Mi camino ninja (Corrigiendo Y Editando)

Capitulo 35

Capítulo 35

Narumi se sentía molesta puesto que la persona que los estaba siguiendo era Yūgao, quien al encontrar el sobre con las fotografías comenzó a preocuparse por ella. La rubia suspiro pesadamente lo que molesto a Yūgao.

- No pareces feliz de verme.- reclamo Yūgao haciendo un pequeño puchero.

- Han pasado cien años desde la última vez que te vi y ahora reapareces de forma muy sospechosa.- decía Narumi mientras se llevaba una mano a la frente en señal de frustración.- no te costaba ningún trabajo acercarte Hermana.-

- Naru, si lo hacía no podría averiguar quién te está molestando, es mejor si te vigilo a la distancia.-

- Comprendo...supongo.- Yūgao miro con cariño a Narumi y le dio un abrazo que tomo desprevenida a la rubia.-

- Descuida no dejaremos que te suceda nada.- dijo Yūgao soltándola.

- ¿"dejaremos"?- pregunto la rubia.

- Exacto. Sai y yo nos encargaremos de reunir información, no vamos a dejarte sola. ¿verdad?- se dirigió al joven el cual respondió con una sonrisa que contaban con el también.- bueno será mejor volvamos hay muchas cosas de las que quiero hablar contigo.- decía mientras desaparecía en un montón de hojas.

Después de que Yūgao se fue Narumi y Sai caminaron en dirección al centro de la aldea, ya que la rubia debía pasar por la morgue y Sai debía comprar algunos víveres. Por lo que irían parte del camino juntos.

Permanecieron en silencio la mayor parte del camino, solo cuando estaban llegando a sus destinos, Sai llamó a la rubia tendiéndole un pergamino.

- Cuélgalo donde creas conveniente.- dijo mientras se alejaba de ella. Narumi guardo el rollo en un pequeño bolso que llevaba consigo.

Nuevamente Narumi sintió esa extraña sensación de ser observada, corrió rápidamente en dirección a la morgue, quería terminar rápido con sus diligencias e ir a casa. Cuando llego a la morgue se encontró con Shizune, quien se sorprendió al ver a la joven en ese lugar.

- ¿Qué haces aquí Narumi?-

- Hola Shizune vine a buscar los restos de alguien.- respondió la rubia con pesar.

- Ya veo, dime su nombre así los busco y te los entrego.- dijo mientras la rubia le decía el nombre del joven.- Aquí están ¿era un amigo tuyo?- volvió a preguntar mientras le entregaba a la rubia una pequeña urna que contenía los restos de Haku.

- Mi novio.- respondió Narumi mientras guardaba abrazaba la urna.

- Lo lamento tanto, no sabía.- Narumi solo negó con la cabeza indicándole que estaba bien. La joven se puso en marcha, se despidió de la asistente de la hokage y partió rumbo a su apartamento. Su mente se mantuvo ocupada recordando los últimos momentos que compartió con Haku y se lamentaba de haber perdido el primer y último regalo que este le dio. Iba tan sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que había chocado con alguien.

- Lo siento.- fue la rápida respuesta que dio la rubia antes de seguir su camino pero fue detenida por el hombro.

- Narumi.- dijo Sasuke llamando la atención de la rubia. Ella se detuvo y sintió algo extraño cuando la llamo por su nombre al igual que la primera vez. No era que le desagradara simplemente no podía decir que es lo que era lo que le molestaba.

- Te he dicho que me llames Naruto o por mi apellido.- Sasuke ofendido soltó del hombro a Narumi, no entendía por qué él no la podía llamar por su nombre. Iba a reprocharle pero de inmediato recordó el incidente en el hotel con su hermano. Dirigió su mirada donde estaba seguro que la había lastimado con su jutsu. Narumi suspiro al darse cuenta que su compañero aún seguía preocupado por aquel incidente, no sabía cómo explicarle el por qué su herida estaba cien por ciento curada, pero debía hacerle saber que no debía preocuparse por nada. – Sabes que sí Sakura ve que estas mirando mi busto de forma desvergonzada como lo estás haciendo ahora te golpeara como "aquella".- Dijo la rubia para romper un poco el ambiente tenso que había. Sasuke al escuchar la posible consecuencia recordó la golpiza que le dio su compañera con un objeto desconocido, para él, por lo que desvió de inmediato su vista de la rubia.