BLOOD [Touka x reader]

020

Uno, dos, tres, cuatro... Había perdido la cuenta de los días que pasaron desde que Touka actuaba raro.

Siempre sale de noche, además de que regresa demasiado triste o frustrada. Claro, el intento por ocultar su descontento era fallido; sabía que no estaba bien.

¿Porqué no confiaba en mi?

Estaba recostada en su cama mientas hablaba con Jenn por mensaje; ella en verdad me ayudaba demasiado, puesto que me daba consejos con la cabeza fría, haciéndome saber lo que estába mejor.
La quería demasiado.

Me despedí de ella y apague mi celular, lo dejé en la mesita de noche y suspiré.
La puerta se abrió con lentitud, sabía que era Touka, pero no me molesté en mirarla, sólo le di la espalda y abracé una de las almohadas.

Sentí que el colchón se hundía y un brazo se posaba sobre mi cintura.

Me sentía mal, me recordaba demasiado a lo que sucedió con mi ex-novio; las salidas de noche, distanciarse... Tenía miedo.

Suspiré pesado y cerré los ojos, trague saliva y me dispuse a dormir.

-¿Qué sucede? -Su voz hizo que abriera los ojos.

-Nada. -Pensaba que tal vez no tenía caso discutir ahora, quizá con el tiempo se solucionaría.

-Se que tienes algo -se ciñó a mi y puso su rostro en mi cuello-. Dímelo...

-Sólo quiero dormir. -Susurré mientras daba la vuelta y me acurrucaba en su pecho.

Pareció bastarle, pues no preguntó más.

Un día más, la misma rutina.
Bajé las escaleras y comencé a limpiar las mesas, en pocos minutos los clientes comenzaron a llegar, la luz entró al lugar y le dio un toque más alegre. Ojalá pasara lo mismo conmigo.

-Hola. -Andrew me saludó, y como siempre, le regalé una sonrisa en forma de respuesta.

Si, estaba triste, pero debía controlar mis sentimientos para tener un mejor aspecto con los clientes.

Hice su pedido y se lo llevé.
Continúe con lo mismo por horas, hasta que llegó cierto chico rubio.

Me sorprendió bastante verlo aquí, así que enseguida fui a atenderlo.

-Hola, ____.

-¿Qué tal, Ryuu? Es la primer vez que te veo aquí.

-Bueno, Jenn me dio el nombre de este lugar. -Sonrió y colocó sus manos sobre la mesa.

-Me alegra que te lleves bien con ella. Bueno, ¿que vas a querer?

Mi turno terminó, así que me puse una chaqueta y salí de la cafetería, necesitaba un poco de aire fresco.

No di ni un paso cuando de nuevo, la voz de Touka había aparecido a mis espaldas.
Paré en seco, pero no di la vuelta.

-¿Qué pasa? -Hablé.

-Vuelve adentro.

-¿Eh? -fruncí el ceño- ¿Porqué? Apenas son las 6:00 de la tarde.

-Aún así, es peligroso, será mejor que entres.- Giré sobre mis talones y me cruce de brazos.

-¿Porqué? -Volví a repetir.

Ella me miró fijamente, pero no habló, en cambio, sólo se acercó a mi y me abrazó.
Me tensé en cuanto sus brazos me rodearon, pero lo correspondí en segundos.

-¿Porqué... Porqué actúas tan raro? ¿Porqué no confías en mi? -Hablé entre susurros.

-Es por tu bien. -Aseguró mientras se pegaba más a mi.

-No lo entiendo...

-Es complicado de asimilar, pero ten asegurado que siempre estaré para ti. -Sus palabras causaron un vuelco en mi estómago.

-Sólo no quiero que te vayas. -Admití.

-¿Por qué crees que lo haría?

-Ya ha pasado una vez.

Un silencio se formó entre nosotras, sabía que ella no comprendía, pero eso era lo de menos.

Sólo quería disfrutar de este momento.

-Hasta que las encuentro juntas. -Una voz masculina resonó entre las solas calles.
Sentí como Touka se tensaba al momento, así que se separó de mi y le hizo frente al portador de aquella voz.

Era la segunda vez que lo veía; el es el primer ghoul que conocí, el primero que me atacó, sus cabellos violetas danzaban a la par del viento, justo como aquella noche.

Mi piel se erizó.

-Tenía mis dudas sobre si estaba contigo, pero creo que ahora está confirmado, ¿cierto, ____? -Escuchar su voz hacia que recordara aquella noche.

Pareciese que el escenario se recreaba una vez más; soledad, terror, el tranquilamente parado frente a mi, y por supuesto, dejando a la vista su naturaleza ghoul.

Pero ahora estaba con Touka, por lo que no quería que ella saliera lastimada.

-¿De qué sirve traer mi máscara? Si ya tienen una idea de como luce mi rostro, ¿¡de qué sirve?!

Touka hizo que me colocara tras ella en cuanto los pasos apresurados de aquel chico se fueron acercando rápidamente hacia mí.

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