Capitulo 4 - De mal a peor

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Si creían que había logrado seducirlo después del ataque de celos que le entró pues entonces me conocen bien, lo dejé callado cuando me desnudé ante él y lo llevé hasta la cama sin dejarlo respirar entre beso y beso, sentía como sus manos recorrían mi cuerpo haciendo que me encendiera en un dos por tres, ya hasta había olvidado el por qué de nuestra discusión y es que estaba tan necesitada que no me importaba dejar pasar este ataque de celos de mi marido si a cambio conseguía que me tocara y tuviéramos sexo después de varias semanas de estar persiguiéndolo.
Todo iba tan bien hasta que de un momento a otro deja de besarme y se aparta.... no otra vez, ya me estoy cansando de esto, cansada de que me rechace y no porque sienta algo por él sino que como mujer me siento frustrada de ver que no puedo conseguir ni siquiera calentar a mi marido.
— Basta ya de esto Christopher, me estoy aburriendo— me levanto a buscar mi camisón y me lo pongo con frustración, saben cuántas veces me ha echo esto en el último mes?
— Qué quieres que haga? Que esté feliz porque mi esposa pasa todo el día con un hombre que no soy yo— no puedo creer que Christopher este celoso.
— Pues en lugar de ponerte en plan de macho celoso deberías cuidarme y apreciarme mi amorcito.... mira que hay mucho buitres por ahí que te podrían robar a tu esposita— lo provoco para ver si consigo algo de él y solo logro que me agarre de ambos brazos y me zarandee.
— Nadie se te puede acercar, tú eres mi esposa Dulce así que más te vale respetar nuestro matrimonio— Me suelto de su agarre y examino mis brazos que han quedado rojos tras haberme agarrado de esa manera.
— Ya tranquilo relájate que todavía no te he puesto el cuerno— soy una arpia lo sé pero si me lastima yo también lo haré con él y de peores maneras.
— Como lo dices así de tranquila— me complace verlo en ese estado de histeria, está celoso ya eso lo sé y sé que se muere por estar conmigo pero no sé que lo frena.
— Porque es verdad, cualquier mujer en su sano juicio ya lo hubiera hecho, no se por qué yo no pero date por agradecido.
— Te prohíbo que....— está loco si cree que va a prohibirme algo y más si es lo que yo estoy pensando.
— Que tú me prohibes qué?.... tu a mí no me prohibes nada amorcito, olvídate que yo haré lo que a ti te de la gana.
— Soy tu esposo y tienes que hacerlo — que siga soñando porque ni loca me convertiré en la esposa trofeo que quiere, no soy alguien que puede quedarse callada y decir si a todo, no nací para eso y nunca lo haré.
— Por favor Christopher no me hagas reír, si se te ocurre prohibirme algo te tienes que atener a las consecuencias, yo no amenazo y lo sabes muy bien yo actúo.... y sabes qué? Ya me diste dolor de cabeza, me voy a dormir— muevo las mantas y el cobertor hacia un lado para poder acostarme.
— No hemos terminado de hablar— Diosss que flojera este hombre, qué estaba pensando hace un año cuando me casé con él.
— Yo si.... hasta mañana— me meto a la cama y le doy la espalda.

A la mañana siguiente me levanto y hago la misma rutina de todos los días, me baño y luego me veo en el espejo, buscando si hay algo por mejorar, pero siempre me encuentro perfecta. Busco algo que ponerme y bajo a desayunar, entro al comedor y vuelvo a sorprenderme cuando veo a Christopher aquí, lleva dos días haciendo esto y me parece algo muy raro.
— No tienes trabajo que hacer?
— Buenos días a ti también mi amor
— Por favor no finjas que los empleados no están aquí así que no tenemos que fingir nada.
— Eres insolente
— Esa palabra no es nueva para mí así que ya no me causa ningún efecto que me la digas
— Recuerda que hoy hay visitas
— Si, ya se, no tienes que recordarme que tengo que pasar no se cuantas semanas fingiendo que te amo y que somos un matrimonio perfecto.
— No creas que para mí es fácil tener que soportarte
— Por eso me pregunto qué haces aquí?, a esta hora normalmente estás en la empresa.
— Ayer no te quejabas que no pasaba tiempo aquí ?
— Me quejaba de que no pasabas el tiempo necesario para tener relaciones conmigo que soy tu esposa.
— Ya me voy, nos vemos al medio día, encárgate de que todo esté perfecto.
— Claro huye como siempre

Las cosas cada día van de mal en peor, este matrimonio pende de un hilo y no se cuál de los dos es el que terminará dando un paso en falso que de por terminado este matrimonio.
Ordeno la comida que me ha pedido Christopher que preparen, arreglan la casa y la habitación de invitados dejándolo todo en orden faltando dos horas para que ellos llegaran.
Me coloco a ver televisión esperando que sea la hora del almuerzo, veo que todo mi vestido se ha arrugado así que me levanto a buscar otro que esté de acuerdo con la ocasión, me quito el que tengo y lo dejo sobre la cesta de la ropa usada y cuando voy a entrar al vestidor siento que abren la puerta, instintivamente me cubro pero cuando veo quién es dejo de hacerlo, es solo mi marido que acaba de entrar.
— Vístete rápido, ya están abajo nuestros invitados — son ideas mías o me está tratando diferente?
— Por qué me hablas así? Tú no eres así de seco Christopher — no me determina y su tono de voz es algo raro en él.
— Pues ves acostumbrándote porque tú no eres la única que puedes ser fría y calculadora en este matrimonio— nunca lo había visto así y me sorprende, sus palabras me hacen sentir... no sé cómo explicarlo.
— Chris sabes que yo soy así pero tú no.... es una de las pocas cosas que me llaman la atención de ti, eres un caballero y demasiado buena persona— sonríe irónicamente y su actitud es tan diferente.
— Pues creo que ya es hora de que empiece a pensar más en mi y en lo que quiero y no en complacer a los demás.
— A qué te refieres?— me coloco delante de él y me responde igual que antes.
— A nada, solo vístete y baja— se quita el saco y la corbata y se ve enojado, si tan solo me dejara relajarlo un poquito.
— Te ves tenso.... tienes algún problema en la oficina?— está de espalda buscando algo y coloco mis manos sobre sus hombros.
— Qué más que los problemas en mi casa?— me muerdo la lengua para no responder nada.
— Déjame ayudarte a que te relajes si?— paso mis manos por su espalda esculpida y luego las llevo a su pecho, lo miro a los ojos y se que desea esto, busco sus labios con mis labios y enredo mis dedos en su cabello atrayéndolo más a mi, el beso se vuelve más pasional y exigente, nuestras lenguas luchan entre ellas y su toque hace que me excite rápidamente.
Llevo mis manos hasta su camisa y de la impaciencia que tengo por que me haga suya la jalo haciendo que todos los botones salten y caigan esparcidos por la habitación, enrollo mis piernas en sus caderas y siento cómo me lleva hasta nuestra cama, la pasión nubla mis sentidos y al parecer también los de él, como siempre trato de tomar el control, me volteo quedando ahora encima de él, nos vemos a los ojos y lo que veo en los suyos me confunden, me besa y me pierdo.
— Te necesito Christopher.... te necesito ahora — le digo entre jadeos.

Con este ya completamos los capítulos que faltaban🙌🏻 ahora sí todos en orden... Comenten y voten ⭐️

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