>Capítulo 29

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Le clavé una navaja a un infectado que se acercaba silenciosamente a Joel. Sentí la sangre estallando en mi mano, el sonido del cráneo... Repetí la acción dos o tres veces, hasta que cayó al suelo. Sentí una mano en mi cabeza, era Joel.

—Reserva ese instinto asesino por si lo necesitamos luego.

—Hacía demasiado que no me cargaba a nadie.

—Era un infectado, no estaba vivo, no puedes considerarlo "alguien"— alcé la cabeza y lo miré, su mano seguía en el mismo sitio. La apartó.

—Lo sé, lo sé. Pero sentía que en esa comunidad se me olvidaba lo que era sobrevivir.

—Eso es porque estabas aprendiendo a vivir— volvió la mirada a dicha comunidad. Habíamos llegado a una zona cercana y observábamos atentos—. De toda manera, por el camino nos hemos encontrado a bastantes.

—Te los has cargado todos tú— él se encogió de hombros, como si no fuera excusa suficiente—. ¿Has encontrado algún punto...?

—No hay ninguna zona que no esté vigilada. Ningún punto flaco. Ya te dije que sería difícil entrar como si nada.

—Entonces recurriremos a mi plan.

En ese momento escuchamos un sonido lejano de algún automóvil. Nos escondimos mejor y observamos cómo éste se acercaba. Era la misma furgoneta de la que nos escondimos el otro día, o eso me pareció.

Se me heló la sangre al ver quién bajaba. El copiloto era el hombre por el cual todo había empezado... Era él, no había duda, se trataba de aquella bestia que había acabado con su compañero.

Cogí a Joel de la manga, me había quedado en blanco. Tenía algo de miedo, ¿qué significaba todo aquello? Agarré con fuerza la ropa de Joel; el hombre había volteado la cabeza un instante, permitiendo que le viera los ojos. Sin duda me recordaba a... Apreté con fuerza a Joel, esta vez el brazo. Me recordaba a David.

—Es él. El del bosque.

The Last of Us   {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora