The Last of Us {COMPLETA}

>Capítulo 3

—Ya soy mayor para esto— suspiré mientras procuraba mantener el ritmo sin caer, con la pistola preparada para cualquier ataque repentino.

—Nunca se es mayor para este tipo de cosas, Ellie— suspiré de nuevo, no había nada que hacer: a Joel se le había metido aquello en la cabeza—. ¿14 × 20?

—280— respondí rápidamente, deseando que eso acabase cuanto antes. Tal vez sólo necesitaba ver que mi mente seguía igual de ágil.

—¿Menos 30?

—250— eso era demasiado fácil.

—¿Más 290?

—Uh... 540— respondí lentamente pasado un rato. Se habría dado cuenta que lo anterior era demasiado fácil.

—¿Entre 3?— en ese momento vi que a lo lejos se acercaba un vehículo.

—Furgoneta— grité mientras corría a esconderme. Él tardó en darse cuenta de a qué me refería con esa respuesta.

Recé por que no le hubieran visto, y eso parecía. Pasó de largo, pero no nos movimos hasta un buen rato.

—180— dije mientras me alzaba del escondrijo. Joel me miró un momento y casi pude ver la sonrisa mientras se levantaba—. ¿Podemos dejar ya esto?— me apresuré a decir—. 180 es un buen número...

—Divídelo entre 3 hasta que ya no puedas reducirlo más por ese número— agh la condición con la que me retaba y metía en su juego.

—Veamos, 180 entre 3 es...

—Hazlo de cabeza— suspiré, vale: no tenía mucha práctica en realidad.

—20— me miró de reojo con una sonrisa, se lo pasaba bien con esta mierda—. 180 entre 3 es 60, que entre 3 es 20. Y 20 no es divisible entre 3. Ya está.

—¿Y...?

—Ya está dije— lo corté secamente—. Algo bueno de este mundo es que no tengo que hacer materias como las mates en un instituto de mala muerte. Déjame ya, joder.

Él se quedó en silencio y por un momento pensé en si me habría pasado.

Esta obsesión le venía a raíz de los momentos que pasamos en aquel pueblo que dirigía Tommy. Pero eso ya no existía y él parecía no asumirlo.

O tal vez creía que realmente necesitaba aquello, que era lo más cercano a una vida normal que podría tener... ¿No entendía que para mí lo normal era aquello?

Ahora mismo huíamos de un peligro que ni se nos había presentado directamente... Sólo por aquella mirada...

Frené de golpe, ahora sabía porqué me había dado miedo, ahora entendía porqué quería huir sin enfrentarme. Ya lo había hecho tiempo atrás, con 14 años...

—¿Ellie?— busqué los ojos de Joel, ¿se había percatado de que estaba mal? ¿Me abrazaría como aquella vez hasta que me calmase?—. Mira, ahí— busqué donde señalaba, pasado un río había una casa de aspecto acogedor.

—Vamos, tal vez tengamos suerte— dije sin más, cogiendo fuertemente el arma de nuevo. Las manos habían empezado a temblar.