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Al ver que no correspondía, se separó de mi, de forma lenta, sus ojos no se despegaron de los míos.

-Touka..., y-yo... -Me quedé callada, no sabía que decir.

Contuve la respiración.

Mi corazón golpeaba con fuerza mi pecho..., comenzaba a doler.

-No digas nada. -Bajó la mirada y se levantó con rapidez.

Mientras se levantaba de la cama y comenzaba a correr hasta la puerta, cerrando esta tras de sí, yo miraba sorprendida el lugar que ella había ocupado en la cama.
Dejé salir todo el aire que retenía en mis pulmones y bajé la mirada.

¿Qué... Qué había pasado?

Mi mente estaba hecha un lío. N-No..., no lo entendía. Sentía mis manos temblar, mi pecho subir y bajar, el nudo en la garganta. Todo era tan extraño.

Tomé entre mis dedos algunos mechones de cabello y suspiré. Cerré los ojos con fuerza y segundos después los abrí, necesitaba despejarme; levanté la mirada y con lentitud me levanté de la cama. Fui a la puerta y salí de la habitación de Touka.
Bajé la escaleras y fui directamente a la entrada de Anteiku.

En cuanto entré, todas las miradas se posaron en mi.

-¿Qué tu no tenías día libre? -Ignoré completamente a Nishiki y pasé de largo- ¡Hey! -Se quejó.

Fui directamente con el gerente y este me recibió con una sonrisa.

-¿Se te ofrece algo, ____?

-S-Si, bueno, quería saber si me permitía trabajar hoy.

-Pensé que estrías mejor con Touka, ya sabes, para que te relajarás después de todo lo que pasó.

-¿Qué fue lo que pasó? -Otra vez Nishiki habló.

-Nada importante. -Respondí.

-¿¡Porqué nunca me entero de nada?! -Bufó. Decidí ignorarlo y enfocar mi mirada en el gerente.

-Bueno, ella salió, y yo necesitaba distraerme un rato. -Dije mientras jugaba con mis dedos.

-Bueno, si eso deseas, por mí no hay problema. -Hice mi mejor intento de sonrisa y fui a ponerme el uniforme, rápidamente regresé ya lista.

Tomé una libreta y atendí al chico que acababa de llegar, este era de cabello negro peinado para un lado, alto y de tez bastante pálida.

Necesitaba quitarme de la cabeza a Touka, ya no era tanto Ashton quien me preocupaba, el sabrá lo que hace y las consecuencias de sus decisiones. Se que será difícil olvidarlo, pero mejor lo borro de mi mente. Pero Touka..., esto es diferente.

¿Fue sólo un impulso, o algo que realmente sentía?

Argh... Necesitaba hablar con ella. Aclarar las cosas, no se, simplemente necesitaba de ella.

A medida que entregaba los pedidos de las personas, mi mente divagaba en aquel momento. Ese momento en donde me besó. Era..., ¿extraño? No, sólo es algo repentino; es algo que me tomó por sorpresa. Aún así, no se qué pensar.

El turno terminó, así que agradecí una vez más al gerente y tomé mi ropa de nuevo.
Necesitaba los consejos de alguien que supiera de relaciones, ¿y quien mejor que Jenn? Ella es la segunda persona a la que más confianza le tengo después de Touka.

Jenn vivía prácticamente cerca, así que me apresuré a llegar con ella.
Su casa era mediana, de color blanco y grandes ventanas. Sus padres justo ahora están de viaje, por lo que una tía esta cuidando de ella.

Me apresuré y golpee con los nudillos su puerta, segundos después ella apareció en pijama, con el cabello desordenado y boronas de galleta en sus mejillas.

-Buenos días. -dije sonriendo burlonamente, puesto que ya eran más de las 6:00 de la tarde.

-¿Qué te sucedió? -Frunció el ceño y acarició la herida en mi rostro.

-Larga historia. -Sonreí tratando de no preocuparla, lo menos que quería en estos momentos es que me tuvieran lástima. -Pero bueno, ¿que haces tu aún en pijama?-Desvíe el tema, ella se percató de esto pero decidió no preguntar más.

-Calla, que estoy de vacaciones. -Rió. -Bueno, pasa, pasa. -No era la primera vez que visitaba su hogar, así que sabía a la perfección donde estaba su habitación, ella hizo una seña con la cabeza para que pasara y así lo hice.

-Jenn, esto esta peor que un chiquero.

-Si, si, me lo dicen a diario. -Colocó una mano en su cadera y otra en su nuca, posando divamente.

Corrió a su cama y de un salto cayó boca-bajo en el colchón.

-Siéntate. -lo hice- Bueno, ¿para qué soy buena? -habló aún con la cara en el colchón.

-Emm, bueno, en resumidas cuentas, terminé con Ashton. -ella se levantó de golpe y fijó su mirada en mí. Así que le conté todo lo que respecta a mi antiguo novio, desde el callejón hasta aquella chica rubia.

-Ese maldito... -entrecerró los ojos y cerró sus puños- juro que le patearé las bolas. -Sonreí ladinamente.

-Créeme que con ese pijama de ositos te ves más tierna que amenazadora.

-¡Eh! -Se quejó- Bueno, dime que puedo hacer para que dejes de estar triste.

-No lo estoy.

-¡oh, vamos! Tus ojitos se humedecieron desde que comenzaste a contar la historia. -me sobresalté y rápidamente tallé mis párpados-. ¡Ya se! Te presentaré a un chico de mi clase que está...-mordió su labio.

-Ese es el problema.

-¿Porqué? -Ladeo la cabeza.

-Touka me besó.

-Oh...-se calló por unos segundos tratando de procesar lo que acababa de decir- vaya, eso si no me lo esperaba, pero..., ¿a ti te gusta?

-Bueno, y-yo...

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BLOOD [Touka x reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora