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Mi segundo mes aquí ha pasado demasiado rápido, ¿que puedo decir? Por fin he sanado por completo.
Jenn se ha vuelto una persona muy cercana a mi, al igual que Touka.
Siempre estoy con alguna de las dos cada vez que Ashton no está en el departamento. El dice que trata de buscar trabajo, sin embargo, hasta el momento no ha encontrado ninguno; llega hasta tarde con la misma excusa "No he encontrado empleo" dice el cada que lo cuestiono.
Pero ¡Hey! No insinúo nada en su contra. Sólo me gustaría que se cuidara un poco más. Tengo miedo que algún día sea atacado de noche por un ghoul.
En cuanto a ese tema, ya no lo hemos tocado, el se molesta bastante cada que lo menciono, así que prefiero callarme.

-Aquí está su pedido, disfrútelo -dije amablemente mientras le entregaba la taza de café negro al chico con la perforación en la oreja, aquel que fue mi primer cliente desde que llegué. El viene seguido, casi diario; aveces pide un trozo de pastel de moras y otros días sólo café.

Regresé a la barra, pero no por mucho tiempo, ya que cierta chica de cabello pelirrojo con lentes redondos me hacía señas para que fuera hasta su mesa.
Fruncí el ceño y caminé hasta ella.

-¿En qué momento llegaste? -Jenn me miró con una sonrisa ladina e hizo cejitas.

-Ya te dije, soy como tu sombra -entrecerró los ojos y su sonrisa aumentó.

-Bueno, bueno, lo que digas. ¿Ya te atendieron?

-Si, si.

-¿Entonces?-alcé una ceja.

-¿Sabes? Hoy te vez más buena de lo normal. -giñó un ojo.

-¿Vas a querer un favor, cierto? -rodé los ojos.

-¿Yo? ¿Por quién me tomas? Sólo quería decirte que ese uniforme resalta tu trasero. -fruncí el ceño y una pequeña risa salió de mis labios.

-Vale, ya que no vas a querer nada, me voy. -di media vuelta, pero sonreí malévolamente al ver que me detenía.

-¡No! Necesito que me ayudes. -volví a quedar frente a ella y recargue mi palma en la mesa.

-¿En qué soy buena?

-¿Ves ese chico de ahí? -Señaló justo al chico que acababa de atender.

-Si, viene casi siempre.

-Y tu siempre lo atiendes.

-¿Cómo sabes eso? -sonreí.

-Tengo contactos. -su típica expresión pervertida apareció.

-Acosadora.

-¿Podrías preguntarle su nombre?

-¿Estas loca? No puedo hacer eso, estoy en horario de trabajo.

-Puedes hacerlo mientras le das la cuenta. -Su tono de voz se volvió más dulce de lo normal.

-No, Jenn. Lígatelo en persona -reí.

Esto es serio! El es el chico más guapo y sexy que he visto en mi vida. -Llevó las manos a sus mejillas y enfocó su mirada en el.

-Puff, no exageres.

-Porfavooor -alargó la "o"-prometo no pedirte nada más.

-Eso dijiste cuando fui a declararle tu "amor" a un chico que conociste el día anterior- me cruce de brazos.

-Esto es diferente. Andaaa~

Puse mis brazos en jarra y la miré por unos segundos. Ella sólo puso ojos de borrego moribundo y juntó sus manos a manera de súplica.

-Argh, bueno. -Di media vuelta antes de que ella gritara de felicidad.
Regresé a la barra y mi mirada se fijó en el. Por lo que veía, su taza de café ahora estaba vacía, por lo que no perdí tiempo y fui con bolígrafo en mano antes de que Touka o Irimi lo atendieran antes que yo.
Me paré frente a el y le di una de mis mejores sonrisas.

-¿Va a desear algo más? -El despegó la mirada de la ventana y sus ojos verdes se encontraron con los míos mientras me devolvía la sonrisa.

-No, gracias, sólo quiero la cuenta. -Asentí con la cabeza y se la entregue. El sacó algo de dinero de su billetera y me lo entregó.

-Emm...no se, ¿me podrías decir tu nombre? Claro, si no te molesta.

-Sólo si me dices el tuyo primero. -Una sonrisa gatuna adornó su rostro.

Argh, todo lo que tengo que hacer por Jenn.

-_____ Peters.

-Andrew Venegas.

-Vale, gracias.

-Espera, ¿quisieras salir un rato? -tomó mi mano.

-Lo siento, tengo novio. -me incomodé- pero mira, ¿vez a la chica pelirroja de la mesa del fondo? -el giró su cabeza hasta la mesa de Jenn y asintió- Ella es muy linda, puedes pedirle una cita. -Antes de dejarlo responder, me fui de ese lugar.

Jenn, me debes una más.

(...)

Mi turno terminó, tomé mi chaqueta y salí del edificio junto con Touka, quien últimamente me acompañaba hasta mi departamento por las noches.

Frente a nosotras, estaba Ashton recargado en una de las paredes de la cafetería, de brazos cruzados y la mirada fija en mi.

-Vaya -habló Touka-, es la primera vez en un mes entero que te dignas a acompañar a tu novia hasta su casa en plena noche.

-Eso no te importa. -Caminó hasta mi, pero ella se interpuso entre los dos.

-Necesito hablar contigo.

-¿Porqué crees que hablaría contigo?
-Respondió Ashton.

-No es una pregunta. ____, espera dentro...

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BLOOD [Touka x reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora