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Todo estaba oscuro, sentía mis parados pesados y no podía abrirlos.
Mi cuerpo estaba entumido, aunque ya no sentía frío y el dolor había disminuido, pero aún esta presente.
Sentía que bajo mi cuerpo había una superficie cálida y sueve, no se, tal vez una cama.

Con las pocas fuerzas que me quedaban, abrí los ojos, pero mi visión borrosa lo dificultó todo. Sólo veía la silueta de algunos muebles, acompañado de pequeños destellos blancos producto de mi mente.

Coloqué mis codos a cada lado de mis costillas y me di impulso para poder levantarme. Gemí de dolor y me deje caer de nuevo.

Lleve la palma de mi mano derecha hasta la parte superior de mi hombro y sentí que unas vendas lo rodeaban.
Ahí fue cuando recordé el momento en que aquel chico había arrancado parte de el.
Mi piel se erizó de sólo recordar el terror que había sentido.

Tallé mis ojos y por fin logre ver con claridad; estaba en una habitación oscura, con unos pocos muebles alrededor. De la rendija de la puerta salía una línea de luz, por lo que supongo que sólo es de noche y alguien olvidó apagar el foco de afuera de la habitación.

Giré mi cabeza a la derecha y me sobresalté al ver a una chica de cabello corto durmiendo en una silla mientras recargaba la cabeza en sus brazos, que estaban en la pequeña mesa de noche alado de donde estaba yo.

Por la oscuridad no logré ver sus facciones con claridad, pero su rostro mostraba la relajación de un sueño, por lo que decidí no despertarla. Supongo que ella me ayudó, porque de otra forma ¿qué hará aquí?

Mire a mi alrededor tratando de buscar una salida. La puerta de madera pintada de blanco no estaba tan lejos, pero otra de color café estaba a la izquierda, por lo que supongo que se tratará del sanitario.

Tomé aire y me levanté de forma rápida de la cama. Perdí el equilibrio y solté un jadeo, lleve mis manos hasta la boca y espere unos segundos comprobando que ella no despertara.

Una vez que mis pies tocaron el suelo cubierto por una alfombra, tomé valor y di el primer paso. Mis costillas no dejaban de doler; era como si un constante picoteo las lastimara a medida que caminaba.

Mis pies descalzos avanzaban con lentitud por dos razones: 1) para que aquella chica no me descubriera, y 2) porque no podía hacerlo más rápido. Así de sencillo.

Debido a la oscuridad, di un mal paso y fui directo al suelo. Gemí y lleve las manos hasta el costado, presionandolo con la falsa esperanza de que el dolor cesara.

-¿Qué haces ahí? -su voz adormilada hizo que cerrara los ojos reprimiendome lo torpe que había sido. -, deja ayudarte.

Ella se levantó y caminó hasta donde estaba, se paró en cunclillas frente a mi y deslizó sus brazos por mi cuerpo, uno en la espalda y otro en las piernas.

-Yo puedo sola. -me excusé tratando de que no se tomara tantas molestias por mi, además de que no creo que pueda siquiera levantarme. No es por nada, pero creo que si lo logra, le tomará más trabajo.

-No, no puedes. Mira como estas. -sin que me dejara decir una sola palabra más, me levantó con tanta facilidad que me sorprendió.

Y así fue como me llevó cargando hasta la cama, me depositó con cuidado en ella y colocó un par de almohadas en la cabecera para que pudiera sentarme cómodamente. No se, pero me siento inútil.

-Ammm, y-yo...gracias. -Fue lo único que logré decir. Estaba en una situación tan confusa que no sabía que decir.

¿Debí presentarme? No, sería muy extraño, ¿tal vez preguntar quién es ella? Sonaría muy grosero, mejor sólo aclaro la duda más importante que tengo en mente.

-No quiero ser grosera, pero ¿me podrías decir en donde estoy? -ella se sentó a la orilla del colchón y fijó su mirada en mi.

-¿Recuerdas lo que pasó ayer con el ghoul? -esperen, ¿¡dormí tanto?!

-¿Gho-ul?

-¿Sabes lo que es, cierto? -negué con la cabeza. -pues digamos que son seres que se alimentan de personas.

-¿Caníbales?

-No se considera canibalismo, ellos no son humanos.

Abrí los ojos como platos y fruncí el ceño, ¿¡A que se refiere?!

-P-Pero, yo lo vi, ¡era como una persona normal! -Bueno, a excepción de esos extraños ojos y aquello que estaba en su espalda.

-Ellos tienen apariencia humana, gracias a ello pueden pasar desapercibidos, pero no te preocupes, ya estás a salvo. El médico se fue hace más o menos medio día. Dijo que tenías que tener reposo.

Mis labios se abrieron levemente, ladee la cabeza tratando de buscar una respuesta que no sonara tan estúpida.

Vale, ahora entiendo lo de los ghouls, ahora sólo falta una cosa más.

-Gracias por ayudarme, pero me puedes decir ¿como llegue hasta aquí?

Ella frunció el ceño y desvió la mirada, abrió la boca como si intentara decir algo, pero al instante la cerró.

-Te encontré malherida, y por lo que se, un ghoul fue quién te atacó.

-Había alguien más. -Aseguré.

-¿Sabes quien era?

-No, sólo se que era una chica.

-Bueno, no me he presentado, yo soy Touka Kirishima. -Me pareció extraño el tan repentino cambio de tema, pero aún así, sonreí.

-_____ Peters.

-Ya es muy tarde, debes descansar.

-Puedo dormir en otro lado, no quiero incomodarte. -era verdad, creo que ya fui mucha carga para ella.

-No me incómodas, ahora duerme. -se levantó y me ayudo a acostarme, quería replicar, pero su seriedad me llamó la atención.

Me arropó con la sábana y quitó un mechón de cabello de mi rostro.

-Te recuperarás pronto, ya verás.

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BLOOD [Touka x reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora