>Capítulo 45

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Habíamos salido con esa tensión en el aire. Emily nos había traído un grupo de 10 personas. Tal vez se viera como que éramos pocos, pero para mí nunca había luchado al lado de tantos. Y aquello era algo que no sabía si me acababa de dar confianza en lo que íbamos a hacer.

Grover y Charly abrían la marcha, seguidos de un ágil Elliot, que había decidio ir por el suelo como la resta de los mortales. Por nuestra parte, Joel y yo cerrábamos la marcha. Cualquiera que nos hubiera visto sin conocernos habría pensado que estabamos tranquilos, pero no era así. Joel fruncía de vez en cuando el ceño y aquello era la clara señal de que no acababa de estar convencido del todo sobre el plan. Y yo... Bien, supongo que juguetear con el cuchillo debía ser ya mi manera de distraer mis pensamientos. Suspiré, queriendo soltar así los nervios que llevaba encima.

—Tengo un mal presentimiento—le susurré sin mirarlo, guardando el cuchillo por séptima vez y pensando que no volvería a sacarlo hasta que fuera estrictamente necesario.

—Nos las arreglaremos, como siempre—intentaba sonar seguro, pero la realidad era que no lo lograba del todo. O tal vez era porque ya conocía demasiado bien aquel tono. A pesar de aquello, afirmé con la cabeza e intenté que aquellas palabras me convencieran a mí también.

Fue entrada la madrugada, cuando nos encontramos el primer problema del trayecto: unos infectados nos rodearon. No entendíamos cómo había ocurrido pero era la menor de nuestras preocupaciones en aquel momento. De hecho, pasado un rato de pelea al lado de Joel, me llegué a sentir bien. Aquello se había vuelto mi forma de despejar la mente y no sabía hasta qué punto podía estar bien.

Cuando acabámos con todo aquello, mis manos estaban manchadas, y en una de ellas me habían mordido. Bueno, más bien la había utilizado para que no se me lanzaran directamente al cuello. No había podido evitar hacerlo en aquel momento de desesperación y adrenalina; aunque seguro que Joel me recriminaría que podría haberlo avatido antes de que llegara a tocarme un pelo, pero lo hecho, hecho está. 

Joel me alargó unos guantes y me dijo que ahora me desinfectaba aquello, y que luego llevara siempre los guantes puestos. Suspiré mientras apartaba la vista de él, callándome los comentarios desagradables que venían a mi boca a causa del subidón que todavía sentía por la batalla recién finalizada. Él cogió mi mano, o eso sentí y me mordí el labio inferior esperando el líquido que haría que mi mano escociera como nunca. Pero antes de que pudiera ponerse con mi herida, unos gritos llamaron nuestra atención. Algo ocurría con Charly.

The Last of Us   {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora