Parte sin título 11

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Amanece otro día helado en Storybrooke. Pocas personas se aventuran por las resbaladizas calles y las que lo hacen están completamente forradas. No nieva de momento, pero el frío es intenso, bajo cero. La campanilla del Granny's suena y Ruby se sorprende al ver quién llega.

«¡Lily!» sale de detrás del mostrador con una enorme sonrisa

«Ruby...» dice la otra más tímida

«Buenos días» corre para ponerse a su lado «¿Has venido sola?»

«Sí...creo que...haber sido escogida ayer, ya sabes, me ha dado cierto valor para confiar en que no voy a herir a nadie saliendo simplemente para desayunar» responde

«¿Has venido caminando con este frío? ¿Hasta aquí?» desconfía

«No exactamente...vine en mi otra forma la mayor parte del camino. Pero me transformé cuando entré en la ciudad» cuenta

«¿Sin problemas esta vez?» la loba encuentra aquello fascinante

«¡Sin problemas esta vez!» sonríe

«Ven, siéntate aquí» coge a la hija de Maléfica por la mano y la lleva hasta la barra del restaurante «Entonces, ¿qué vas pedir para desayunar, señorita Lily?» Ruby adora el hecho de sentirse tan a gusto en su presencia

«Un cappuccino con chocolate y sándwich de queso derretido, por favor»

«¡Marchando!» se gira y se pone a ello

Las dos conversan mientras Lily come. La joven dragón aún no se puede creer que de verdad viajará a otro reino y la loba especula cómo será Camelot, ya que ella nunca había estado allí. Las dos, sin embargo, están preocupadas con la reacción de Regina.

«Parece que la admiras...» hace referencia a la reina

«Sí...a pesar de todo, sí» confirma Caperucita

«¿Por qué?»

«Regina puede haberse equivocado en su pasado, pero no logro creer que lo haya hecho sencillamente por hacer el mal. La madre que tuvo, todo lo que tuvo que soportar...tenía 17 años cuando el corazón del muchacho que ella amaba fue aplastado delante de sus ojos; fue obligada a casarse con un rey que tenía la edad para ser su abuelo y quién sabe lo que ocurrió en aquel castillo. Regina fue a buscar ayuda para librarse del peso de su vida y el que apareció fue Rumpelstiltskin, el Dark One. Si se dejo arrastrar a través de la oscuridad quizás no lo hizo por elección, sino porque fue el único camino que se le puso delante cuando ya estaba muy golpeada»

«¿Por qué las hadas no la ayudaron?»

«No lo sé...deberían haberlo hecho, ¿verdad?»

«Bueno, siempre he escuchado decir que las hadas ayudan a las personas, pero Regina no tuvo esa oportunidad»

«No. Y por el camino del dolor llegó a donde llegó» comenta la loba «Por lo menos hasta que apareció Henry»

«¿Cambió mucho después de él?»

«Henry hizo que ella fuera capaz de amar de nuevo» responde una Ruby sonriente «Y no necesitó polvo de hada para eso» ironiza

«¿De verdad aceptará este viaje? Mi madre está preocupada»

«Quizás. Si esto hubiera pasado en otro época, mi respuesta con certeza habría sido no. Pero hoy, no sé...nunca he visto a Regina actuando de esta forma, a no ser por Henry. Parece que...es importante para ella ayudar a Emma» la loba frunce el ceño al recordar a la reina desesperada por lo que le había sucedido a la salvadora y después, sus actitudes, actuando junto con las hadas y abrazando para ella la misión de cuidar de la rubia.

Dark ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora