Capitulo 45 - Emiliana....

4.1K 275 209
                                    

Narra Dulce

— Qué ves?— me pregunta volviendo a besar mi mejilla.
— A la bruja de mi suegra y a la rubia teñida que la acompaña — las señalo y me llevo la copa de champaña a la boca.
— No es teñida.... de hecho su cabello es rubio natural — volteo a verlo y está perdido viendo a esa estupida.
— De qué hablas ?— le doy un empujón y este idiota apenas y reacciona.
— De Emiliana Salvatierra..... esa hermosura de mujer— mi Dulce interior patea enojada el piso...
— Qué carajos estás diciendo?— le doy un golpe en el brazo y más vale que se retracte de lo que dijo — ¿ de donde conoces a esa?
— Pues la conocí el año que me fui.... ya sabes dejaste mi corazón destruido— dice riéndose .
— No seas payaso — le respondo.
— Pero si es verdad.... pero bueno, estuvimos tonteando unas semanas, ya sabes nada serio, un poco de sexo casual y ya.... pero eso si en la cama es una fierecilla a esa le gusta andar dejando marcas.
— Mira Pablo Lyle más te vale retractarte de todo lo que dijiste si no quieres que tu única descendencia sea Charlotte— me acerco peligrosamente a él quien retrocede mientras traga fuertemente.
— Cariño ya sabes que siempre serás la preferida no te enojes hermosa — me dice para contentarme .
— No más quiero Pablo no más quiero— cuando me volteo veo a Chris y a la tal Emiliana acercarse a mi marido..... esperen un momento que carajos está haciendo esa perra, está besando a mi marido y en mi cara, camino enojada... no enojada no, eso es poco para lo que siento, la ira corre por mis venas y si no lo suelta en este mismo momento no le va a quedar ni un solo pelo en la cabeza. Escucho a Pablo gritarme que me detenga a la vez que corre detrás de mí, llego justo en el momento en que se separan, Christopher me ve y se que puede ver mi nivel de ira, su cara es de pánico y creo que se ha quedado mudo pero ahora no me importa, mi mano cobra vida y le doy varias cachetadas a esa perra iba a ir directamente hacia su cuello pero siento como me agarran y me alzan alejándome de ella.
— Dulce cálmate por favor — me pide mi primo sin soltarme.
— La voy a matar Pablo la voy a matar, suéltame maldita sea suéltame — grito y pataleo mientras que la gente se acerca q ver qué es lo que pasa
— Dul mi amor yo....— no lo dejo terminar y me suelto del agarre de Pablo.
— Yo nada Christopher, te vi maldita sea no hiciste ningún intento por quitártela de encima — intenta acercase a mi pero yo me alejo, me da asco que me toque después de haberse besado con esa mujer.
— Mi amor....— lo ignoro y me dirijo a esa tipeja que todavía se toca la cara después de las cachetadas que le di.
— Y tú zorra de quinta aprende a respetar a los maridos ajenos y si no lo sabes hacer yo te enseño— la muy estúpida no dice nada pero para mí mejor, camino llena de ira fuera del lugar y se que tanto Christopher como Pablo vendrán detrás mío.
— Dul a dónde vas?— me pregunta Christopher.
— No te importa y aléjate de mí no te quiero ver en este momento— corro lejos de él y trato con todas mis fuerzas que las lágrimas que tengo acumuladas en mis ojos no salgan.
— Dulce prima a donde vas ?— Pablo me agarra del brazo deteniéndome .
— Ahora no Pablo— sigo mi camino rumbo a la salida.
— Pero escucha a tu marido.... él no tuvo la culpa y....— lo que me faltaba, que el idiota número dos defienda al idiota número uno.
— Defiéndelo claro, todos se arropan con la misma cobija.... si tanto lo defiendes quédate con él a consolarlo y pueden hacer un maldito trío con la zorra de la tal Emiliana.
— Dulce ya, cálmate un poco que te hace daño estar en ese estado, estás muy alterada — respiro agitada y es que la rabia me consume.
— Dame las llaves de tu coche — le digo cuando me doy cuenta que no puedo irme porque Christopher tiene las llaves de nuestro carro.
— No Dul así no te vas a ir
— Que me des las malditas llaves del coche — le grito a tal punto en que se asusta y saca las llaves de su bolsillo.
— Está bien está bien pero yo te acompaño— tomo las llaves de su mano y no lo dejo no reaccionar, subo a su carro sin darle oportunidad de que suba conmigo, cuando arranco observo por el retrovisor a mi primo y a mi marido, ambos me ven alejarme y más les vale dejarme en paz por lo menos esta noche.

El Matrimonio Perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora