The Invisible Boy |Jackson Wang|

Capítulo Veinticuatro

Pareciera que las clases pasaron más lentas de lo acostumbrado. Jaebeom desapareció todo el tiempo y Diana estaba ansiosa por hablar con él y arreglar todo.

La hora libre llegó y Diana se reunió con Rebeca y Bambam para contarles lo que pasó y pedirles ayuda.

—No sé que decir —dijo Rebeca—. Metiste la pata hasta el fondo y supongo que ya te sientes bastante mal con ello.

Bambam asintió estando de acuerdo con ella.

—Necesito hablar con él y aclarar las cosas —dijo Diana—. No quiero que me odie por el resto de su vida.

—Te recomiendo que lo hagas ahora, antes de que busque más formas de evitarte —dijo Bambam señalando a lo lejos dejando ver al pelinegro caminar con calma.

—¡Estupendo! Iré con él —dijo Diana y corrió.

Jaebeom estaba muy lejos de ella. Diana temía perderlo de vista y corrió más de prisa para no perderlo cuando diera vuelta por él edificio de la cafetería.

Al dar vuelta, Diana chocó con una chica la cual estaba muy entretenida con su celular el cual tiró.

—¡Aish! ¡Mira lo que has hecho...! —la chica miró a Diana y cambió su expresión— Vaya, la enferma se digna a dar la cara —la miró burlona.

Diana frució el ceño confundida.

—Déjate de tonterías Kyung Gi, no quiero problemas contigo y mucho menos por tu falta de información y empatía.

—Oh claro que estoy bien informada, dicen por ahí que tiendes a los malos hábitos alimenticios. ¿Es por eso que te desmayaste en aquel ensayo de la obra o fue puro drama?

—Te importa un bledo si me alimento bien o no, y no tengo por qué date explicaciones de lo que pasó ése día —reclamó Diana apunto de perder la paciencia, dispuesta a irse.

—Tienes razón, me importa un carajo lo que hagas, pero es curioso que incluso Jackson te tenga en muy mal concepto —comentó Kyung Gi haciendo de Diana la mirara.

—¿Jackson? ¿Qué le has dicho? —preguntó casi aterrada.

—Mhm... No mucho. En verdad... Es aún más interesante lo que él me ha dicho sobre ti —dijo Kyung Gi observando el esmalte de sus uñas—  ¿Debería decirte?

—Jackson no es así. Él no diría nada sobre mí.

—Eso es lo que tú crees. Pero Jackson dijo que ya estaba harto de ti, que siempre te metes en su camino y no lo dejas en paz, ni siquiera cuando Maddie llegó —Diana parecía petrificada al oír aquel nombre—. Sí. Maddie era su novia y ahora que regresó él pensaba seguir con su relación pero te culpa a ti por no hacerlo.

—Yo no lo obligo a nada.

—¿Ah no? ¿Y qué hay de la obra? Él dijo que tú lo obligaste a participar —Diana no dijo nada.

¿Realmente se sintió de esa manera? Se preguntaba Diana, ella siempre quiso alentar a Jackson a hacer lo que él quisiera, nunca quiso obligarlo a nada.

—¿Ahora lo entiendes? —dijo Kyung Gi— No le haces ningún bien a nadie. Solo estorbas en la vida de los demás. No deberías estar aquí y amargarnos la existencia. Tú no perteneces aquí.

—Tú y yo... —dijo Diana— Solíamos ser mejores amigas, ¿Qué nos pasó?

Kyung Gi la miró con desprecio, la ira se notaba en sus ojos y sus labios se fruncieron.

—¡Todo comenzó a cambiar cuando tú me robaste la vida que debí llevar! —exclamó— ¡Me arruinaste la vida y lo sigues haciendo!

—¿De qué hablas Kyung Gi? Yo no he hecho nada en tu contra, fuiste tú quien comenzó a cambiar.

—Ahora resulta que no tienes idea de lo que te hablo —dijo irónica— ¿Acaso no recuerdas cuando te hiciste novia de Mark? Días antes yo te dije que me gustaba Mark, era el primer chico que me gustaba y a ti te importó una mierda y fuiste de puta tras de él.

—Eso no fue así, cuando te dije que Mark me pidió ser su novia tú me insultaste de muchas maneras sin causa, luego dejaste de hablarme y comenzaste a molestarme.

—¿Y eso no fue prueba suficiente?

—Kyung Gi, olvídalo, eso ya pasó. Además ya conseguiste estar con Mark, ¿Acaso no querías eso?

—¿Y de que sirve tenerlo si solo se la pasaba hablando de ti? Todo el maldito día se la pasaba lamentándose por lo que hizo conmigo.

—Eso no es culpa mía. Tú eres la responsable de tus acciones —dijo Diana—. Es una lástima que pienses así.

Kyung Gi miró detrás de Diana y sonrió con tristeza.

—Ahora lo sabes. No hay más que decir —dijo Kyung Gi.

Diana volteó a ver a quién le hablaba Kyung Gi y se encontró con los profundos ojos de Jackson. Él había estado escuchando parte de su discusión, cuando él llegó Kyung Gi le echaba en cara a Diana el hecho de que Mark y ella fueran novios.

Diana regresó la mirada a Kyung Gi y tomó una gran bocanada de aire.

—No es lo que tú dices. Yo valgo mucho. No me importa lo que digas porque a pesar de que quieres que caiga, solo me haces querer levantarme cada vez más alto —Kyung Gi la miró con los labios ligeramente abiertos—. Analiza un poco mi comportamiento a comparación del tuyo y pregúntate de nuevo ¿Por qué Mark prefiere estar conmigo?