Capitulo 2- Monotonia

11.6K 557 44
                                    


En el último año mi vida se ha convertido de lo más monótona, si antes creía que sería totalmente feliz al casarme con Christopher por su dinero estaba totalmente equivocada.

Las cosas han tomado un rumbo totalmente diferente, él pasa en el trabajo todo el día y cuando regresa o ya estoy dormida o terminamos discutiendo. Estar casada con el es todo un suplicio, tener que soportar a mi suegra y al resto de su familia que insisten en meterse en lo que no deben también.

El único lugar en el que soy feliz y libre es en el jardín que yo misma arreglo así me distraigo de la pesadilla en la que vivo. Pinto para expresar mis sentimientos y anhelos pero en este momento pinto las hermosas mariposas que revolotean a mi lado. Desde que recuerdo siempre me han gustado pero hubo una época en las que se convirtieron en lo único que me mantenía cuerda.

Muchos se preguntan por qué soy así, creo que mi marido debe de pensar que no tengo sentimientos y puede que tenga razón. Los golpes que me ha dado la vida me han enseñado que si no eres así les das el poder a los demás de destruirte.

— Dulce —escucho a Christopher llámeme pero decido ignorarlo— Dulce te estoy hablando.

— ¿Qué quieres?— pregunto exasperada.

— Hablar contigo — ruedo los ojos y me concentro en mi pintura.

— ¿De qué Christopher? ¿No ves que estoy ocupada?— odio que la gente me mire mientras estoy haciendo algo, simplemente no me concentro.

— Solo estás pintando — farfulla entre dientes y yo tiro el pincel sobre la mesa que está a mi lado para voltear enojada a verlo.

— Ya sé que piensas que nunca hago nada, que lo que hago no requiere ningún esfuerzo— justo como mi madre quien se encarga de decirme cuánto valgo cada vez que me ve.

— Yo nunca he dicho que pienso eso— lo escucho decir defendiéndose.

— Porque lo piensas pero no lo dices— le digo irritada por su actitud.

— Siempre estás a la defensiva, nunca puedo hablar contigo Dulce— siempre yo cargo con la culpa de todo y estoy harta de eso.

— Claro cúlpame de todo lo que pasa en nuestro matrimonio — grito enojada queriéndole lanzar toda la pintura encima y dañar ese traje hecho a medida que me saca de quicio.

— No estoy culpándote Dulce solo quiero que tengamos una conversación normal sin gritar o sin discutir.

— Habla entonces, te escucho— vuelvo a tomar mi pincel y me concentro en el lienzo.

— Mi abuelo vendrá a visitarnos.

— ¿Cuándo?

— En unos días, solo se quedara unas semanas— ¡Dios mío por qué me mandas tantas pruebas si sabes que no tengo paciencia!.

— Ósea que tendré que jugar a la esposa perfecta por semanas... ni siquiera por días... semanas.

— Dulce por favor deja de comportarte como una niñita mimada y berrinchuda— esta vez si colmó mi paciencia y le diré algo que tengo atorado desde hace mucho tiempo.

— ¡Berrinchuda tu madre!, que por cierto es una bruja— su cara cuando le digo eso es todo un poema.

No se lo había dicho por consideración pero como él no tiene ninguna conmigo pues yo tampoco lo pienso hacer.

El Matrimonio Perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora