«Capítulo 15»

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Kakarotto

He madrugado si se le puede llamar así, porque en este lugar sólo se pueden ver las jodidas estrellas. Estoy harto de verlas, de este lugar, ansío llegar ya a mi planeta y acabar con Freezer.

Lanzo golpes al aire al igual que esferas de energía que voy creando, mi cuerpo suda en extremo, he aumentado la gravedad aquí y he hecho algunos ejercicios.

Mierda, me siento terrible. Entreno pero no doy el 100%, termino por apagar la gravedad y sentarme en el suelo. Limpio mi frente con el brazo y escucho golpes en la puerta. ¿Desde cuándo han estado llamando?
Pero no abro. Simplemente la puerta se abre por sí sola y la mujer entra con una bandeja en sus manos.

Enseguida me pongo de pie y la miro aproximándose con una sonrisa. Algo aquí apesta, su comida huele deliciosa pero ella no tanto, todo lo que le había dejado desapareció en una sola noche, ¿cuándo y a qué momento?
No puedo responderme esto. Simplemente ni siquiera sé en qué me afecta.

—Te traje el desayuno —Dice mientras levanta ligeramente las manos. Usa su vestido  reservado y largo que siempre lleva. Le oculta todo— No tuve noción de cuándo despertaste así que...

—Déjala ahí —La interrumpo.

Un poco desconcertada asiente y deja la bandeja a un lado. En una mesa cerca de los controles para la cámara.

—Así que —Se pone de puntillas y se agarra las manos— ¿Cuál será el entrenamiento de hoy?

—Ninguno —Su sonrisa se borra enseguida.

—Pero...

— Te dije el otro día que ya no tengo nada qué enseñarte.

Me detengo junto a ella. Inhalo. Su fragancia se perdió. Sigo caminando, abro la puerta y me dirijo a mi cuarto. En ese momento noto a Vegeta caminando en mi dirección y a la de pelo azul un poco por detrás.

Entro y cierro. Suficiente de entrenar.
Abro la regadera, me desvisto aquí mismo.

Mi pene sale liberado. Está erguido, maldición.

El glande sigue enrojecido por la acción de ayer. Decido masturbarme pero termino por desistir de esa idea, quiero que se mantenga intacta la sensación de la estrechez de la mujer. Sueno estúpido diciendo esto.

Salgo tirándome a la cama. Me aseguro de que la puerta tenga el cerrojo, no quiero molestias.
Vuelvo a dormir.

Milk

Ha pasado una semana. Las cosas siguen igual.

Kakarotto despierta y entrena solo. Vegeta entrena después de él. Bulma me invitó a una de sus cenas la otra noche, comimos en silencio, mayormente platicó sobre sus planes cuando lleguemos a Vejîta, se lo toma como si estuviésemos yendo a un sitio turístico y no precisamente a un campo de batalla, pese a que lo tiene muy claro. Platico con Vegeta antes de irnos a dormir pero siento una opresión en el pecho ante cada rechazo de Kakarotto.

Todo desde esa noche en la que Vegeta y yo estuvimos juntos.
Ese día él me contó todo lo que Kakarotto le dijo aquella vez que entrenaron juntos. No sé qué pensar respecto a esto.

Sin embargo todo cambiará hoy, o al menos eso presiento. Y no sé si será un cambio para bien o para mal.

Bulma avisó hace poco, en una hora aproximadamente entraremos a la atmósfera de Vejîta. Me dirijo a la entrada principal de la nave. Ahí están esperando Vegeta y Bulma.
Las únicas palabras que le he oído a Kakarotto decir de sus labios fue cuando Bulma le preguntó cómo debíamos descender.

Sería diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora