Veo cómo terminan de colocar las últimas cosas en el cuarto de nuestra hija, a mi lado veo a Dul y a Charlie emocionadas con el resultado, por supuesto la mayoría de cosas fueron elegidas por ellos dos y la gente podrá notarlo porque el cuarto grita rosa y corazones por todos lados.
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— Es hermoso — escucho decir a mi hija mientras gira viendo la habitación. — Si mi amor es hermoso — le responde Dul mientras acaricia su vientre una y otra vez. — Crees que a mi hermanita le guste? — se acerca a nosotros y yo me pongo a su altura. — Le va a encantar Preciosa ya verás que si — le respondo y pellizco sus cachetes. — Y cuánto falta para que nazca ya quiero jugar con ella — ambos reímos por su desespero porque ella no ve la hora de que su hermanita sea su compañera de juegos . — Mi amor todavía falta como tres meses más o menos — Dul le responde pero ella pone una cara que nos hace reír sin más . — Jooo mami falta mucho para eso — se cruza de brazos y golpea el piso con su pie fastidiada. — Mi amor pero si ese es el tiempo necesario para que tu hermanita nazca sana y fuerte — ella rueda los ojos finalmente sintiéndose derrotada por la situación . — Está bien ya que — salimos de la habitación y puedo ver cómo a Dul todo esto le emociona pero a la vez hay algo que no le permite estar en paz, Alonso no ha mejorado con el paso de las semanas, al contrario se ha vuelto más agresivo y la única medida que encontré fue mantenerla alejada de él así sea por unos días. Hace unos días Charlie y yo regresamos de comprar algunos juguetes para el cuarto del bebé, Dul estaba tan emocionada cuando los vio.... pero luego nuestro pequeño torbellino entró a la habitación y los tomó diciendo que eran suyos, ella trató por todos los medios explicarle que eran de su hermanita pero no consiguió entrarlo en razón y como resultado tuvimos a un Alonso en cólera golpeando a su madre en el vientre, lo que para él equivale golpear a su hermana. Nadie supo cómo reaccionar, obviamente Dul estaba en shock, Charlie y yo también, creo que solo reaccionamos hasta que él empezó a llorar, lo cargué sacándolo de la habitación y llevándolo a la suya, primero hice que se calmara y luego le dejé muy en claro que por ningún motivo podía volver a hacer eso, regresé con Dul quien ahora lloraba sin poder creer todavía lo que había pasado y queriendo ir a consolar a su niño a pesar de lo que había pasado.
Afortunadamente ha estado más calmado y se ha comportado mejor con el paso de los días pero sigo temiendo que tenga un brote de agresividad y lastime a Dul otra vez.
— Dul, él está bien mi amor — le digo cuando veo que intenta caminar al cuarto de Alonso. — No aguanto un minuto más esto Chris, es mi niño, mi bebé , ¿ cómo esperas que esté? — me mira visiblemente irritada por todo esto pero es lo mejor. — Te entiendo mi amor pero es lo mejor — camina de un lado a otro y de pronto se detiene . — Lo mejor para quién ? Para él? Para mí? — ahora cambió su mirada de querer ahorcarme por no dejar que Alonso se acerque a estar a punto de llorar . — Dul... — Necesito verlo Chris, crees que no se que estas noches me llamaba entre sueños — su cara refleja tristeza y se que es duro para ella y más en su estado . — Cómo lo sabes ? — Soy su madre lo llevé nueve meses dentro de mi, lo sé y lo siento — suspiro profundamente sin saber qué hacer o decir yo solo quiero lo mejor para ella y la bebé — Solo quiero que estes bien y la bebé también — coloco mi mano sobre su viente y en su cara aparece una sonrisa forzada. — Si pero estas olvidando que Alonso también es nuestro bebé..... Chris se que por mucho tiempo deseamos este momento pero nos enfrascamos tanto en buscar este embarazo que no nos dimos cuenta de tantas cosas. — No entiendo — hago que me mire y la animo a que hable. — Sabias que Charlie ya sabe manejar bicicleta sin ruedas ? Sabias que Alonso ya puede dibujar líneas y círculos, que ya puede patear la pelota sin caerse? Dime, lo sabias? — No.... — respondo sintiéndome pésimo por esto. — Yo tampoco y me duele haber descuidado a los hijos que ya teníamos en el afán de tener otro, ¿qué clase de padres somos Chris? — suspira entristecida. — Unos padres humanos que se pueden equivocar — respondo para tranquilizarla . — Pues yo no pienso seguir equivocándome, mi hijo me necesita y ya pasó mucho tiempo lejos de mi — intenta entrar al cuarto de Alonso pero la detengo. — Dulce no creo que sea correcto...— no me deja terminar y por la mirada que tiene mejor no hablo. — Atrévete a detenerme Christopher Uckermann y ya veras — es lo último que dice al apartarme del camino y adentrarse en la habitación de nuestro hijo.
