Capitulo 27 - Soy tan Uckermann como usted...

5K 330 149
                                    

Narra Christopher

Exactamente hace una semana Dulce se había ido de la casa, las cosas no pueden ir peor y yo ya no se qué hacer para que las cosas vuelvan a ser como antes, Charlie ha sido la más damnificada aquí, no quiere comer, no me hace caso, se ha negado a ir todos estos días al colegio.....no sé cómo logró convencerla mi madre de pasar unos días en su casa.
Trato de despejar mi mente trabajando todo el día pero es imposible, cada segundo pienso en ella y en cómo estará, como estará mi hijo ? Me había acostumbrado a sentirlo moverse, a poner mis manos sobre su vientre y ver lo feliz que se ponía cuando le hablaba.
Siento tocar la puerta de mi oficina y segundos después entra mi secretaria con muchos documentos para firmar y los pendientes del día de hoy.
— Señor esos son todos sus pendientes.... además tiene la cita de control prenatal de su esposa.
— Puedes llamar y preguntar si mi esposa confirmo que asistirá a la cita ?
— Claro que si señor enseguida averiguo
— Gracias Inés ya te puedes retirar, que no se te olvide lo que pedí.
— Ya mismo me pongo en eso

Tomo el porta retrato que está sobre mi escritorio y acaricio su hermoso rostro, la extraño como un loco y todos estos días lejos de ella han sido una tortura, todos los días su primo me llama para decirme que está bien que no me preocupe, que ella necesita este tiempo para pensar....pero no puedo evitar hacerlo, ella es la luz de mis días y sin su amor no soy nadie.
Minutos más tarde mi secretaria entra a decirme que Dul si irá a la cita, está es mi oportunidad de verla otra vez aunque no sé cómo reaccione cuando me vea, no puede prohibirme ver a mi hijo, no pienso perderme esto así sea que ella no quiera verme.
Toda la mañana se me va entre papeleo, una junta que no estaba prevista y mucho trabajo, no veía la hora de irme y así poder verla, cuando finalmente dieron las tres y media salí de la oficina, la cita era a las cuatro pero el consultorio quedaba muy cerca de aquí, tan pronto llegue me di cuenta que Dul no había llegado, me senté en la sala de espera contando los segundos para verla y faltando unos diez minutos para la hora de su cita apareció ella tan perfecta y hermosa como siempre, cuando notó mi presencia cambió la sonrisa que traía por esa actitud fría y distante hacia mi.
— Qué estás haciendo aquí? No quiero verte Christopher — su tono cortante y su rechazo me duele, pero tengo que ser fuerte, tengo que recuperarla y lograr que me perdone.
— Vine a ver a nuestro hijo, quería saber si todo estaba bien— ella lleva sus manos a su vientre y yo muero por tocarlo, por sentirlo.....
— No quiero verte.... mejor vete — Pablo que había estado alejado se acerca.
— No armen un escándalo aquí si no quieren que mañana mismo salgan en primera plana del periódico, compórtense los dos.
— No me voy a ir, yo también tengo derecho de estar aquí, Dul por favor — no pudo responder porque en ese momento la llaman.
— Dulce Uckermann es su turno, puede pasar ya la doctora los está esperando— dice la recepcionista.
— Entren a ver a su hijo, yo espero aquí y por favor compórtense— le dice Pablo a Dulce
— Si papá
— Hablo en serio Dulce no dejes a tu hijo huérfano de padre— me mira a mí y se ríe, aveces provoca ahorcarlo pero en el fondo es una buena persona.
— Ya chistosito
Entramos a la consulta y como siempre le hacen miles de preguntas y después la pasan a la siguiente sala, descubre su vientre que a mí parecer está más abultado que la última vez que lo vi, las ganas de tocarlo son muy grandes pero me contengo, la doctora coloca el gel y luego mueve el ecografo de un lado al otro y poniendo una cara que me hacía preocupar.
— Haz sentido alguna molestia últimamente Dulce— la miro y ella parece estar tan nerviosa como yo.
— No, de hecho no se ha movido mucho estos días — escucharla decir eso sumándole a la cara que puso la doctora hace que sienta como un hueco en el estomago.
— Por qué? Pasa algo?— pregunto preocupado.
— No se.... es que no hay mucho movimiento fetal, puedes hacer lo que te enseñé para que se moviera? Este niño está de espaldas.... parece que no quiere que lo veamos.
— De hecho es la única manera que consigo saber que se mueve— veo a Dul hacer lo que le pidió la doctora y nuestro hijo se mueve pero no mucho, sigue de espaldas y se ve que es tan temperamental como su madre.
— Es muy raro esto, hace unas semanas que lo revise y todo estaba bien, algún cambio? No se has estado sometido a algún tipo de estrés ?— Dul alza la mirada y me ve a los ojos y no puedo evitar sentirme culpable por todo esto.
— Bueno al parecer si.... te mandaré algunos exámenes especializados y de laboratorio para ver que está sucediendo.
— Yo.... puedo hacer algo?, quizás funcione.... siempre se mueve cuando le hablo.
— Si quieren me retiro y les doy un momento, si notan que se mueve me llaman está bien?— la doctora le limpia el vientre y se retira yo me acerco a ella con cautela.
— Puedo?— digo sentándome a su lado.
— Si— coloco mi mano sobre su vientre y lo acaricio sabiendo que nuestro más grande tesoro se encuentra ahí dentro, deposito un beso en el y siento cómo Dul se estremece con mi contacto, empiezo a hablarle y espero que esto de verdad funcione.
— Hola hijo... soy papá, ya sé que no me has escuchado estos días y que probablemente sea mi culpa que no te quieras mover, pero quiero decirte que te amo, que los amo y los extraño todos los días, ya falta poco para tenerte aquí con nosotros y poder verte y cuidarte.... necesito que le des unas pataditas a mamá para que sepamos qué estás bien, lo harías por mí ?
— Chris.... Chris se está moviendo, llama a la doctora — no sé cómo ni por qué pero la felicidad me gana y la beso, probando de nuevo esos labios que había deseado besar desde hace días, para mi sorpresa Dul no se resiste y duramos así unos minutos más hasta que la doctora nos interrumpe.
— Perdón por interrumpir.... algún cambio?— dice entrando a la habitación.
— Si, se movió y también está pateando— responde Dul.
— Bueno vamos a ver a este niño — me aparto un poco y sin pensarlo nos tomamos de la mano cuando la doctora empieza a mover el ecografo otra vez— veamos.... este pequeño está muy bien, peso y talla correspondiente a su tiempo de gestación.... creo que solo quería llamar la atención de sus papitos, aunque no lo crean ellos sienten y perciben todo.
Después de algunas recomendaciones y de recordar un poco de reposo y no más estrés salimos de la consulta, ahí nos esperaba el primo quien coqueteaba con la secretaria.

El Matrimonio Perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora