Narra Thiago:
A la mañana siguiente me desperté temprano para ir a ver a Mar antes de que todo el mundo estuviera levantado y pudiera darse cuenta. Entre en el cuarto de las chicas sin hacer apenas ruido y me dirigí hacia la cama de Mar, quién dormía plácidamente con Alelí:
— Mi amor — la dije dándola un beso en el cachete.
Mar se movió pero no se despertó. Estaba tan tierna dormida... La acaricié esa hermosa panza que dentro de poco estaría muy gordita.
— Thiago — me dijo abriendo los ojitos.
— Hola reina, ¿cómo habéis dormido vos y mi hijo?
— Yo bien, tu hijo no sé, aún no lo noto.
Reí bajito.
— Ya sabes que tenés que procurar no hacer esfuerzos, estoy seguro de que los chicos te van a ayudar con eso, ¿de acuerdo mi vida?
Ella asintió con la cabeza.
— Y... Sobre todo, trata de que nadie se entere de lo del embarazo.
— Pero, ¿y cuando mi panza empiece a crecer?
— Ya pensaremos en algo entonces. A los 4 o 5 meses es cuando se te empieza a notar, por las cosas que he leído. Tal vez para entonces, mi padre sea un hombre razonable y le puedo contar lo del bebé sin que se enoje. Por cierto, mañana va a venir el doctor que me revisaba a mi cuando era chiquito, él era un muy buen amigo de mi mamá. Va a hacerte un par de preguntas para ver si todo está bien mi amor.
— ¿Y cuando voy a poder ir a que me vea un médico?
— Te tengo que registrar en las listas... lo haré lo antes posible, ¿de acuerdo? Así el doctor ve como esta este pequeñín — volví a acariciarle la panza a Mar con mucho amor.
— Alelí y Jaz, la chica nueva, quieren que sea una nena.
— No, va a ser un nene. Le voy a enseñar a jugar al rugby y a ser de lindo y de fachero como yo.
Mar revoleó los ojos y rió:
— ¿Qué nombres te gustan para él o ella? — me preguntó sonriendo.
— Sí es nena me gusta Mora.
— Re lindo el nombre. Mora Bedoya Agüero.
— Queda perfecto. Y si es nene Bruno. Mi mejor amigo de la infancia, se llamaba Simón Bruno. Siempre me gusto el nombre de Bruno. ¿A vos?
— Me encanta. Bruno Bedoya Agüero.
— ¿También habrá que ponerle tu apellido mi amor?
— Yo no tengo apellido — Mar suspiró. Dios... era un estúpido. ¿Cómo no había pensado en eso antes?
— ¿Estás segura de que no querés buscar a tu familia mi amor?
Mar negó con la cabeza:
— Sino me quisieron de beba, menos ahora. Y además, embarazada. Se avergonzarían de mí. Quiero que todo se quede como está.
Suspiré también:
— Como quieras — la di un beso en la sien como despedida —. Me tengo que ir al colegio, al mediodía vuelvo — le di un beso a la panza y subí a la cocina para desayunar.
Después de tomar algo, agarré la mochila y me fui directo al Rockland. Aún era temprano, por eso tuve que quedarme sentado solo en la jardinera hasta que vi a Nacho venir de lejos.
— ¡Man! — exclamó, después me abrazó —. ¿Dónde estuviste? Tu viejo ha tenido que pagar un montón de plata para que no te echaran del colegio.
— Emm, sentate. Pero no podés decir nada de lo que te cuente Nacho, ni una sola palabra.
— ¿Qué paso Thiago? — dijo Nacho sentándose a mi lado en la jardinera.
— Mar...
— ¿Estás de novio con la Blacky?
Fruncí el ceño poniéndome de mal humor:
— No la digas Blacky Nachito. Es mi novia sí.
— Ajá, ¿y te escapaste con ella a la luna de miel? — me preguntó riendo.
— No es una broma. Nos tuvimos que ir porque mi papá me quería mandar a Londres otra vez, y yo me quiero quedar acá. Acá tengo a mi novia, a mis amigos, a mi familia, a mi auténtico hogar. Pero además de por lo de Londres, también fue por otra cosa...
— ¿Qué cosa? — preguntó Nacho ansioso.
— Mar, Mar está embarazada.
— ¡¿LA LLENASTE LA COCINA DE HUMO A LA BLACKY?! — gritó Nacho.
Le tapé la boca rápidamente. Por suerte, no había nadie más que le pudiera escuchar afuera del colegio:
— Sí. Está embarazada de dos semanas.
— Ósea, que voy a ser tío.
— Sí. No le digas nada a nadie, porque entonces me voy a enojar en serio Nacho.
— No, no digo nada tranquilo. Obviamente voy a ser yo el padrino, ¿eh?
Reí... Nachito, claramente era mi mejor amigo. Aunque fuera un poco estúpido a veces, era buena persona.
-...-
Narrador:
Desgraciadamente, Thiago no se había dado cuenta de que en la esquina de la plaza dónde se encontraba el Rockland, estaba Dolo, y lo había escuchado absolutamente todo:
— Así que Mar embarazada... — dijo mientras pensaba su plan y sonreía malvada —. Si Thiago y Mar no quieren que Barto se entere de ello, me van a tener que hacer un gran favor.
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Padres Adolescentes
FanfictionLa Fundación BB acaba de acoger a una nueva huérfana: Marianella Rinaldi. Tiene 14 años, y aunque ella no lo crea es hermosa. Thiago Bedoya Agüero, hijo de don Bartolomé, ahora tutor de Mar, acaba de volver de Londres, tras pasar allí 8 años. Y sí...