Capitulo 26 - Tengo Miedo....

4.9K 316 150
                                    

Narra Christopher

Bajo del auto rápidamente y voy en busca de mi sobrina, pregunto por la dirección y ahí la encuentro a punto de caerse dormida, me disculpo una y otra vez por este percance, camino con ella en brazos hasta el carro y la pongo en su silla, manejo de vuelta a casa y cuando llegamos la subo hasta su habitación, se hace cada vez más tarde y todavía no tengo noticias de ella.
Me siento en la cama y tomo una de sus almohadas, conservan su delicioso olor y me abrazo a ella, es imposible no llorar y tratar de mantenerme fuerte porque simplemente mi vida no es igual sin ella a mi lado, siento unos pasos acercarse a la habitación y pasados unos segundo veo a mi pequeña sobrina aparecer restregándose sus ojitos y con el peluche que le regaló Dul de su mano, me limpio la cara rápidamente y me acerco a ella.
— Hola princesa, quieres algo?— ella asiente todavía medio dormida.
— Tengo hambre..... tío Chris no fuimos a comer pizza— lo había olvidado completamente con todo lo que pasó.
— Lo se mi niña pero es que te quedaste dormida— acaricio su cabeza y ella parece no haberse dado cuenta de la cosas.
— Pero podemos ir ahora — dice con su hermosa sonrisa iluminando su cara.
— Ahora?— le pregunto.
— Si tengo mucha hambre..... dónde está la tía Dul? Dul... tía Dul donde estás? — la escucho llamarla, prácticamente gritar su nombre y después me ve con sus ojitos aguados— tío Chris donde está mi tía Dul?— se me encoge el corazón verla así.
— Ven aquí mi amor — intento tomar su mano pero se suelta.
— No no no yo quiero a mi tía.... quiero a Dul tío Chris— empieza a llorar y a patalear tirada en el piso.
— Tranquila Charlie.... mírame está bien— la tomo en brazos y la siento en la cama— la tía Dul no está.
— Se fue? Me va a dejar solita como mis papitos— escucharla decir eso fue como un golpe en la cara, el miedo que tenía se reflejaba en sus ojos.
— No mi amor.... lo que pasa es que está de viaje— le digo tratando de calmarla.
— Entonces vamos con ella— hace pucheros y solloza.
— No se puede pequeña— trato de secar sus lágrimas pero no puedo porque salen sin parar.
— Por qué?— pregunta en medio de sollozos.
— Porque está muy lejos y ahorita ya es de tarde
— No me importa.... yo quiero a mi tía Dul— grita con todas sus fuerzas y yo no sé qué hacer.
— Quieres ir por la pizza?— ella simplemente se niega.
— No sin mi tía Dul— trato de pensar que hacer para tranquilizarla pero no se me ocurre nada.
— Pero si acabas de decir que tienes hambre — me pongo a su altura  y agarro sus manitas.
— No si no vamos con la tía Dul— de verdad esta situación me supera.
— Pero princesa ya te expliqué que la tía Dul no está — se suelta de mi y me mira enojada.
— No importa, eres un malo... no me quieres llevar con Dul.... ya no te quiero— sale corriendo de la habitación y oigo como suena la puerta de su cuarto al cerrarse, voy detrás de ella pero me doy cuenta que se ha encerrado, la dejo ahí un rato y pido un poco de su pizza favorita a domicilio, una media hora más tarde llega y le sirvo un pedazo de pizza y la subo hasta su habitación, toco su puerta pero se niega a abrirme, busco las llaves y entro a su habitación, no la veo por ningún lado, busco debajo de la cama, en el baño, por todas partes y ya empiezo a preocuparme, por último se me ocurre es buscar en su armario y ahí la encuentro dormida con su carita bañada en lágrimas, la cambio como puedo y le coloco su pijama, camino con ella hasta mi habitación y la acuesto del lado donde duerme Dul y se abraza a su almohada instintivamente.
La noche se hizo larga y no pude pegar el ojo ni un segundo, no se en qué momento de la mañana o de la madrugada me quedé dormido, abro los ojos y me veo todavía vestido con la ropa de ayer, cierro los ojos deseando de que todo haya sido una horrible pesadilla ..... pero no es así, todo sigue igual que ayer, ella no está a mi lado, ni siquiera sé dónde está.

Narra Dulce

Abro los ojos lentamente y miro a todos los lados reconociendo en lugar donde estoy, vuelvo a cerrar los ojos y me remuevo en la cama hasta chocar con un cuerpo, abro los ojos y recuerdo donde estoy, me quedo así por un rato hasta que ya no puedo seguir más en la cama además de que me muero de hambre, empiezo a mover a Pablo hasta lograr despertarlo.
— Mmmm cinco minutos más— Pablo duerme tan mal como Charlie, se acuesta de una manera y terminan atravesados en toda la cama.
— Levántate vamos— lo nuevo una y otra vez pero él me ignora.
— Todavía es temprano— responde con los ojos cerrados
— Pablo tengo hambre — alza la cabeza y cuando creo que se va a levantar me doy cuenta que no es así.
— Espérate un tantito no?— no me doy por vencida y lo sigo moviendo.
— Vamos arriba— al final patalea un poquito pero se levanta.
— No te ibas a dar por vencida verdad?— finalmente se levanta y solo está en bóxers.... si, imposible no mirarlo.
— Ya sabes que no primito—dice caminando hasta el baño.
— Voy un minuto al baño, está bien?— yo me quedo acomodada en la cama y lo analizo.
— Estás aplicado con el gimnasio verdad— el entrecierra los ojos y me mira como si no entendiera.
— Por qué ?
— Pues la última vez que te vi en condiciones no te recuerdo así— Pablo se ríe y se mete al baño y desde ahí me grita.
— Deja de mirarme así que me siento violado Dulce María — ahora se siente violado.... yo nunca lo he oído quejarse.
— Ay si tú.....cuándo te has sentido así en todo este tiempo juntos?
— Pues déjeme pensarlo — le tiro un cojín de los que están el piso.
— Oyeeee, nunca te obligo a nada tú siempre vuelves a mi.
— Yo puedo decir lo mismo.... ya te sientes mejor?— sale del baño y busca su ropa.
— Si.... un poco más despejada que ayer — bajamos a la cocina y me siento como puedo en la barra.
— Sabes que harás ?— en realidad ni siquiera he pensado en eso, trató de no pensar en el engaño de Chris si no terminaría llorando otra vez.... maldigas hormonas.
— No se, quedarme unos días aquí contigo y hacer que mi marido se queme las pestañas pensando en donde estoy— tomo de la nevera un poco de fruta y me la como mientras él me prepara el desayuno.
— Eres perversa— lo veo negar con su cabeza y no se por qué se sorprende, me conoce mejor que nadie y ya sabe cómo soy.
— Ya me conoces, por qué te asustas?
— Pues no se.... de verdad que ya no deben de asustarme tus ocurrencias.
— Me vas a preparar mi desayuno ya?
— Si intensa ya voy, tú crees que soy tu marido que corre cada vez que truenas los dedos—
— Por qué me tratas así?— se me llenan los ojos de lagrimas y es algo que no puedo controlar por más que me quiera hacer la fuerte.
— Ya ya, ven aquí — me abraza fuerte como siempre lo hace y besa mi cabeza — lo siento, solo quiero lo mejor para ti.
— Lo mejor para mí es no estar en esa casa— él asiente y limpia mis lágrimas.
— Tendrás que ir por ropa o algo así, aquí hay ropa tuya pero no creo que te quede— ruedo los ojos y me parece fantástico que me diga eso.
— Ya se que estoy gorda..... puedes ir tú a mí casa? Porfis no me quiero topar con Christopher y que empiece a decirme más mentiras.
— No estás gorda, estás embarazada y es una etapa hermosa— escucharlo decir eso me estremece y me pone mal otra vez.
— Por favor no quiero hablar de eso
— Tienes que afrontarlo, aceptar que estás embarazada y que tu hijo nacerá en dos meses— siento un hueco en el estómago y no es fácil para mí enfrentar esto.
— Tengo miedo— digo finalmente.
— Lo sé cariño, se que estás muerta de miedo y no tienes que ocultarlo delante de mi, te conozco más que nadie.
— Y si no nace bien.... y si no soy una buena madre....y si pasa otra vez?— no no quiero imaginarlo.
— Espera un momento..... esto es por.... por Annelie?— bajo la cabeza y evito a toda costa llorar.
— No.... no me hagas hablar de eso — me falta el aire de solo escuchar su nombre.
— Dul mírame..... serás una estupenda madre, lo que pasó hace unos años no fue tu culpa.
— Es que....no puedo.... no puedo hablar de esto por favor.
— Hablar hace bien, tú crees que a mí no me duele? Dul todos los días de mi vida me pregunto qué hubiera pasado si no hubiera sucedido eso.
— Pablo por favor te lo ruego.... no hablemos de eso
— Está bien, no hablaremos de eso... sientate que ya está el desayuno, espero que esto no te den ascos.
— No, ya pasé esa etapa no te preocupes
— No quiero volver a tocar el tema pero que harás con tus cosas?
— No se, si utilizo mis tarjetas Christopher me va a ubicar— y eso es lo que menos quiero.
— Pareces fugitiva
— No es eso, es que no quiero tenerlo detrás de mi diciéndome más mentiras.
— Entonces que piensas hacer?
— Préstame las tuyas— digo rápidamente
— Perdón ? Prestarte qué?..... es un chiste verdad?
— No.... vamos primito por los buenos tiempos— hago mi mejor esfuerzo para convencerlo, pero se niega.
— No ni lo pienses.

Una hora después estábamos entrando a mi boutique favorita, por supuesto el cargándome las bolsas.... el que se negaba a comprarme algo ya había pasado su tarjeta unas siete veces más o menos.
— Señora Uckermann que gusto verla otra vez por aquí hace rato que no la veía.... no sabía que estaba embarazada, felicidades.
— Gracias — respondo incomoda
— Necesito varios outfits, nada ancho.... ya sabes mis gustos.
— Si señora pasen por aquí por favor, quieren agua, café, champaña?
— Agua para ella y una copa de champaña para mí — responde por mi.
— En seguida — la dependienta se va y yo me volteo a verlo.
— Desde cuando decides por mi?— le digo enojada.
— Se lo autodestructiva que te pones por eso elegí por ti — inhalo y exhalo tratando de no decirle algo que después me voy a arrepentir.
— No tienes ningún....
— Tengo todo el derecho y lo sabes....ese bebé no tiene la culpa de lo que está pasando, si no estuvieras embarazada te juro que nos iríamos a las Vegas y nos beberíamos todo el alcohol de la ciudad pero dado que si lo estás entonces te toca aguantarme cuidando cada paso que des.
— Ya que... me toca aguantarme en plan maternal, te ves más sexy cuando estás en plan rudo— me río de la cara que pone.
— Dulce.... te van a escuchar — susurra bajito para que solo yo lo escuche.
— Últimamente me está gustando esto de ponerte nervioso— digo riéndome.
— Mejor ya ves a probarte la ropa y yo te espero aquí, sales y te digo que tal— la empleada de la tienda llena el vestidos con miles de prendas.
— También ropa interior ?— le muestro la lencería que me han traído y lo veo rodar los ojos.
— Tú solo entra y deja de fastidiar — entro al probador y elijo que me voy a probar primero

Narra Pablo

Mientras ella se cambia decido tentar mi suerte y exponerme a que Dulce me mate, llamo a Christopher para por lo menos tranquilizarlo y decirle que ella está bien.
Suena un tono, dos tonos y cuando estoy a punto de colgar me contesta.
— Pablo no estoy de humor para tus chistes así que si es algo serio habla ahora— me provoca colgarle y dejar que se siga quemando las pestañas como dice Dulce pero me recuerdo que tengo que hacer mi acción buena del día.
— Buenos días a ti también Uckermann yo estoy bien gratis por preguntar.... si llamaba para decirte algo serio.
— Qué?— qué carácter el de este hombre, con razón Dulce y él se llevan tan bien.
— Dul está bien, está conmigo y está sana y salva desde ayer.
— Qué ? dónde están ? Necesito verla... hablar con ella, dime dónde están y voy enseguida— ya sabía que me diría eso pero no pienso fallarle a Dul.
— Solo te llamaba para eso, no puedo decirte dónde estamos porque ten por seguro que Dulce primero me mata y luego se va a otro lugar donde no la encuentres.
— Pablo te lo pido.... es más te lo ruego necesito verla— oírlo tan desesperado de verdad que me hace flaquear por un momento pero no... no puedo decirle nada, bastante estoy haciendo con decirle que está bien.
— Ya te dije que está bien, ayer estaba muy alterada pero hoy la veo más animada
— Qué está haciendo?— en ese momento sale con un vestido bastante ajustado que la hacía ver increíblemente sexy aún embarazada.
— Comprando ropa — se mira en el espejo y luego me mira a mí.
— Te gusta?— yo le digo que si con la cabeza y dejo un momento la llamada.
— Si, te queda bien.
— Con quién hablas ?.... necesito toda tu atención en mi— casi me quita el celular pero fui más rápido que ella.
— Ves a probarte otro y cuando salgas prometo no estar al teléfono— vuelve a entrar al vestidor y prosigo con la conversación.
— Era ella?— oigo decir a Christopher
— Si era ella — respondo tratando de que no me escuche.
— Pero como le está haciendo si no me ha reportado ningún movimiento en sus tarjetas.
— Está saqueando las mías — saquear es poco con todo lo que ha comprado esta mujer.
— Me pasas las cuentas y yo te lo repongo.
— No seas tonto Uckermann, es verdad que ha gastado bastante pero no tienes porqué hacerlo, lo hago para hacerla sentir mejor.
— Necesito que vuelva a casa
— Creo que eso no estará tan fácil.... tengo que colgar porque está a punto de salir y puede sospechar.
— Por favor cuídala
— No tienes que decírmelo...lo haré

Quién ama a esta Dulce?😏ya a mí me hacía falta 😂ya se que ustedes prefieren a la otra 🤷🏻‍♀️

El Matrimonio Perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora