BLOOD [Touka x reader]

[3.1; TIEMPO]

Me quede callada, estaba completamente confundida, pero no hablé, simplemente cerré los ojos y suspiré, ¿porqué esta pasando todo esto?

—No te creo. —Susurré.

Pude sentir como su agarre se había suavizado y su respiración por fin se había alejado de mi cuello, pero por el contrario sus muslos se aferraron más a mis caderas.

—Hagamos un trato, ¿si? Tu vas esta noche a seguir a Touka, y a cambio, yo dejaré de molestarte, ¿esta bien? —Abrí los ojos, fruncí el ceño y desvíe la mirada. No entendía porque insistía tanto en el tema, ¿de verdad eran hermanos? Lo dudo.

No había mucho que pensar, era mi oportunidad de finalmente deshaceme de el, así que lo miré a los ojos y asentí mientras su sonrisa se agrandaba. Pero por más que intentaba moverme, el no se levantaba.

[...]

Era hora, debía buscarla, pero desde que se fue con Hinami no había regresado, estaba preocupada; otra razón para ir a buscarla. Salí de su habitación dispuesta a salir a la calle,sin importar lo tarde que fuese. Bajaba las escaleras eslabón por eslabón hasta que una voz conocida se hizo presente, parecía hablar en susurros, en un principio decidí ignorarla, pero fue hasta que la reconocí cuando me detuve en seco y giré sobre mis talones.

—L-Lo se, no debí aceptarlo, pero fue por ella. Solo necesito una porción. —Era Touka, su voz parecía débil y algo agitada.  Ahí fue cuando decidí acercarme un poco más para escuchar mejor.

—¿Segura? puedes tomar mas si gustas, llevas tres meses sin probar bocado. No me digas que comienzas a sentirte culpable solo por estar con ella. —El silencio reino el ambiente, solo podía escuchar mi propia respiración. Estaba nerviosa, ¿porqué siento un nudo en el estomago?

—Eso no importa, debes irte a buscar mas, Yomo te esta esperando en la puerta trasera. —Sus susurros parecían mas malhumorados que de costumbre.

Unas fuertes pisadas se dirigieron hacia donde Touka había mencionado, por lo que no me preocupe de que me descubrieran. Trague saliva y salí de mi escondite, tenía que ir con ella, tenía que demostrarle a ese ghoul que mentía... pero por mas que quisiera engañarme a mi misma, no podía. Quité algunos cabellos de mi rostro y comencé a subir de regreso la escalera; las voces provenían del almacén, así que fui hacia el.  A medida que me acercaba unos extraños sonidos inundaban mis oídos, eran bruscos, como carne siendo desgarrada... 

Había llegado hasta la puerta, del otro lado estaba ella, pero no me atrevía a entrar. Bajé la mirada hasta mis manos, estaban temblando; esos sonidos no ceceaban y comenzaba a desesperarme. No tenia miedo, pero si una enorme oleada de ansiedad que comenzaba a comerme viva. Relamí mis labios, pues estos comenzaban a secarse, estaba harta de esperar.

¡Quería que esos sonidos se detuvieran ya!

Cerré los ojos y abrí la puerta de golpe, cuando los abrí me encontré con lo inevitable.

Tragué saliva por segunda vez y sentí como mis ojos se cristalizaron mientras un escalofrío recorrió mi cuerpo como una corriente eléctrica que me restregaba en la cara la fría realidad. Enterré mis uñas en las palmas de mis manos y la miré, ella estaba en shock, me miraba sorprendida, sin decir nada, solo procesando a situación. Sus mejillas estaban manchadas por pequeñas salpicaduras de sangre al igual que sus manos, y ahora sus ojos eran distintos, abandonaron ese hermoso color violeta por un rojo profundo que era rodeado por un color oscuro, completamente negro. 

Bajé la cabeza.

—¿Porqué nunca me dijiste? —mi voz se cortó—Entonces el decía la verdad...—se quedo callada— ¿eso quiere decir que no fue un sueño?

—Solo quería protegerte.

—Protegerme... ¿¡qué te costaba decirme lo que había pasado con el?! 

—...¡el te violó! 

La miré sorprendida, mi ceño se frunció y segundos después sentí un nudo en la garganta.

—Así que era eso. —Me miró con lastima, odio que hagan eso.

Mordí mi labio inferior y comencé a dar pequeños pasos hacia ella, hasta finalmente agacharme a su altura y ceñirme a su cuerpo en un cálido abrazo del que no quería separarme. Ella parecía confundida, quizá esperaba una discusión llena de gritos, pero simplemente no podía hacerlo, por más que quisiera no podía enfadarme con ella. Levanté la cabeza y tomé sus mejillas entre mis manos, sus ojos habían vuelto a la normalidad, pero ahora estaban húmedos, no quería verla así.

—No me importa lo que seas, a mi me gustas demasiado como para fijarme en pequeños detalles —besé sus labios—. Me encantas. Pero no comprendo porque nunca me lo dijiste.

Se quedo callada por unos segundos, parecía estar demasiado nerviosa, sus manos temblaban. Al ver que no respondía decidí finalmente hablar, tal vez era tiempo de decirle.

—Ya no trabajaré en Anteiku. —me miró sorprendida.

—¿P-Porque?

—Simplemente ya no me siento cómoda, ahora comprendo porque todos estaban interesados en saber lo que le dije a la CCG, los estaba poniendo en riesgo sin saberlo. Ni siquiera se porque me dieron el trabajo, supongo que todos los de aquí son ghouls, ¿no?

—Cuando te conocí le pedí personalmente al gerente que te diera una oportunidad, en esos tiempos te veías tan frágil que quise cuidarte   —susurro mientras desviaba la mirada—. ¿Como conseguirás dinero?

—Hace tiempo mis padres comenzaron a depositarme dinero en el banco, y no lo se, la universidad comenzará dentro de poco, quizá no me de tiempo de ir al trabajo con los horarios que tengo, además... —Trague saliva y ella me miro confundida, no sabia que hacer.

—¿Qué sucede? —Habló con voz dulce tomando mis manos, debo ser muy estúpida.

—Solo que... últimamente han pasado muchas cosas: lo de Jenn, el hecho de que tu hermano haya echo todo aquello, y aparte me voy enterando de que también eres ghoul, se que no es tu culpa, pero me siento confundida, ciertamente algo estresada y cansada. —Había algo más, algo de lo que no quería hablar, quizá por el echo de no querer hacerla sentir mal, pero que sinceramente se terminará enterando tarde o temprano, pero prefiero que sea tarde, no quisiera empeorar la situación, no lo se, mas adelante lo hablare con ella.

 —Pero puedo...

 —No   —la interrumpí—. N-No puedo.

 —¿Qué quieres decir? —Acarició mi mejilla.

—Touka... 

—Dime.

—Tenemos que darnos un tiempo. —Tomé su mano y la retiré de mi rostro, me levanté y salí de aquel almacén dispuesta a irme. 

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