Capitulo 51- Ya no te reconozco Christopher...

3.9K 266 170
                                    

Narra Dulce

Espero en la sala por lo que parecen horas a que llegue Christopher, si por mi fuera no iría al estupido almuerzo pero no le daré el gusto a Emiliana.
La puerta de la casa se abre y veo entrar a mi marido con la misma ropa de ayer, cuento hasta diez como me lo recomendó a Ana pero yo no cuento hasta diez sino hasta diez mil, parece no notar mi presencia y así mejor porque quiero que cuando me vea tiemble de miedo, Christopher nunca se ha comportado así pero este último tiempo ha estado extremadamente raro, cada vez llega más tarde a la casa y ni les digo de nuestra vida sexual porque ahí si que me deprimo, nada es como antes y siento que nuestra relación se está enfriando.
Se estarán preguntando por qué digo esto y es que podemos pasar una semana entera teniendo sexo todo el día en cualquier lugar por imposible que parezca y a la siguiente simplemente es como si me topara con un témpano de hielo, conozco muy bien a Christopher y se que hay veces que evita estar conmigo. Quizás esto de tener otro hijo a quebrado un poco nuestra relación y ha hecho que toda esa pasión que teníamos los dos cuando estábamos juntos se convirtiera en algo por obligación.
Me cuesta aceptarlo y me pongo la máscara de Dulce perfecta delante de todos, incluso de él.... no puedo evitar sentir que quizás ya no soy suficiente para mi marido, que quizás puede encontrar en otra lo que ya no encuentra en mi.
Si mi madre estuviera aquí estoy seguro que se reiría en mi cara y luego me diría lo decepcionada que está de mi, que no me crió para ser una perdedora ni para dejar que otros me quitaran lo que es mío.... esta vez le daría toda razón porque no sé qué ha pasado conmigo, con la Dulce que podía con todo y con todos, que se comía el mundo en una sola bocanada de aire y que hacía que todos suspirara a su paso.
Sé que esa Dulce era odiada por muchos, pero era una Dulce auténtica que hacía lo que quería y conseguía todo lo que se proponía, no había hombre alguno que se negara a estar con ella y no había mujer que no deseara ser como ella... incluso después de casada seguía despertando las más bajas pasiones en cientos de hombres inclusive en su más grande confidente y amigo... suspiro con melancolía recordando esa época, se que he ganado muchas cosas a cambio y que si hubiera seguido comportándome así , cerrada y en contra de todo el mundo no tendría conmigo a mis dos más grandes tesoros.
Alonso y Charlotte son una bocanada de aire puro, mis hijos son lo más puro y lindo que tengo y no sé qué sería de mi vida sin ellos.... sin ellos y sin Christopher, después de todo lo que hemos pasado y aunque pelee por cualquier cosa con él yo lo amo con locura, después de todo la idea de mi madre de obligarme a casarme con él no fue tan mala, mi vida a cambiado con el tiempo y por eso me da pánico perder todo lo que he ganado, me da pánico perder mi más grande tesoro... mi familia.
Subo las escaleras tras de él y lo sigo a nuestra habitación, entra al baño y se quita toda la ropa dándome un magnífico espectáculo, puede que esté enojada con él pero eso no le quita méritos por ser tan malditamente sexy y guapo, Christopher puede lograr con una sola sonrisa que a cualquier mujer se le caigan las bragas, por eso es que vivo en una horrible agonía, soy consciente del hombre que tengo a mi lado y que todas quieren con él. Espero que entre a la ducha y deje caer el agua para hacer mi aparición, se dará un buen susto pero se lo merece, quien lo manda a no avisarme donde está.

— Christopher Uckermann me puedes explicar donde pasaste la noche?— oigo cómo deja caer el jabón y hasta salta del susto, contengo las ganas de reírme pero el susto se lo merece.
— Ay Dios...Dul cariño casi me matas del susto— lo oigo decir.
— Así tendrás la conciencia de sucia— le digo mientras retoco mi maquillaje frente al espejo— me vas a explicar donde pasaste la noche?
— Dul estuve en casa de mi madre— me extraño ante esa confesión ya que desde que sucedió lo de mi embarazo había estado alejado de ella.
— En la casa de la bruja? — pregunto tratando de rectificar lo que acaba de decir.
— Dul es mi madre
— Que sea tu madre no quiere decir que no sea una bruja, se te olvida todo lo que me hizo... se te olvida que casi pierdo a mi hijo por su culpa
— Cariño solo fui porque se sentía muy mal y me pidió que me quedara con ella solo fue eso
— Y no pudiste avisarme ? No se te ocurrió pensar que estaba preocupada por ti? Soy tu esposa Christopher y es tu deber decirme estas cosas
— Lo se Dul lo siento .... pero es que no encontraba mi celular mi amor, pasé toda la noche buscándolo y solo lo encontré hasta esta mañana y estaba totalmente descargado
— Muy conveniente no? Sabes qué... te espero abajo ya estoy lista para acompañarte al tal almuerzo.

El Matrimonio Perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora