Capitulo 25 - Ya estoy de vuelta...

5.1K 310 178
                                    

Narra Dulce

Manejo sin rumbo fijo por la ciudad hasta que decido ir con la única persona que siempre ha sido incondicional conmigo, gracias al cielo tengo el control para abrir la puerta de su garaje, entro y parqueo el carro, mi celular no para de sonar así que lo apago, no quiero verlo no quiero escucharlo, después de todas sus mentiras no se si pueda perdonarlo.
Busco en el fondo de mi bolso el juego de llaves que me dio y abro la puerta, apenas atravieso el umbral veo que hay algunas botellas de licor abiertas sobre la mesita de la sala, típico de él y sus fiestecitas, lo raro es que nunca las hace tan temprano, apenas es medio día.....subo las escaleras y abro la puerta de su cuarto, para limpiar esa escena tan grotesca de mi mente tendré que lavar mi cerebro con lejía.
— Pabloooo— grito y ambos se separan
— Dul qué haces aquí ?— se cubre con la sábana y me mira espantado.
— Te lo diré pero luego de que esta gata se largue aquí — la mujer se va a levantar y yo la detengo con tan solo una mirada
— Oye que te pasa yo....
— Tu nada..... tú vas a coger tus chiros de ropa y te vas a largar de aquí a la de ya— le digo tronando los dedos.
— No le vas a decir nada ?— le dice ella a mi primo.
— Lo siento, otro día será — la otra tonta qué creía ? qué la preferiría a ella y no a mí? pobre ilusa, la acompaño a la puerta no vaya a ser que se lleve algo, vuelvo a la habitación y lo encuentro todavía en la cama.
— No pensaras que me voy a ni siquiera sentar sobre esas sábanas donde te tiraste a otra— el entrecierra los ojos y después los abre sorprendido, quién sabe por qué pero se levanta y se enrolla la sabana en las caderas— no hay nada de lo que estás cubriendo que no haya visto.
— Lo sabía, eres tú....volviste primita, hazme el favor y pásame unas sabanas que hay en el armario.
— Me viste cara de sirvienta?— le pregunto sin poder creerlo.
— No, te vi cara de que necesitas hablar con alguien y como no quieres sentarte sobre las sabanas ahora pues te toca pasarme las que te digo— camino hasta el armario y saco las dichosas sabanas, él las coloca y finalmente puedo sentarme— haz visto mis— veo tirado en el piso lo que busca y los tomo.
— Aquí están..... no se por qué de repente tan pudoroso conmigo, vamos Pablo que los dos nos conocemos y no veo cuál es el problema— él se viste y me mira negando con la cabeza.
— El problema es que estás casada — ahora resulta que le importa eso.
— No parecía importarte el día de la fiesta cuando estuvimos a punto de tener sexo en medio de los jardines.
— Dul dame un respiro, estaba tirándome a alguien y tú llegas e interrumpes, después me dejas en shock al ver que haz vuelto a ser tú.... entiende que han sido meses en los que hemos tenido otra relación, éramos primos normales.
— Nosotros no somos normales Pablo— me arrecuesto en la cama y el lo hace al lado mío.
— Qué paso? Haz estado llorando verdad?— agarra mi cara y yo aparto la mirada.
— Yo no lloro y lo sabes— digo cortante
— Tú no, tu otra Dulce si lo hace— ruedo los ojos y detesto que me recuerde eso.
— No hay otra Dulce, solo soy yo y ya estoy de vuelta así que acostúmbrate— por muy malas caras el no se amedrenta.... es el único que me soporta.
— Me vas a contar?— inhalo y exhalo porque me altero de solo recordarlo
— Christopher es un maldito mentiroso, todo este tiempo me ha estado manipulando, haciéndome creer no se cuantas estupideces, todo este tiempo pintándome ilusiones de globos de jabón.
— Ilusiones que te gustaban.... cuál es el problema?— me choca, no saben cómo me choca cuando se pone en plan de Teresa de Calcuta.
— El problema es que detesto que me mientan, que crean que soy débil, detesto sentirme utilizada, ese es el problema— le digo alterada.
— Y qué pasa con Christopher?— lo miro porque no entiendo a qué se refiere.
— Qué pasa de qué?— el rueda los ojos y niega con la cabeza.
— Que sientes por él? Lo amas no?— trato de evadir esa pregunta como sea.
— Por qué precisamente tú me estás preguntando esto? Siempre dijiste que este matrimonio estaba destinado al fracaso, es más horas antes de casarme me lo dijiste.
— Horas antes de tu matrimonio estábamos juntos es verdad, te pedí que no lo hicieras que nos fuéramos si era necesario....pero al final te casaste y en este tiempo aprendí a vivir con tu decisión.
— Y estuve a punto de no hacerlo, pero mi madre me presiono para que lo hiciera— él agarra mis manos y las aprieta.
— No te estoy reclamando nada Dul, al final creo que las cosas no salieron como yo creía y si es verdad que siempre hemos sido los dos, siempre había sido el único que estaba ahí para protegerte, pero aunque al principio me costó aceptarlo Christopher también te quiere y haría cualquier cosa por ti.
— De qué lado estás? Del mío o el de Christopher — me levanto alterada de la cama.
— No estoy de ningún lado, solo estoy dando mi opinión desde afuera de toda esta situación, es normal que te sientas así pero ya pensaste que es lo que vas a hacer?
— Le dije que quería que se terminara todo entre lo dos— él me ve desde la cama y siento que estoy en el Psicólogo con todas las preguntas que me hace.
— Te piensas divorciar ?— esa pregunta retumba en mi mente y por alguna extraña razón siento miedo.
— No lo sé, de verdad que antes de todo este accidente estaba al borde de un colapso, nuestro matrimonio literal ya se había ido a la mierda.
— Pues de verdad si te divorcias esta vez si mataras a Blanca, literal le daría un infarto de la rabia.... y ni qué decir de la víbora de tu suegra, es que de verdad es más arpia que tú— le tiro uno de los cojines en la cara y se ríe.
— Ni me lo digas.... es que no puedo creer todo lo malo que me pasa.
— Eres muy afortunada al contrario de todo lo que crees— me da flojera escucharlo aveces.
— No comiences con tus habladurías quieres si no quieres que te vaya como a Christopher— de repente recuerdo que él no me dijo nada, que también ayudó a Christopher con sus mentiras— eres un mentiroso, tú también me mentiste como él— empiezo a golpearlo pero el es más rápido que yo y antes de que siga ya me tiene las muñecas agarradas.
— Cálmate.... Dul cálmate, yo no te mentí solo que el doctor nos pidió no darte información sobre tu pasado a menos que tú recordaras
— Pero tú eras la única persona en la que podía confiar, tenias que decírmelo....— siento mis lágrimas correr por mis mejillas otra vez, no puedo creer que precisamente él me haya hecho eso.
— No podía hacerlo así que cálmate qué estás embarazada y te puede dar algo, entiende que no podía hacerlo, yo no tengo que ver con nada de lo que te dijo Christopher.
— Pero sabias que nuestro matrimonio estaba mal— le grito.
— Querías que te asustara y te dijera que te casaste por conveniencia, tu matrimonio era una gran mentira y que además de todo éramos amantes.... querías eso?— me toma de los hombros y me mira fijamente.
— Pues viéndolo así....
— No podía exponerte a que tuvieras una recaída por yo decirte todas esas cosas.... tienes que entender que todo lo hice por tu bien, nunca haría algo para lastimarte y lo sabes mejor que nadie.
— Tienes razón.... ya sé que no harías nada para lastimarme, pero entiéndeme.... todos estos meses viviendo una vida que no era mía.
— Pequeña claro que era tu vida.
— No Pablo.... detesto que me mientan y más que todo es que me traten como si fuera una idiota.... Christopher jugó conmigo todos estos meses.
— Dul....— lo interrumpo porque no quiero escuchar más.
— Solo quiero descansar, puedo quedarme aquí?
— Sabes que si cariño, recuéstate un rato y después hablamos — me lleva hasta la cama y arregla las almohadas para mí, se acuesta a mi lado y acaricia mi cabeza con delicadeza, como sabe que me gusta y que me relaja, cierro los ojos y poco a poco me quedo dormida.

Narra Pablo

Espero a que se quede completamente dormida y salgo de la habitación y bajo a la cocina a preparar algo de comer, seguro cuando se levante va estar muerta de hambre, paso por la sala y veo su bolso en el sillón, tomo su celular que está apagado y apenas no prendo empiezan a llegar sientes de mensajes y llamadas, todas de Christopher quien de seguro debe de estar volviéndose loco, batallo entre llamarlo o no, es algo difícil porque si Dulce se entera que le dije que estaba aquí es capaz de irse a otro lado sin decirle a nadie y ahí si que sería más peligroso, quizás ella más tarde hable con él.... a quién quiero engañar, Dulce no lo llamará ni siquiera si se estuviera acabando el mundo.
Tomo sus cosas y algo para comer, subo las escaleras y veo que todavía está durmiendo, es la única manera que se vea en paz porque esta mujer es un torbellino desde que es pequeña, me siento a su lado y solamente la veo tan frágil como es en realidad , tan frágil como pocos la conocen, tan asustada y desprotegida como la primera vez que la conocí, momentos como este solo me recuerdan por qué es mi deber siempre estar a su lado, apoyarla y protegerla de todo y de todos inclusive de ella misma cuando es necesario.
Empieza a removerse en la cama y sobo su espalda como hacía mi madre cuando teníamos pesadillas, se calma y vuelve a dormir .

Narra Christopher

La llamo mil veces sin tener ningún tipo de respuesta, debe de tener el buzón lleno de mensajes pero estaba tan enfadada que dudo que me conteste, solo necesito saber que está bien, que no le pasó nada ni a ella ni a mi hijo....sus palabras retumban en mi cabeza y sus ojos tristes y llenos de desilusión no dejan de asecharme, recuerdo cuando le pregunté que iba a hacer con nuestro hijo y vi su dolor cuando me dijo que yo creía que era un monstruo y que lo mejor era terminar con esto.... ya sé que esto es mi culpa y que en algún momento iba a suceder, no sé cómo se me ocurrió que simplemente las cosas se alinearían para que nuestro matrimonio fuera perfecto como siempre debió ser.
Paso horas intentando localizarla, llamando a hoteles, clínicas cualquier lugar que se me ocurriera, en el estado en el que iba cualquier cosa podía pasar. Siento mi teléfono sonar y corro a contestarlo rogando que sea ella, pero me desilusiono al ver que no es, es un número que no conozco pero de todos modos decido contestar.
— Es usted el señor Uckermann?
— Si, soy yo, quién habla?
— Le hablamos del colegio de Charlotte, la niña salió de sus actividades extra curriculares hace más de una hora, aquí dice que la persona que la persona con permiso para retirarla del colegio es la señora Dulce Uckermann, hemos tratado de comunicarnos con ella pero no contesta y ya no podemos tener a la niña más aquí, todos sus compañeros ya se han ido.
— Lo siento, de verdad que siento las molestias causadas, en este mismo momento salgo para allá.
— Está bien lo esperamos entonces — cuelgo la llamada y no puedo creer que no haya notado que mi sobrina no estaba en la casa, quizás mi madre tenga razón y no estamos preparados para cuidar de ella.
Subo las escaleras, me lavo la cara y me cambio la ropa lo más rápido que puedo, manejo hasta el colegio y solo es en el camino cuando me doy cuenta de la magnitud de las cosas, ahora no solamente solo nosotros dos, Charlie va a sufrir mucho con esta separación.... no creo que pueda soportar algo como esto.

Hello amores bonitos 🙋🏻 a quien le gusta la Dulce mala de vuelta 😈😂 aquí se descubren algunos secretos, espero haber respondido algunas dudas con este capítulo....ahora díganme qué creen que pasará? Dul y Chris se separan? Dejen sus comentarios y sus votos ⭐️💕

El Matrimonio Perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora