BLOOD [Touka x reader]

006

Por fin, mi cuarto día en Anteiku había finalizado, podría decir que me he adaptado lo suficiente con los horarios, así que no tengo quejas.

Tomé mi jersey del respaldo de una de las sillas y me lo coloque mientras caminaba hasta la salida del lugar.

-Hasta mañana. -me despedí de todos los presentes y gire la perilla para abrir la puerta.

-Yo te acompaño. -La voz de Touka no tardó en aparecer.

-No es necesario. -sonreí a forma de respuesta pero sólo me miró mientras alzaba una ceja.

-Recuerda que hoy salimos más tarde, es peligroso que vayas tu sola.

-Se cuidarme.

-Si -miró las vendas-, claro.

-Bueno, tal vez no sea tan literal-reí-. Pero créeme, yo puedo sola.

-¿Sabes que no te dejaré, verdad?

-Si. -suspiré ante la insistencia de Touka, pero no podía negar que me agradaba el hecho de que me acompañara hasta mi departamento.

Ambas salimos del edificio y tomamos un taxi de regreso a mi hogar. El viaje fue silencioso, pero para nada incómodo. Me gustaba su presencia.

Cuando bajamos del auto, desde afuera del edificio noté que la luz de mi habitación estaba encendida. Que raro, podría jurar que apague todas las luces antes de salir.

-Oye, ¿ese no es tu departamento? -cuestionó ella.

-Si, pero no recuerdo haberlo dejado encendido. -ladee la cabeza y ella frunció el ceño.

-Alguien esta adentro.

-No lo se. Tal vez estén robando. -me asusté.

-Voy a investigar. -dijo ella.

-¡Espera! Será mejor llamar a la policía.

-bufó- para cuando lleguen ya se habrá ido.

-Pero eso sería bueno, ¿no?

Ella no respondió. Aún sin dejar de fruncir el ceño entró al edificio rápidamente.

-¡Hey! -fui atrás de ella tratando de seguirle el paso, ¿cómo es que es tan rápida? -Esto es mala idea.

-Por lo menos aprenderá a no molestar lo ajeno. -¿se refiere a mi?

Cuando por fin llegamos a la puerta 15C , ella abrió la puerta de golpe adentrandose hasta la sala, pasando por la cocina y llegando por fin hasta la puerta de la habitación.

-Será mejor irnos. -sugerí.

Ella no contestó, sólo me colocó tras ella y abrió la puerta. Entró e instantáneamente sujetó a aquel chico por la muñeca, y lo derribó rápidamente.

Esperen, ¿de qué me perdí? ¿Desde cuándo Touka sabe someter a las personas? No lo se, tal vez haya tomado clases de defensa personal, que se yo.

Me arrodillé a su lado y vi que el chico comenzaba a retorcerse con la intención de liberarse, pero no logró moverse ni siquiera un centímetro de donde se encontraba.

-¡Esperen! Soy yo, ____. -Esa voz...

-¿Ashton?

-Si, soy yo, ____ -se quejó.

-Puedes soltarlo, Touka - toque su hombro y ella me miró mientas se levantaba.

No podía creerlo, en verdad había viajado para nuestro aniversario. Mi sonrisa no podía ser más grande, así que no espere más tiempo y rápidamente lo abracé.

-Pensé que te vería hasta dentro de dos años. -jadee.

-Quería darte la sorpresa, así que me quedaré unos meses más.- rompió el abrazo y rodeó mi cintura con sus brazos para besarme.

Coloqué las manos en sus mejillas y lo ceñí más a mí.

Una tos falsa hizo que nos sobresaltáramos. Me separé de el y miré a Touka, quién no dejaba de mirar a Ashton.

Los dos nos levantamos del piso y sonreí con alegría.

-¿Y tu quien eres? -Touka puso los brazos en jarra y alzó una ceja.

-Touka, el es mi novio, Ashton Lauthing, andamos desde hace un año exactamente. -comenté orgullosa.

-Tu...¿novio?

-Así es.

-Un gusto. -Ash le tendió la mano a Touka pero ella sólo la miró.

-Eh..., tengo que irme. Te veo mañana, ____.- dio media vuelta y caminó rápidamente hasta la puerta.
¿Porqué se fue?

-¿Qué le pasó a tu amiga?

-Ni yo lo sé. -admití riendo.

-Bueno, regresando a lo nuestro...- me tomó de las caderas y comenzó a dejar marcas rojas alrededor de mi cuello hasta llegar al escote.

Quedamos frente a frente, el colocó sus manos bajo mi cintura y yo en su nuca. Comenzó a desabotonar mi camisa mientras apretaba uno de mis pechos por encima de la tela, gemí en el acto y sentí que su entrepierna comenzaba a crecer.

Las yemas de sus dedos viajaron desde mi clavícula hasta mi vientre, lugar donde terminó de quitar mi blusa para arrojarla a un lado de la habitación.

-Te extrañé.

-Haré que no me olvides por un largo tiempo.

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