Capítulo Doce

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—Después de discutir sobre los protagonistas —habló el profesor— Hemos decidido que serán Jackson Wang y Heo Kyung Gi.

—Espera ¿Qué?— musitó Diana para sí, al mismo tiempo que se escuchó un grito agudo al otro lado de la sala.

—Pueden pasar por sus libretos —indicó el docente.

Jackson miró extrañado a Diana por la expresión en su rostro. Trató de ignorar ese detalle y fue a recibir su libreto.

—Señorita Thomson —habló la profesora Lee detrás de Diana sacándola de sus pensamientos.

La nombrada volteó a ver a dicha profesora.

—No la vi participar en las audiciones —dijo la mayor—. Disculpe la indiscreción, pero ¿Qué hace aquí? Las clases comenzaron hace más de media hora.

—No voy a actuar en la obra, quiero trabajar con el equipo de producción pero hace un rato me dijeron que aún no llegaba nadie y que tenía que esperar —aclaró.

—Oh, es eso. Yo voy a apoyar al equipo de producción, la encargada de eso es su compañera Rebeca —respondió la profesora Lee—. Hablando de ella —señaló con la vista en una dirección.

—¿Rebeca? —se preguntó Diana confundida al ver a su amiga dirigiéndose a ella.

—Señorita Rebeca —exclamó la profesora— su compañera quiere trabajar en la producción de la obra.

Rebeca se acercó a las dos mujeres y saludó con una reverencia a la mayor.

—Claro —dijo Rebeca— tendría que ver qué es lo que hace falta para incluirla en el equipo.

—Dejaré que se pongan de acuerdo, iré a arreglar unos asuntos —dijo la mayor para después irse.

—Rebeca ¿Por qué no me dijiste que eras la encargada de producción? ¿Sabes cuanto pude haberme ahorrado? —dijo Diana.

—¿Qué? ¿Ahora te enojas conmigo? —Rebeca colocó una mano en su pecho haciéndose la ofendida— Tal vez si no te hubieras distanciado de mí te habría dicho —dijo ahora seria.

—¿De qué hablas? No me he distanciado de ti.

—¿No? Ahora pasas más tiempo con Jackson que conmigo —reprochó.

—No creo que te importe, ya que desde que tienes novio no te acuerdas de mí —dijo Diana dolida.

—Pero yo... Amh... Pues... Ah. Tienes razón. Lo siento, creo que debí haber recordado que tengo una amiga.

—Ya no importa. Ahora solo quiero integrarme en el equipo. Dime, ¿aún hay algún lugar vacante para mí?

—No lo sé, apenas ayer llegaron más personas a trabajar. La escenografía ya está completa y los de audio también ya tienen todo lo necesario.

—¿Qué? ¡Rayos!, en verdad quería participar en ésto —se lamentó Diana.

—Tranquila —le dijo Rebeca— creo que en los efectos visuales aun necesitan personas de apoyo.

—¿De verdad? —preguntó esperanzada la chica a lo que su amiga asintió.

—Voy a preguntar. Esperame aquí, te haré una seña para que vayas.

—¿A dónde vas a ir? —preguntó confundida.

—Allá arriba.

Rebeca señaló una parte sobre el escenario donde se podían ver los controles de funciones visuales y auditivas para las presentaciones.

The Invisible Boy  |Jackson Wang|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora