla. Ambos se movían para lastimar al otro, con las armas en sus manos intentaban atravesar el pecho del otro pero gracias a su agilidad pudo esquivar cada intento de apuñalada. Con las muñecas amarradas con la otra se les hacía más difícil defenderse pero lo que sabia ellos es que alguno ganaría.
