Capítulo Veintinueve

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Luego de pasar toda la tarde juntos, Bambam llevó a Diana de vuelta a casa.

—¿Hija donde estabas? —preguntó la mamá de la chica un tanto preocupada.

—¿Recuerdas a Bambam? salí con él —dijo ella.

—¿Kunpimook? claro que lo recuerdo, pero debiste haber avisado que no vendrías temprano a casa —dijo la señora.

—O por lo menos debiste tener encendido tu celular —dijo su padre desde la entrada de la cocina con el ceño fruncido—. ¿Para qué llevas el celular si lo vas a tener apagado? llevamos tiempo tratando de comunicarnos contigo y no das señales de vida.

—Perdón, mi celular se quedó sin batería —dijo ella apenada.

Sus padres se miraron entre sí, decidiendo si la castigarían o no.

—Puedes ir a tu cuarto, se está haciendo tarde y mañana debes ir a clases —dijo finalmente el mayor.

—Buenas noches —dijo ella y se dirigió a las escaleras.

—Hey tú —dijo Nick desde el segundo piso.

—No me siento con ánimos de hablar —dijo Diana.

—Oh bueno, entonces no te diré lo de Jackson.

—¿Jackson? ¿Qué pasó con él?

—Hum, dijiste que no querías hablar, así que no lo haré.

—Oh vamos, ¿siempre tienes que ser así?

Ella tomó su brazo y lo sacudió haciendo puchero.

—En realidad no es nada importante, llamó y dijo que quería hablar contigo. Eso es todo —dijo el chico, se soltó de su agarre y se fue.

Ella no insistió más, sólo se preguntó por qué la buscaría y se fue a su habitación.

(...)

—Sólo quiero distraerme un momento —dijo Diana a Rebeca—. Además, hace mucho que no vamos al cine.

—Ya te dije que no puedo, la profesora Lee me encargo hacer encuestas a todos los chicos que participaron en la obra. Es mucho trabajo y Bambam se ofreció a ayudarme —respondió Rebeca.

—¿Bambam?

—Sí. Ayer me invitó a salir pero le dije que tenía mucho trabajo y se ofreció a ayudarme.

—Wow, eso no lo sabía.

—En fin. Te veo luego, Bambam debe estarme esperando —dijo Rebeca.

—Suerte —dijo Diana.

Después de que Rebeca se fuera, Diana se dirigió a la biblioteca. Tendría hora libre y pensaba aprovechar el tiempo para adelantar unos proyectos.

En el camino pasó por un pasillo de casilleros, en dicho lugar, vio a Jackson caminar apresuradamente hasta llegar a su casillero, sacó de mochila un par de libros y los metió en el pequeño sitio.

Diana se acercó a él y lo saludó.

—Hola Diana —dijo él sin mirarla y buscando algo entre sus cosas.

—Ayer Nick me dijo que llamaste —le dijo ella.

—Oh sí, sólo quería hablar contigo un rato pero tu celular estaba apagado y me preocupé un poco.

Jackson no apartaba la mirada de su casillero, sea lo que fuera que estaba buscando, no lo encontraba. Finalmente se desesperó y cerró la puerta.

—Ahm si quieres podemos hablar en el descanso —dijo Diana al notar que él llevaba prisa.

—Claro, claro. Te veo luego.

The Invisible Boy  |Jackson Wang|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora