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A la mañana siguiente, desperté como nueva...bueno, tal vez no del todo, pero si había mejorado considerablemente.
Hoy era mi primer día en la cafetería, y a pesar de que recibí clases privadas de Touka para saber todo lo que tenía que hacer, estaba llena de nervios. No podía perder el empleo, tenía que hacerlo todo a la perfección.
No podía fallar.

Me coloque el uniforme y baje las escaleras lo más rápido que pude, una vez que entré a Anteiku, encontré a Nishiki limpiando las mesas junto a Touka y una chica de cabello castaño.

No perdí tiempo y gire el letrero de la puerta; "abierto" decía ahora.
Fui directo a la barra en espera de los clientes y tamborilee con los dedos sobre la madera.

-Hey- me llamaron -tranquila, todo saldrá bien. -Touka se acercó y palmeó mi hombro, suspire y me relajé. Tenía razón, no había porqué estar nerviosa.

La campanilla sonó anunciando que alguien acababa de entrar, Touka me miró e hizo un gesto con el rostro en señal de que era mi turno.
Tomé una libreta junto con el bolígrafo y fui en dirección a el; era un chico de cabello castaño alborotado, con una perforación en la oreja izquierda y de más o menos 21 ó 22 años de edad.

Para ser mi primera vez, creo que lo hice bastante bien a mi parecer.
Logré ver que el chico sacaba unas gafas de su bolsillo y se las colocaba para comenzar a leer tranquilamente sus notas en una libreta mientras bebía sorbos de café caliente que yo misma había preparado.

Pasaron algunas horas, y creo que no fue tan difícil después de todo. Atendí a al menos 6 personas a lo largo del día, puesto que aún era "la novata" y no tenía tanta experiencia.

Así mismo, Nishiki siempre se mantuvo alejado, ¿qué hay de malo en mi? De vez en cuando me miraba y fruncía el ceño.

Mientras que Touka atendía las demás mesas, yo me dedicaba a preparar los demás pedidos. Bueno, por lo menos no es tan aburrido como esperaba.

Mi turno terminó y al fin pude tomar un descanso, mis pies me estaban matando, así que decidí subir hasta la habitación de Touka.

Creo que ya era suficiente molestia, así que regresaría a mi departamento; después de todo, ya estaba mejor.

Toqué un par de veces, y escuche que se levantaba de la cama, daba unos pasos hasta la puerta, y la abría lentamente.

-Pasa. -se hizo a un lado y yo entré a la habitación. Por lo visto ella ya había terminado de cambiarse.

-Emmm...yo sólo quería decirte que era hora de irme, gracias por todo.

-¿Ya te irás? Podrías quedarte unos días más, digo, si tu quisieras... -desvío la mirada.

-Créeme que no quiero ser una carga. -coloque mi palma en su hombro-. Además, estoy rentando un departamento, vendré siempre al medio día para trabajar.

-Pero llegaste hasta acá porque te perdiste. Por lo menos déjame llevarte hasta tu departamento.

Esperen, ¿yo cuándo dije que me perdí? Bueno, eso es lo de menos, supongo que si acepto, también me ayudara a saber como llegar hasta aquí mañana.

-Si, me parece perfecto. -sonreí con alegría.

-Vámonos. -tomó mi mano y fue guiándome de regreso a la entrada del edificio.
Una vez que salimos, tomamos un taxi de regreso a mi hogar. Por lo menos estaba más cerca de lo que pensé.
Entonces ¿¡Cómo demonios me perdí!?
Uff, creo que he estado muy distraída estos últimos días, vaya frustración.

Una vez que llegamos a la entrada, gire sobre mis talones y quede frente a ella.

-Es aquí -señale con el pulgar mi departamento-. Gracias, de verdad.

Un pequeño intento de sonrisa apareció en su rostro, parecía querer decirme algo, sin embargo se quedó callada mirando alrededor.

-Bien, nos vemos mañana. -por fin sus ojos se encontraron con los míos, así que me acerque a ella y la abracé con fuerza. Se quedó estática por algunos segundos, pero después correspondió.

Fui la primera en separarme, le brindé la mejor de mis sonrisas y di media vuelta mientras caminaba hasta el edificio. Sentí su mirada clavada en mi nuca, pero no me detuve.

Cuando por fin estaba en mi hogar, deje las llaves en la mesa y fui directamente al sillón de cuero negro. Me deje caer sobre el y cerré los ojos. Suspiré pesado, y casi instantáneamente la imagen de Touka vino a mi mente.
No se que hubiera hecho sin ella, literalmente es mi salvadora.
Tal vez pueda encontrar una gran amiga en ella, hay algo en Touka que me llama demasiado la atención; quizá su seriedad ó su manera tan peculiar de convivir.

Se que aún no podía decir que sabía como es Touka, puesto que sólo he estado con ella una semana, pero si puedo asegurar que me encantó conocerla.

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BLOOD [Touka x reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora