Sería diferente

«Capítulo 8»

Vegeta

—¿Ahora me dirás por qué iniciaste una pelea con alguien que pudo asesinarte?

Giro mi mirada hacia otro lado, ignorando a la peliazul que Krillin trajo en cuanto las cosas se salieron de control.

Y con salirse de control me refiero a que el estúpido estuvo a punto de morir en mis manos después de que asesinara a su hermano.

Sí, asesinó a su hermano. Éste quiso entrometerse en nuestra pelea y Kakarotto enfureció, dijo tonterías como que Raditz era un traidor, algo sobre el tal Freezer y lo aniquiló con una ráfaga de energía ante mis ojos y los de Milk que nos seguía de cerca, no estoy seguro si preocupada por mí o por el gusano.

A final de cuentas todos salimos gravemente heridos y las semillas no llegarán hasta dentro de unos días. Me repugna el hecho de saber que Milk fue tomada, pude haberlo hecho yo si ella hubiera querido, y aun así me siento asqueado. Es algo que jamás se lo perdonaré a ese imbécil.

—¿Ya terminaste la nave? —Le pregunto a Bulma con impaciencia, entre más rápido se vaya ese saiyan mejor.

Supira.

—Sí, mañana a esta hora tendrá el combustible para irse, pero no el suficiente para regresar.

—Bien.

Me levanto con cierta pesadez y decido salir del castillo.

—Vegeta —Me llama.

—¿Qué quieres?

Coloca sus manos en sus caderas y me mira, muerde su labio inferior. Es genial verla asustada, tanto tiempo y sigue temiendo a que pueda hacerle algo.

—¿No piensas ir con el saiyan?

Mi cuerpo se tensa. Debo admitirlo, hace buenas preguntas.

—Sólo piénsalo, podrías conocer a tus padres...

—No necesito a nadie, no me interesa.

No soy como ellos. Si van a ser aniquilados por alguien mucho más poderoso, bien, es su problema. Si son una raza guerrera no me necesitan, y no son lo sfuciente fuertes como dicen.

Aunque por otro lado, suena bastante interesante pelear con ese Freezer. Sólo quiero que ya se largue, y Bulma también.

Milk

—¿Nos dirás por qué comenzaron a pelear? —Dice Krillin.

Miro de reojo a Piccolo quien venda mis moretones. No se molesta en dirigirme la vista, aunque sé que sabe.

—Sólo estaban entrenando supongo —Miento.

—No sabes mentir Milk —Krillin coloca su cabeza en las palmas de sus manos— En cualquier caso mañana se va y volveremos a tener paz.

Abro los ojos sorprendida.

—¿Mañana se va?

—¿No te lo dijo Bulma? La nave ya está terminada.

Asiento y pido que salgan de mi habitación. Me dejan sola.