Dark Paradise

Parte sin título 41

La música interpretada por los hombres alegres y Robin Hood resuena por todos los cantos del jardín de Regina Mills y dentro de la casa. La pista de patinajes hecha por Elsa es recibida con grata sorpresa y adolescentes y adultos se entregan a la diversión allí permitida en el solsticio de invierno. Roland corre entre las mesas decoradas, provocando las sonrisas en todos los rostros. Y los ojos del pequeño brillan cada vez que choca con alguna hada o recuerda mirar hacia arriba y ver el brillo de los farolillos de polvo mágico.

Snow, con un vestido en tono crudo hecho a medida para ella, todo en encaje bordado con hilos de oro, y una tirara dorada de flores en la cabeza, está al lado de Charming, elegante en su esmoquin , de color claro. La pareja recibe a los invitados, casi la ciudad entera, entre sonrisas mientras el pequeño Neal es mimado y cuidado por Blue y Nova.

Zelena atrae miradas, algunas desconfiadas y otras de admiración ante su resplandeciente belleza en el vestido verde esmeralda hecho por Jefferson, que dejaba bien a la vista su embarazo. El sombrerero, por otro lado, está bastante elegante en su frac y conduce a la joven Grace, en un bonito vestido de organza lila, hasta un par de sillas.

A Ruby solo se la puede describir con la palabra deslumbrante en el vestido rojo de finas asillas, que ciñe su cuerpo, con aberturas y recortes que muestran más de lo que esconde. A su lado, Lily viste un palabra de honor con la falda de encaje. La morena exhala una sensualidad natural, pero la única mirada que le importa es la de su novia.

Mulan sonríe al lado de Elsa. La guerrera oriental está elegante un vestido negro, se sorprende al sentirse a gusto en aquella ropa, en medio de tantas personas y pudiendo vestirse sin tener la obligación de defender un reino; en una vida diferente, más ligera, a la que fácilmente podría acostumbrarse. La reina de Arendelle, por su parte, sorprendió a muchos con su elección de vestido: abandonó el vestido bordado con copos de nieve para usar un traje sastre en dos tonos de azul por encima del de sus ojos y un moño flojo con algunos mechones rubios sueltos. Le había encantado la idea cuando había ido a pedirle algunos consejos a Regina y tiene que agradecérselo otra vez a la reina, recuerda.

La llegada de Maléfica deja a muchos con la barbilla por los suelos. El despampanante vestido burdeos, ceñido a su cintura por un cinto de cristales, era tan magnífico que solo la hechicera podría atreverse a llevarlo. Quizás sea la única en no llevar una creación de Jefferson, la hechicera prefería crearse ella misma su ropa. Al final, vestirse bien siempre estuvo entre sus encantos y sabía causar impacto realzando su sensualidad al vestir. August y Whale, cada uno en su traje, la miran con adoración y desde el momento en que su presencia es notada.

Merlín pasea por el jardín con una sencilla túnica azul traslucida, la elegancia está en su andar y en el aura mágica que lo envuelve en cada respiración. Belle está adorable dentro de su vestido amarillo de princesa, que había sido retocado por Jeffeson. Le había quitado su estofada falda, ciñéndolo más al cuerpo de la joven. Con cada sonrisa de ella, un latir desacompasado en el corazón de Rumpel, que viste su mejor traje y una corbata a juego con el color de la ropa de su prometida.

Los enanitos también se presentan debidamente elegantes, llevando fracs, al igual que Archie. Y las hadas desfilan con renovado encanto sus mágicos vestidos. Tinker llega usando un modelo clásico, en un tono verde bosque, realzando sus cabellos rubios y ojos claros, además de sus alas que parecen aún más brillantes. Camina con su brazo entrelazado al de Hook, que sacó del baúl del Jolly Rogers un conjunto de pantalón, camisa, chaleco y chaqueta que ni se acordaba de haber usado alguna vez. Era fruto de un saqueo de hacía muchos años, pero, aún así, el conjunto negro con detalles en dorado era muy bonito. El hada le guiña un ojo a Maléfica y a Lily al pasar junto a ellas, que sabían lo que ella había estado haciendo encerrada en la cabaña durante dos días.