The Invisible Boy |Jackson Wang|

Capítulo Cuarenta

—No sé cómo agradecer esto Mark —dijo Diana con una leve sonrisa.

Mark apretó el agarre a su mano y sonrió levemente.

—No lo agradezcas, solo déjame protegerte y quererte —dijo él.

Aquellas palabras hicieron que Diana se sintiera feliz, protegida y con alguien que en verdad la quería. En ese momento, unos golpes en la puerta sonaron.

—Adelante —dijo Diana. El chico entró a la habitación y Diana sonrió emocionada—. Nick — exclamó con alegría.

Nick se acercó a ella y Mark retrocedió un poco para no estorbar.

—¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor? —preguntó Nick.

—Ya me siento mejor, los raspones casi no duelen y mi pierna, bueno, creo que cada vez está mejorando —respondió ella.

—Qué bien. Tengo buenas noticias, el doctor dijo que te darán de alta, mañana puedes regresar a casa —dijo Nick con notable entusiasmo.

—¡Estupendo! Ya no estaré aquí tan sola.

—Sí, a Rebeca y Jackson también les dará gusto saber eso.

—¿Rebeca? —musitó Diana borrando todo rastro de felicidad en su rostro.

Mark puso los ojos en blanco y esperaba que no se arruinara todo.

—Sí, Rebeca. ¿La recuerdas? —dijo Nick.

—No —dijo seria—. No la recuerdo y no quiero hacerlo.

—Pero ella es tu amiga.

—¡No! No quiero seguir atormentándome tratando de recordar personas, ¿sabes lo mucho que duele? —Nick la miró un poco asustado, no quería alterarla— No quiero saber nada de ella, ni de Jackson o de algún otro cercano a ellos ¿de acuerdo?

Ella parecía estar enojada, Mark se acercó y volvió a tomar su mano con suavidad.

—Tranquila, nadie hará algo que tú no quieras. Podrás verlos cuando estés lista —dijo Mark tratando de calmarla.

Nick observó la forma en la que Mark le había hablado a Diana. Tal vez después de todo el mal que le causó, él no era tan mala persona.

—Estoy cansada —dijo Diana—. Quiero dormir un poco.

—De acuerdo —dijo Nick—. Te veremos después.

Ambos salieron de la habitación, fuera de ésta, Mark se acercó a Nick.

—¿A qué hora la darán de alta mañana?

—Después del medio día, puedes venir si quieres —respondió Nick.

—De acuerdo, gracias.

Mark asintió y se fue de ahí, regresaría a casa con cargo de consciencia. Se preguntaba qué pasaría si Diana recordaba todo. Eso no le convendría para nada.

—Escríbele notas, sé amable con ella, enamórala y cuando esa idiota esté en tus manos, hazla sufrir.

—¿Era esto para lo que me hablaste? —preguntó Mark.

—Admítelo Mark, tú como yo, también quieres verla sufrir. ¿O prefieres que ella esté con Jackson después de todo lo que te hicieron? No lo creo.