Capitulo 38 - Si es nuestra hija

4.9K 321 275
                                    

Narra Dulce

Llevo casi una semana escuchando a mi primo decir que la hermana de Christopher lo había flechado, es tan malditamente intenso que ya me fastidia, una palabra más y le meto un papel en la boca.
Vamos en camino a buscar los resultados de las pruebas de ADN y he tenido que escucharlo todo el camino, no se por qué accedí a que hubiera conmigo.... bueno si se, y es que casualmente Chris está en un viaje de negocios y no regresa hasta mañana, de por sí ya me moría por saber los resultados, en mis planes no estaba esperar otro día, ni siquiera para tener a mi marido a mi lado.
— Bueno ya cállate Dios mío, estoy que te tiro del carro si sigues hablando de esa mujer— le digo realmente fastidiada de escucharlo, mis oídos estallaran si escucho el nombre de esa mujer una vez más.
— Pero es que Dul te juro que creo que me enamoré— ruedo los ojos ante esta oración que ya he escuchado antes, es tan predecible este hombre.
— Tu te enamoras todas las malditas semanas así que supéralo, ya llegará otra que te caliente más— esta vez se calla finalmente y me mira mal.
— Por qué estás de mal genio? No me digas que estás celosa primita.... sabes que siempre serás mi preferida— vuelvo a rodar los ojos pero me agrada saberlo.... bueno para no perder la costumbre, ya saben que me encanta ser la numero uno en todo.
— Idiota no es eso— le digo ahora riéndome.
— Entonces ? Ah ya se..... te hace falta tener sexo duro con tu marido— ay Dios de verdad con este hombre no se puede, todo es así con él, no se puede tomar las cosas en serio.
— Por qué contigo todo se reduce al sexo— volteo a verlo mientras esperamos en un semáforo.
— Ay mira tu la que no le gusta el sexo.... Santa Dulce te voy a decir— estallo en carcajadas apenas dice eso, de verdad que al menos me hace liberar un poco la tensión.
— Cállate ya — vuelvo mi vista a la calle cuando los carros empiezan a avanzar, me concentro en el camino aunque con este copiloto es algo difícil.
— Ya, no diré más nada pero acepta que estás celosa, detestas tener que compartir la atención, no solo conmigo sino con Christopher que según se ha estado viéndose con su hermana— yo tratando de olvidarlo y el que me lo recuerda, ahhhh si este no para de hablar de la tal Ana, Christopher mucho menos, no se qué le ven caray.... yo soy más hermosa y perfecta y también merezco su atención.
— Ni me recuerdes que me dejo plantada por estar con ella— ese día estaba que me llevaba el mismísimo demonio, es que todavía lo recuerdo y se me revuelve la bilis.
— Y tú que hiciste? Porque no me vas a decir que no hiciste nada, tu segundo nombre es venganza.
— Yo?.... — trato de hacerme la inocente pero no funciona mucho porque él de verdad me conoce—ya ya sé que me conoces, pues tienes razón, Chris llegó dos horas después y ya sabes.... obviamente se disculpó y me pidió que de todas maneras saliéramos pero yo le dije que no que ya se me habían quitado las ganas de cenar y de salir, me encerré en el cuarto y esa noche no durmió conmigo
— Qué más le hiciste?— me dice con una sonrisa burlona instalada en la cara.
— Yo?— vuelvo a preguntar haciéndome la desentendida.
— Si tu, si ya conozco tu mente maquiavélica y se que mínimo lo hiciste pensar dos veces en volver a dejarte plantada.
— Pues le dije que la próxima vez te invitaría a cenar a ti porque al menos tú no me dejabas plantada ni siquiera por andar tirándote a alguna zorra.
— Y después yo me pregunto por qué tu marido me odia? Si tú cavas mi propia tumba primita...
— Yo? Pero yo qué culpa que mi marido no te soporte.... es que tú tampoco ayudas, cada vez que lo ves le haces alguna broma pesada.
— Bueno mejor cambiemos el tema.... ya tienes pensado que le dirás a nuestra hija— no, la verdad que eso me tiene muerta del miedo, pero ya sabemos que esa pequeña tiene unos genes medió explosivos y quién sabe de qué manera irá a reaccionar.
— Qué le diré? Oye no me vas a dejar sola en esto, si tú también tienes que estar ahí — entre más gente mejor, no quiero que la tome solo contra mi.
— Pensé que querías hacerlo a solas con Christopher .
— Christopher no regresa hasta mañana — y no sé cuánto más podré seguir con este secreto.
— Primero busquemos esos resultados y luego vemos cómo se lo diremos.... todavía no puedo creerlo, tengo una hija y además es hermosa.... cuando me lo dijiste creo que dure todo el día en shock, no podía creerlo y no porque no quiera un hijo sino que después de creer que estaba muerta los dos no volvimos a ser iguales.... y ahora está aquí con nosotros.... sabes lo que que encontré después de que me lo contaste?— me dice emocionado y con una gran sonrisa en la cara.
— No, ¿qué?
— El primer regalo que compré para ella, se lo pensaba dar cuando supiera que soy su papá.... pero no se si le gustará— se pasa la mano por la cabeza justo como lo hace cuando está nervioso.
— Estás bromeando verdad? Le encantará te lo aseguro— agarró su mano y la aprieto para darle un poco de seguridad.

El Matrimonio Perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora