El Matrimonio Perfecto

Capitulo 1 - La Boda

Se preguntarán quién soy yo y por qué estoy contando esta historia. Para empezar déjenme decirles que soy Dulce María Espinosa, una mujer perfecta en todo el sentido de la palabra, se que soy hermosa y no es algo que solo opine yo sino todos los que me conocen. La gente del medio, las revistas de sociedad y sobre todo los hombres dan fe de lo que les estoy diciendo.

Hoy es el día...bueno no cualquier día en el año, hoy lamentablemente me caso con el tonto engreído de Christopher, mi prometido. Un hombre que solo conozco hace aproximadamente tres meses y cuya única certeza tengo es que me dará la vida de reina que yo me merezco. Estaba más que segura de casarme con él, bueno al menos hasta hace unas horas que fue cuando empecé a entrar en pánico y mi indecisión crece con cada segundo. Las manos me sudan y creo que estoy a punto de tener una crisis de nervios por no decidirme si casarme o no.

De esta decisión dependerá todo mi futuro, tendré que convivir con él a diario por el resto de mis días. Miles de preguntas rondan por mi cabeza en este momento, se supone que ya debería estar completamente arreglada pero mi vestido sigue tendido sobre la cama. Mi habitación es toda una locura porque todo lo he dejado tirado, en este momento lo que menos importa es el orden.
Siento que tocan la puerta y apenas escucho quien es decido terminar de vestirme... no quiero tener que escuchar a mi madre gritando que nunca puedo hacer nada bien y que tengo que arruinar todo.

— ¿Dulce piensas salir de ahí hoy o mañana? —mi madre toca insistentemente la puerta y después de unos minutos salgo de la habitación —camina bien querida, ¿todo el trabajo que me costó educarte y convertirte en una dama se fueron por un tubo?— este tipo de comentarios los he tenido que soportar toda mi vida y se volvieron mas insoportables desde que... aparto aquello de mis pensamientos y acomodo mi vestido, veo por ultima vez si mi maquillaje y peinado siguen en perfectas condiciones. La tiara que ha enviado Christopher como regalo de bodas es preciosa y va a juego con el vestido de novia que por cierto también fue un regalo de él.

Cuando llego a la iglesia en la puerta ya no hay nadie así que supongo que todos están adentro, afuera solo está Charlotte la pequeña sobrina de Christopher con su madre quien agarra su mano. La pequeña permanece tan sonriente y eufórica por estar allí que me recuerda como era de pequeña... nada bueno le depara si sigue así.
La hermana de Christopher se acerca a mi y me abraza demasiado afectuosa, sonrío falsamente y trato de parecer una buena persona pero esta situación me sobrepasa, detesto las demostraciones de cariño y esta mujer está cruzando los límites.

—Hola tia Dul —me saluda la niña con su pequeña voz melodiosa.

—Hola Charlie — respondo acariciando su carita. Desde que la conocí hace dos meses sus ojos siempre me han llamado la atención , son tan profundos que te puedes perder en ellos.

— ¿Estas nerviosa? — pregunta con demasiada curiosidad.

— Solo un poquito — miento a lo grande porque dejaría a la niña traumada si le digo lo que en realidad cruza mi mente — ¿ya viste a tu tio Chris?—después de darme cuenta lo que pregunté me doy un golpe mental, esta niña habla hasta por los codos y para que se calle se necesita Dios y compañia.

— Si, está muy guapo — sonríe mostrándome sus perfectos y pequeños dientes — eres afortunada, cuando yo crezca quiero un esposo así.

¡Pobre niña, no sabe de lo que habla!

— Charlie no hagas tanta platica que ya es hora de entrar, ven aquí hija— la reprende con dulzura.

—Está bien mami — voltea a mirarme sin quitar la sonrisa de su cara — no estés nerviosa tia Dul, después llorarás y arruinarás tu maquillaje.

—Charlie... —la reprende su madre.

—¿Qué?, ¡Es verdad mami!, después queda fea y el tio Chris no se va a querer casar con ella — la niña me hace reir sinceramente con su comentario como no lo hacía en años.