El día en que todo empezó

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Un día normal en la vida de Christopher y Dulce, ambos ni siquiera sabían que existían pero muy pronto se conocerían.
Christopher había quedado en reunirse con Fernando Espinoza en el Club para hablar de algunas inversiones que beneficiaban a ambas empresas, llegó justo a tiempo como siempre ya que detestaba la impuntualidad , habían quedado en verse en la zona de descanso que estaba muy cerca del área de la piscina, llegó al lugar y buscó con la mirada al hombre, después de unos segundos lo vio sentado ya ubicado en una de las mesas donde hacía sombra, caminó hasta donde estaba él y lo saludó.
— Señor Espinoza— le da la mano y se saludan, el hombre lo invita a sentarse y él sin perder más tiempo lo hace.
— Christopher, cómo estás hijo?
— Bien gracias, tiene mucho tiempo esperando?— le preocupaba que la gente pensara que era un incumplido.
— No tranquilo llegas justo a tiempo, llevo rato aquí pero es porque mi hija insistió en venir temprano al club.
— Tiene una hija?..... no sabía — pregunta curioso.
— Si, es mi princesa.... debe de estar por aquí cerca, si la veo te la presento.... ahora vamos a lo que nos interesa — la charla se centró en números y probabilidades, posibles mercados y alianzas, grandes cantidades de dinero que recibirían pero la atención de Christopher se dispersó cuando una sexy castaña con un cuerpo de escándalo se paseaba por la piscina con un bikini que se ajustaba a sus curvas, tras de ella venía un hombre que parecía tener mucha confianza con ella, quizás eran pareja... fue una de las ideas que cruzó por su mente.

Por otro lado teníamos a una Dulce descomplicada y desinhibida, aprovechando para ser ella porque su madre se había ido de vacaciones con sus amigas a un crucero por el Mediterráneo así que la tenía kilómetros y kilómetros lejos, su padre siempre fue débil con ella así que desde pequeña aprendió a obtener todas sus cosas batiendo sus pestañas y haciéndole pucheros a su papá.
Caminaba por el borde de la piscina seguida por su cómplice desde que casi tiene uso de razón, Pablo era más que su primo en todos los sentidos y era el único que sabía todos y cada uno de sus secretos, la apoyaba y la quería a pesar de toda sus defectos, de un momento a otro sintió como la alzó por los aires y ella pego un chillido que seguramente se había escuchado en todo el lugar.
— Pablo bájame.... bájame que sabes que me da vértigo estás cosas.
— Estás segura que quieres que te baje? — dijo acercándola a la piscina.
— No no te atrevas a hacerlo..... te juro que no vuelves a tocarme en tu vida si me tiras al agua.
— No serías capaz — le dice al oído haciéndola estremecer .
— Pruébame entonces — contesta con esa sonrisa coqueta que hacía que cualquiera hombre perdiera el norte.
— Está bien.... prefiero no comprobarlo— dice mientras la pone en el suelo.
— Así me gusta, ven ponme bronceador....— lo jala de la mano y ambos se sientan en la tumbona.
— Te acuerdas esa vez que nos fuimos de vacaciones y terminamos en una playa nudista?— ella se ríe al recordar cómo terminaron ahí, cada viaje que hacían juntos terminaba en una loca aventura.
— Pues como no si me tocó espantarte a las zorras como moscas — dice moviendo la mano en el aire.
— Eso es que estabas celosita — aprieta su nariz y ella aparta su mano bruscamente.
— Solo cuido lo que es mío— la forma de comportarse de esos dos daba para pensar muchas cosas.
— Desde cuando soy de tu propiedad — le pregunta susurrando en su oído.
— Desde siempre y lo sabes..... ya deja de hablar y ponme el bronceador— le da el bronceador y luego deja un beso en su hombro.
— No sientes que nos están mirando?— ella voltea y se encoge de hombros.
— Gente envidiosa de seguro, nos miran porque somos hermosos y perfectos —  él se ríe y se dedica a untar la crema sobre sus hombros y espalda , ella por su parte se quita sus gafas de sol y observa con detenimiento quien la veía tan fijamente que sentía como su mirada la traspasaba. A lo lejos divisó a su padre junto a un hombre joven, desde lejos se podía ver que era extremadamente guapo y que por lo menos tenía buen cuerpo, ya le sacaría información sobre él a su padre.... quizás uno o dos encuentros servirían para saciar su necesidad de probar cosas nuevas, es verdad que Pablo y ella eran amantes hace tiempo pero nunca habían tenido exclusividad, ni ella decía nada ni el le decía nada así que no le vendría mal probar mercancía nueva para variar.
— Vas a desgastar al pobre hombre— dijo sacándola de sus pensamientos.
— Qué dices?— dice volviendo a la realidad.
— Qué dejes de asechar a tu próxima víctima.... escuché a mi tío hablar con mi padre sobre los negocios que piensa hacer con él, procura que el trato esté cerrado antes de que te metas con él y luego le rompas el corazón.
— Ya vengo— dijo levantándose decidida.
— A donde vas?.... Dulce vas a infartar a ese hombre— dice levantándose tras de ella.
— Yo no te veo infartado a ti— pone una mano en su pecho y él la jala haciendo que quedaran pegados.
— Yo conozco lo que hay debajo— dice en voz baja para que solo ella lo escuchara.
— Cerdo— dice entre risas.
— Es verdad.... por lo menos ponte esta cosa encima— le señala la salida de baño que llevaba en el bolso.
— Está bien pásame mi salida de baño..... espérame aquí — se pone la salida mientras camina hacia su padre y el misterioso hombre.
Tan pronto llega se acomoda todo y saluda a su padre que no había notado su presencia.
— Papito— se inclina para besarlo dejando que el acompañante de su padre viera parte de sus atributos.
— Hola princesa no te había visto....mira te presento a un futuro socio— dice Fernando señalando a Christopher.
— Christopher Uckermann mucho gusto— se dan la mano y este deposita un beso en la de ella.
— Dulce Espinosa — dice siendo lo más encantadora posible.
— Hija puedes quedarte aquí un momento acompañando a Christopher mientras voy y hablo un momento con el procurador?
— Para nada papi, será todo un placer acompañarlo — su mirada lasciva y su actitud  siempre jugaban a su favor a la hora de lograr llevarse un hombre a la cama.... y por qué no? Este no sería la excepción.
— Es usted hermosa señorita Espinosa — le dice Christopher tratando de alagarla.
— Lo sé — dice mirándolo fijamente a los ojos.

Niñas esto es algo que querían saber hace rato🙈quiero que me digan que otra cosa del pasado quieren saber🤔Dejen sus comentarios y sus votos⭐️💜

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