—No puedo creer que estamos haciendo esto.— JongIn maldijo mientras bajaba la cabeza frustrado apoyándose en el mango del carrito de supermercado y se llevó una pequeña palmada en la cara de parte de la mano del bebé quien estaba sentado frente a él.
—Estamos haciendo esto porque Yoon nos amenazó con lanzar al mar toda nuestra hierva.— respondió Sehun concentrado eligiendo una lata de duraznos endulzados.
—Y con cortar y vender nuestras bolas.— completó JongIn rascándose el cuello un poco incómodo al imaginarse tal escena.
—Así es.— respondió Sehun. —Además, Minseok nos miró con esos ojos que... Ah, son aterradores.— Sehun se estremeció despues de dejar la lata de duraznos en el carrito.
—¡Agh!— grupo JongIn levantándose. —Parecemos una pareja homosexual que adoptó un bebé.— susurró con molestia.
—Si ese fuera el caso, te estuviera comiendo a besos, guapo.— respondió Sehun tocándole la barbilla y JongIn con asco se alejó. —Solo bromeo. Vamos, por aquí están los productos que necesito.—
JongIn resopló y se volvió a apoyar en el carrito totalmente amargado.
Comenzaron a caminar por los amplios pasillos del supermercado. Definitivamente hoy era el peor día de la pandilla, el supermercado estaba repleto y eso para ellos era humillante. JongIn mientras miraba todo con desinterés y molestia a la vez, iba detrás de Sehun y le seguía con el carrito.
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Miró hacia su izquierda y notó que una chica estaba del otro lado anaquel tomando unas cuentas cosas.
—¡Sehun, Sehun!— susurró JongIn mientras golpeaba el brazo del chico.
—¡Ah! ¿que pasa?— volteó adolorido.
—¡Mira la chica de allá!— señaló a la chica y coño, inmediatamente la chica se comenzó a dirigir hacia ellos, dejando ver todo su enormes y operados pechos.
Ambos chicos comenzaron a golpearse las manos sin apartar la mirada en la chica más tetona del supermercado.
—¡Y-Yo le meto y no mano!— dijo Sehun remojándose los labios.
—¡Oh no, amigo! Yo seré el primero.— respondió JongIn y sus ojos se abrieron cuando notó como la chica les sonrió y comenzó a caminar hacia ellos.
—¿Q-Q-Que está haciendo? ¿se está acercando... hacia nosotros?— preguntó Sehun sin poder creerlo.
—No sé que está haciendo, pero...— JongIn fue interrumpido.
—¿Es suyo?— preguntó la chica son una amplia sonrisa dejando a los chicos totalmente atontados.
Ninguno respondió quedando embobados por la belleza de la chica. Hasta que Sehun golpeó el hombro de JongIn despertándolo y la chica rió.
