Mi camino ninja (Corrigiendo Y Editando)

capitulo 34

­­Capítulo 34

Unos pequeños rayos de luz se colaban por la ventana de la rubia, ella solo se giró para ver el reloj sobre el buró:- las 6 de la mañana y no he podido pegar el ojo en toda la noche.- se dijo a si misma llevándose la almohada al rostro y pegando un grito ahogado de frustración. Se levantó con pesadez de la cama y se dirigió al baño miro su rostro en el espejo antes de entrar en la ducha. Se quitó la sudadera y dirigió su mirada a su pecho, toco con las yemas de sus dedos la zona donde Sasuke la había atravesado: - Como siempre no hay ni una pequeña cicatriz.- se dijo para sí misma sin esperar ninguna respuesta. Una voz en su interior la hizo estremecer.

- Mientras yo este sellado dentro de ti mi chakra siempre te curara ya que si tú mueres yo muero.- dijo el Kyubi.

- Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi ¿cómo has estado?- dijo la rubia mientras se acercaba a la jaula, el kyubi al ver que ella tenía la intención de entrar dentro de su prisión trato de ahuyentarla lanzando un fuerte gruñido pero no pareció hacer efecto en la rubia. Nuevamente se acercó hasta la celda y llevo su mano hasta el hocico del zorro que la miraba furioso.- déjame ser tu amiga. No es bueno para ti el estar aislándote además tu empezaste la conversación y es tu deber terminar con ella.- dijo mientras acariciaba el hocico del zorro. El kyubi poco a poco iba sucumbiendo ante las caricias de la rubia.

- Odio tener que utilizar mi poder cada vez que sales mal herida es por ello que te ordeno que dejes de ser imprudente.- dijo el zorro con un leve sonrojo mientras se iba alejando dándole la espalda. Narumi miro confundida a su inquilino antes de volver a la realidad.

Ese día iba a ser histórico ya que sería la ceremonia del nombramiento del nuevo hokage por lo estaba obligada a asistir para ayudar con los preparativos. Se dio una ducha rápida con agua fría para poder estar despierta todo el día tenía muchas cosas que hacer una de ellas, la más importante, era contactar a su amigo de infancia. Lo segundo que debía hacer era ir a la morgue y pedir los restos de Haku para trasladarlos hasta Nami no Kuni y enterrarlos junto con Zabuza para ello pidió que sus restos fueran incinerados, una de las razones por lo que lo pidió es porque no quería que nadie profanara su cuerpo para adquirir información o que lo utilizaran como conejillo de indias. Narumi revolvió su cabeza en señal de frustración recordando que aún no podía salir de la aldea sin permiso de la hokage, tenía que hablar con ella en cuanto finalizara la ceremonia por lo que dejo de perder el tiempo y entro a la ducha y bañarse, que era lo que realmente necesitaba. Salió del baño después de 15 minutos con una toalla envuelta alrededor de su cuerpo, busco en su closet la ropa que iba a utilizar ese día. No supo en que el momento la ropa femenina había opacado su ropa vieja, que solía utilizar cuando se travestía, sintió nostalgia cuando las vio en el fondo de su closet prácticamente olvidadas sinceramente para Narumi el no tener que usar esa ropa la hacía sentir un poco insegura. :- me pregunto si sería muy diferente mi situación. ¿Qué pasaría si jamás hubiera salido mi verdadera identidad afuera? Es estúpido que piense en eso ahora lo hecho está hecho y no sirve de nada pensar en supuesto.- pensaba Narumi mientras sostenía una camiseta vieja que solía usar en la academia. Volvió a guardar la camiseta y buscó la ropa ceremonial que todos los aldeanos debían utilizar para el nombramiento de la hokage, una vez que termino de alistarse salió rumbo a la ceremonia.

Narumi POV

Llegue a la plaza central pude observar que había muchísima gente esperando por conocer a la nueva hokage. Camine un poco para matar el tiempo pero para mí mala suerte me encontré con Hinata.

- ¡Mi querida!- comenzó a llamarme trate se hacerme la que no la había visto y seguí m camino pero fue inútil esa lapa se me colgó de la espalda, trate de zafarme de su agarre pero era inútil. – mi querida que haces aquí solita.- me decía con voz empalagosa.