Capitulo 3 - El primo

9.7K 515 84
                                    

Me despierto como siempre a la misma hora, ni un minuto más ni un minuto menos, son las ocho de la mañana y ya ni siquiera me pongo a verificar si Christopher está en la cama o no.
Siempre se levanta a las seis de la mañana y se va a trabajar alrededor de las siete, el mundo se  acaba si llega un minuto tarde al trabajo.
Bajo a desayunar y me sorprende verlo ahí en el comedor, que bicho le habrá picado hoy.
— Buenos días cariño, qué tal dormiste?— me toca fingir porque hay mucha gente presente y no quiero que vayan con el chisme a la prensa de que Christopher y yo no somos más que una fachada.
— Bien mi amor como siempre— se levanta y acomoda mi silla, besa mis labios y acaricia mi mejilla.
— Señora desea huevos o fruta— Ana la inoportuna logra alejar a mi marido y esta vez se lo agradezco, no estoy de humor para soportarlo después de lo que me hizo ayer.
— Ponme fruta eso huevos huelen asqueroso— Christopher aprieta mi mano y yo la retiro, no quiero ni respirar su mismo aire ahora mismo
— Como guste señora— sé que si pudiera me envenenaría, soy una tirana con los del servicio lo sé pero yo qué culpa que no hagan las cosas bien.
— Qué harás hoy?— la pregunta de todos los días.
— Nose.... no tengo nada que hacer en específico— les hago una seña a las del servicio para que se retiren y ellas lo hacen tan rápido como pueden.
— Tengo un almuerzo con unos inversionistas y me gustaría que me acompañaras — él que cree? Que me parece súper romántico ir a verle las caras a esos viejos y pasar todo el almuerzo en su compañía.
— Ay no Christopher que flojera.... ves tú solo, si te preguntan por mí les dices que estoy enferma o algo así— siento como mi celular suena y es un mensaje, lo leo y no puedo evitar reírme.
— De qué te ríes — por fin algo que me alegre el día, mi risa parece inquietarle a mi marido quien se pone alerta enseguida.
— De un chiste que me mandaron— le miento .
— Deja de hacer eso, yo estoy aquí y es mala educación — bueno y a este qué le pasa ?
— Disculpe usted señor Uckermann pero usted hace lo mismo cuando le llega un mensaje— vuelvo a mi celular y escribo mi respuesta rápidamente, termino de comerme la fruta y me levanto.
— A donde vas?— dice levantándose a los pocos segundos de que yo lo hago.
— Voy a salir— tomó mi celular y camino hasta las escaleras para ir a buscar mi bolso.
— A donde?
— A.... qué te importa Christopher?
— No seas grosera y respóndeme
— Iré a ver a mi primo que acaba de llegar de viaje , contento?
— Quieres que te lleve? También voy de salida
— No gracias no vamos hacia la mismas direcciones.
— Está bien.... entonces que te diviertas
— Ten por seguro que lo haré — lo escucho salir de la casa y yo subo a nuestra habitación por mi bolso y las llaves del carro.
El camino al aeropuerto es realmente agotador, el tráfico y la gente que no sabe manejar me choca sobre manera, cuando al fin puedo llegar veo que su vuelo debe de haber aterrizado hace unos quince o veinte minutos, lo busco con la mirada y de pronto siento una mano en mi espalda baja, no tengo que ni siquiera voltear, sé perfectamente quién es, ese perfume lo reconocería a kilómetros.
— Prima— lo abrazo emocionada y él a mí.
— Primo— realmente me alegra la existencia tenerlo de nuevo aquí.
— Mírate estás más guapa que la última vez que nos vimos— me hace girar y me río de sus ocurrencias.
— Tu siempre tan galante y tan guapo como siempre.
— Nos quedaremos aquí o nos vamos mejor— veo que estamos en la mitad y obstaculizamos el paso de mucha gente.
— Si, vamos.... tenemos miles de cosas para hablar— lo tomo de la mano y caminamos hasta el coche, una vez ahí pongo música y me veo en el espejo retrovisor, hermosa como siempre.
— Bueno no me digas que hice un viaje de tantas horas solo para hablar— mi Dulce interior rodea los ojos y zapatea preguntándose lo mismo.
— Cállate y más bien pon algo de buena música .....todo depende de cómo te portes
— Yo siempre me porto bien.... a donde me llevas?
— Pues te voy a secuestrar tooodo el día— le digo muy sonriente y con mi cara de maldad.
— Quieres pedirles rescate a mis padres? Te aseguro que no pagarían mucho por mi ehhh
—  No tonto solo quiero desestresarme un poquito y ya luego te libero.
— Está bien vamos .... un café?
— Qué bien me conoces ehhh
— Sabes cuanto te conozco primita — llegamos a nuestro café preferido, pedimos una mesa alejada de los demás y empezamos a platicar a gusto.
— Cómo te fue en tu viaje por el Medio Oriente ?— le preguntó mientras le doy un sorbo a mi café.
— Espectacular, ni te imaginas todos los paisajes, los lugares exóticos, la comida, la cultura....la próxima vamos juntos no?— agarra mi mano y la aprieta.
— Se te olvida que estoy casada?— le muestro mis anillos y suspiro.
— Créeme que no se me olvida.... por cierto qué tal la vida de casada?— pudiendo hablar de cosas más interesantes termina preguntándome por eso, pero a él no le puedo mentir, me conoce mejor que yo misma.
— Aburrida, no tengo nada que hacer solo ir a sus eventos y posar para las revistas y la prensa.
— Qué tal la luna de miel ? Se fueron a Fiji no?— recuerdo esos primeros días, al principio intentábamos llevarnos bien y que nuestro matrimonio funcionara en todos los aspectos pero después de un mes de viaje nos dimos cuenta que no funcionaríamos.
— Si, ya sabes espectacular todo el paisaje pero mi luna de miel fue luna de hiel.
— Cómo? Pero si dicen que en el mar la vida es más sabrosa— el muy maldito se ríe en mi cara.
— Pues fíjate que no.... todo depende de la compañía.
— En eso si estamos de acuerdo, en el último año han pasado muchas cosas querida prima.
— Pues si... no nos vemos desde....
— El día de tu boda— suspiró y asiento.
— Si... desde ese día.
— No te pongas así, mejor hablemos de cosas más alegres— trata de sacarme una sonrisa pero no lo logra.
— Pues ilumíname.
— Qué tal si mañana vamos a almorzar al club?— ojalá pudiera librarme de ese almuerzo mañana pero no puedo.
— Lo siento primito pero mañana llega el abuelo de Christopher con su esposa y se quedaran unos días en casa.
— Que aburrimiento Dulce.... no preferirías estar haciendo otras cosas?— me río y ya sé que tipo de cosas se le ocurren a este.
— Ya sabes que si pero no me queda de otra, Christopher me lo pidió y tengo que hacerlo.
— Eres feliz?— se cruza de brazos y me mira fijamente.
— Ay nooo ahora no te pongas filosófico— rehuyo de su mirada y agarra mi cara ora que lo mire.
— Si o no?— no respondo nada y el sonríe— el que calla otorga.
— Para qué quieres saberlo?
— Porque te quiero y me importas, eres mi prima — valiente primo el que tengo.
— Aja si.... cuéntame otra historia — se ríe y cambia el tema.
— Entonces vamos ahora y paseamos un rato, nos divertimos un poco y luego almorzamos.
— Si pero no almorcemos en el club— recuerdo el incidente y se me revuelve otra vez el estomago.
— Por qué? La comida es buena— pues yo no pienso lo mismo.
— Tuve una pequeña discusión con el chef y el jefe del restaurante — de solo recordar sus caras de furia me muero de la risa.
— Ahora que hiciste? Se te salió lo arpia?
— Oye yo no soy ninguna arpia .
— Vamos primita.... todos te temen, no tienes amigas porque siempre terminas destruyéndoles el espíritu.... en resumidas cuentas solo yo te soporto.
— Eso es mentira.
— No es mentira, eres despiadada la mayoría del tiempo.
— Yo?.... decirles la verdad en sus caras no es ser despiadada.
— De la forma en que tú lo haces si lo es.
— Sabes qué, mejor nos vemos otro día
— No señora, te toca aguantarme todo el día, conmigo no te vas a poner de modesta, ya sabes que soy el único que te dice las cosas como son.... ahora agarra tu bolso y vamos al club que hace tiempo que no voy, me entendiste ?
— Si— digo en un susurro
— No te escuche primita querida— me responde con su sonrisa cínica en la boca.
— Que si idiota que si.
— Así me gusta primita — es un idiota pero así lo quiero.

Estuvimos parte de la mañana en el club, reí como hacía tiempo no lo hacía y recuperamos el tiempo que no nos habíamos visto, a la hora de almorzar escogimos un restaurante al azar que encontramos en el camino, pedimos una mesa y nos sentamos a conversar mientras nos traían nuestra comida.

Narra Christopher

Recibo una llamada de mi madre totalmente escandalizada porque dice que vio a mi esposa con otro hombre muy feliz en club, respiro mientras la escucho porque Dulce puede ser insoportable, fría y muy berrinchuda pero no creo que lo que diga mi madre sea verdad, además de que dijo que se vería con su primo.
Cuelgo la llamada y me concentro en la reunión que estoy a punto de tener, entro al restaurante y doy el nombre con el que se hizo la reservación, el maitrê me guía hasta la mesa escaleras arriba veo a mi esposa con otro hombre, riéndose y siendo cariñosa como no lo es conmigo, los celos hacen que me enfurezca y estoy a punto de írmele encima a ese tipo que le agarra la mano a mi mujer de esa manera, justo cuando voy a caminar hacia su mesa uno de los inversionistas llega y me toca ir a la reunión.
No logro concentrarme durante toda la reunión , mi cabeza está con Dulce y ese hombre que quién sabe quién es....creí que ella era así con todos, por eso no me lo tomaba personal pero por lo que veo no es así, disfruta mucho la compañía de otros, conmigo nunca ha sonreído de esa manera ni tampoco me tiene esa confianza que se ve que le tiene a él, me despido de todos y lo primero que hago al bajar es ver si todavía están ahí pero lamentablemente no es así.
Llego a casa como nunca temprano y espero encontrarla ya ahí, son las cuatro de la tarde y los empleados se extrañan de que esté en casa a esta hora, Dulce tiene razón.... siempre están pendientes de lo que hacemos y decimos.
Pasa una hora, luego otra y otra ....estoy que me lleva el demonio y no hago más que pensar que seguramente debe de estar con él, pero me va a escuchar, me va a escuchar tan pronto llegue, no pienso permitirle que ande haciendo ese tipo de demostraciones en público con alguien que no sea yo, es más le prohibiré que vea a ese hombre.
Me coloco a ver televisión mientras la espero, ya es de noche y ella aún no llega, la llamo a su celular y salta enseguida a buzón, veo la hora en mi celular y marca las diez de la noche, siento sus tacones sonar sobre el piso de mármol y espero que entre a la habitación, abre la puerta y entra muy sonriente, tira el bolso sobre la cama y se sorprende al verme.
— Christopher... qué haces aquí?— se quita el abrigo y camina hasta el vestidor, se cambia de ropa y vuelve a salir.
— Aquí vivo no? Es mi casa— la rabia me consume y que ella esté así de calmada no ayuda en nada.
— Ya se.... a lo que me refiero es que nunca estás en casa a esta hora— no puedo creer lo tranquila que está.
— Llevo toda la tarde esperándote.... te llamé cientos de veces y no contestas el celular, me puedes explicar dónde estabas?
— Con mi primo te lo dije esta mañana o no te acuerdas?— entra al baño y la veo desmaquillarse tranquilamente, ver a Dulce así me desespera prefiero oírla gritando y quejándose.
—  Si pero creía que solo estarías la mañana con él— de solo recordarlo tocando su brazo, su cara, sus manos me hierve la sangre, solo me provocaba golpearlo hasta el cansancio.
— Se me fue el día, tenía tiempo de no verlo y solo me estaba divirtiendo cosa que no hago contigo, apenas pongo un pie en esta casa y logras arruinarme un perfecto día— fantástico ahora la molesta es ella.
— No si se que te la pasaste excelente con tu primo.... mi madre me llamó escandalizada porque te había visto muy cariñosa con un hombre en el club— ella rueda los ojos y empieza a preparar su lado de la cama para acostarse, voltea a verme y veo cómo la furia se va apoderándose poco a poco de ella, mi madre y ella no se soportan.
— Así que todo esto es porque tú madre te dijo que según, yo estaba poniendote el cuerno con otro hombre....por favor Christopher tu madre me odia— ya empieza a gritar y me doy cuenta que he despertado a la fiera.
— Y eso fue lo mismo que pensé yo al principio pero luego lo vi con mis propios ojos, te vi con él en el almuerzo muy cariñosa y sonriente, tú no hacías nada y él te estaba coqueteando y te estaba tocando— camino por la habitación tratando de calmarme pero este sentimiento es más fuerte que yo.
— Christopher por Dios es mi primo— ahora se ríe y para ella es muy fácil decirlo porque no vio cómo ese se lo comía con la mirada.
— Si claro pues tu primito quiere....— el primo que claramente no respeta a su prima casada.
— Qué estás insinuando?..... no me digas que estás celoso Christopher — se ríe en mi cara y es como si le estuviera contando un chiste.
— Claro que no.... pero no me gusta que mi mujer esté muy sonriente y en confianzas con otro hombre.
— Por Dios Christopher no me hagas reír.... tu mujer? Si no me tocas desde hace un mes, mejor primero me haces tú mujer otra vez y después me creo esa historia que me acabas de contar— se acerca a mi quedando a unos pocos centímetros y deja caer su camisón al piso, quedando desnuda ante mis ojos.

El primo apenas llego y ya está moviendo cosas😂 quién lo hubiera creido? Chris celoso.... Dejen sus comentarios y voten⭐️ las quierooo❤️

El Matrimonio Perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora