[3.6; VERDAD]

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¿Estas bien?— Andrew hizo su aparición en cuanto entré a mi habitación.

Asentí con la cabeza, realmente no tenia ganas de hablar. Comencé a caminar hacia la cama, y el fue tras de mi.

¿Dónde estabas? —Cuestionó sentándose a mi lado y lo miré con el ceño fruncido, sonreí de lado.

Mas bien, ¿tu qué haces aquí siendo mas de media noche? —Levanté una ceja y el solo se removió en su lugar.

No contestabas mis mensajes y no estabas en tu casa, estaba preocupado —sonrió algo incomodo—. Bueno, ya e contestado yo, ahora es tu turno.

—Fui a ver a una amiga, pero no me di cuenta de que ya era tarde. —Mentí.

—Me estas diciendo la verdad, ¿cierto? —Su expresión cambió por completo, ahora tenía el ceño fruncido y la mirada fija en mi.

—Porsupuesto.

—Estabas con Touka.

La seriedad en su voz me causaba una sensación de agobio, estaba sorprendida y confundida por su acusación, ¿cómo diablos lo sabia? Bajé la mirada y trate de alejarme de el, pero sujeto mi brazo.

—Debes alejarte de ella.

—¿Qué? Tu no puedes prohibirme tal cosa. —No quería sonar tan grosera, pero hoy no fue mi mejor día.

—Puedo y lo haré.

—Estas loco. —Dispuesta a salir de la habitación me levanté de la cama, pero sentí un fuerte agarre en mi muñeca.

—Siéntate, tenemos mucho que hablar.

—Sueltame. —Trate de sonar lo más segura posible, aunque por dentro me estaba asustando.

Sonrió de lado por unos segundos antes de jalarme hacia el y tumbarme sobre la cama.

—Yo ya hice mi parte, es tu turno. —Habló levantando las cejas y suavizando más su voz.

—¿De qué hablas? —Enarqué las cejas y me removí en mi lugar intentando separarme de el, pero tenía sus rodillas a cada lado de mi cadera.

—Yo ya maté a Jenn, es tu turno alejar a Touka de nosotros. Finalmente podremos estás los dos solos.

Intenté tragar saliva, pero su sonrisa lasciva me producía un nudo en la garganta; aún no lograba procesar sus palabras e intentaba descubrir si era mentira mirándolo a los ojos, aún sabiendo que mis vista se estaba nublando gracias a las pequeñas lágrimas que se estaban formando en mis ojos, los cerré y mis pestañas se empaparon.  Sentía como mi corazón latía con rapidez, causando que mi respiración siguiera su ritmo. Me sentía diminuta bajo su cuerpo, y comenzaba a desesperarme.

Desvíe la mirada, tomé las sábanas con fuerza y dirigí mi puño hacia su rostro, sólo sentí un fuerte dolor en mis nudillos, ardían. Al momento del impacto el giró la cabeza y tomó su mandíbula entre sus dedos, sonrió y lamió la herida sangrante de su labio.

—Sueltame.

Soltó una carcajada y me aprisionó sujetando mis muñecas, se acercó más a mi lamiendo la comisura de mis labios, y dejando un rastro de lo que probablemente es sangre.

—¿Sabes? Me hacia mucha ilusión poder estar contigo, pero veo que gaste mi tiempo. ¿Te parece si mejor me sirves de algo más? —comencé a enterrar mis uñas en su antebrazo, pero parecía que no le daba importancia— Hace tiempo que no pruebo bocado, ¿quieres tener el honor de ser mi cena de hoy?

Lamió la sangre que escurría de su labio y de su sonrisa se asomaron sus blancos dientes. Cerró los ojos y rió, de su espalda brotó lo que jamás me imaginé de el: un kagune que enrollaba a su brazo hasta la punta de sus dedos; abrió los ojos y su iris carmesí se fijó en mi.
Aún no podía imaginármelo asesinando a sangre fría a mi mejor amiga, el, su propio novio. Me daba asco el sólo pensarlo.

Quizá pueda hacer algo.

—No... —sollocé—, porfavor.

Las lágrimas corrieron por mi rostro, y pareció agradarle la situación. 

  —Haré lo que quieras. —Se detuvo un segundo a mirarme y seguido lamió sus labios. Tenía que hacerlo.

Al no obtener respuesta alguna de su parte, me limité a acercar mi rostro aún mojado al suyo, mi respiración se agitó y finalmente lo besé. Comenzó a mover sus labios contra los míos y poco a poco fue siendo mas brusco, mordió mi labio inferior hasta hacerlo sangrar, ardió. 

Terminó separandose de mi, sonrió y volvió a besarme. Hizo abrir mis labios hasta escabullirse en mis boca, jadeé. Pegué mi pecho al suyo y de forma desesperada moví mis manos indicándole que quería tener movilidad, me soltó y rapidamente llevé mis brazos a su cuello, rodeando este y reduciendo el espacio entre nosotros. Sentí sus dedos aferrarse a mi cadera, comenzando a desabrochar mis jeans y subiendo mi camisa paulatinamente. Sus labios se despegaron de los míos y se posaron sobre mi cuello, era hora, gemí cerca de su oído y su cuerpo se estremeció con levedad. 

Mientras comenzaba a recorrer mi cuerpo a su antojo, estiré mi brazo hasta la mesita de noche, continué jadeando para el y con delicadeza tomé las viejas tijeras que reposaban en la madera.

  —Te odio. —Sin esperar más, junté todas mis fuerzas y de forma rápida y sorpresiva para el, enterré las tijeras en la parte baja de su cabeza, una y otra vez hasta que dejó de moverse, hasta que su sangre comenzó a empaparme, hasta que dejé de llorar. 

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¡Hola! a pasado mucho tiempo, ¿no? Lamento dejar la historia por más de dos meses sin actualizar, pero e tenido el tiempo encima, pronto haré un examen muy, muy, muy importante, ¡pero logré encontrar tiempo! y aquí esta el capitulo, espero que les guste mucho. Muchas gracias a todos aquellos que votan y comentan, los amooo, y sin más que decir: ¡nos vemos pronto! 

BLOOD [Touka x reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora