El Matrimonio Perfecto

Capitulo 29 - Ya es hora....

Narra Dulce

Termino de acomodar mis cosas sintiéndome extraña en mi propia habitación, después de haber conseguido que Charlie se quedara dormida, me asusto cuando escucho la puerta de la casa cerrarse fuertemente, salgo de la habitación y bajo las escaleras lentamente ya que esta barriga no da para más, busco por todos lados hasta que me doy cuenta que la puerta del estudio está entre abierta, la abro y veo a Chris con un vaso de whiskey en la mano prácticamente lleno, lo toma como si fuera agua y de seguro algo malo debe de haberle pasado porque nunca había visto a mi marido así.
— Christopher qué haces?— me mira y luego vuelve a enfocar su mirada en el vaso.
— Nada.... solo déjame solo un momento necesito pensar— lo que me dice me extraña y que lleva todo estos días atrás mío, además todo lo que está tomando no es normal.
— Con esa cantidad de trago no creo que consigas pensar mucho— vuelve a mirarme y siento que hay algo que le preocupa.
— Dulce de verdad no quiero discutir en este momento.
— Dime qué te pasó ? Tú no tomas así — lucho con las ganas de quitarle lo que está tomando, pero no.... es su decisión.
— Nada solo déjame solo yo resolveré esto.
— Está bien has lo que quieras— cierro la puerta tras de mí y batallo entre intervenir con lo que sea que le suceda o simplemente hacer lo que me pide, me alejo un poco de ahí y me dirijo a la cocina a comer algo ya que este bebé se la pasa reclamando comida.
Pasan las horas y Christopher todavía sigue encerrado, pido que le suban algo de comida a Charlie y nos quedamos en su habitación un buen rato viendo tv en la cama, le di sus pastillas para el dolor y en un dos por tres se quedó dormida, veo el reloj y marcan las mueve de la noche, trato con todas mis fuerzas de no ir y ver qué es lo que tanto hace en el estudio pero una hora después me di por vencida y bajé a ver por qué es que no había salido en toda la tarde de ahí, me acomodo la bata de seda que cubre mi camisón y trato de abrir la puerta pero está cerrada con llave, voy hacia el lugar donde se que hay unas copias escondidas y abro la puerta, las luces están apagadas y todo el lugar apesta a alcohol, enciendo las luces y lo encuentro sobre el sillón acostado con la botella de whiskey prácticamente vacía, me acerco hasta estar a su lado y pongo todo en su lugar, no se de qué manera lo llevaré escaleras arriba así que mejor intento despertarlo.
— Christopher.....Christopher levántate.....Chris por favor levántate..... Christopher colabora— abre los ojos y me observa.
— Dul.... mi amor.....que hermosa te ves— ruedo los ojos porque es algo obvio, simplemente lo sé.
— Ya lo sé.... soy perfecta y lo sabes pero ya levántate—intento levantarlo pero el no ayuda.
— Te amo — me toma por sorpresa pero me encanta escucharlo.
— Vamos levante Christopher que no tengo toda la noche— trato de ignorarlo y de lograr pararlo pero es demasiado pesado.
— Solo si me dices que me amas— estoy a punto de darme por vencida y dejarlo tirado aquí.
— Christopher no estoy jugando levántate — mueve la cabeza de un lado a otro y por más que lo jale el se niega.
— No.... si no lo dices no me levanto — mi Dulce interior grita de la impotencia y es que este hombre es demasiado intenso.
— Ahhhhh está bien.... pero ni pienses que lo diré dos veces— bueno al menos esta borracho y no se acordará mañana, y si se acuerda le digo que se lo imaginó— Yo también te amo.... contento?— sonríe y cuando creo que se va a levantar no lo hace.
— Si....ahora dame un beso— no, ahí si me niego completamente.
— No eso si que no, te apesta la boca a alcohol..... levántate que prometiste que lo harías.
— Está bien.... pero solo porque me amas....ya te dije que eres hermosa mi Dulce?— no queda más que reírme y guardar en mi memoria estás escenas de mi marido hasta arriba de alcohol.
— Si, todos los días — le respondo siguiéndole la cuerda, se levanta y se tambalea, pasó uno de sus brazos por mis hombros y lo saco del estudio.
— Cuando te vi por.... por primera vez.....creí que eras una diosa— contengo la risa, es que de verdad verlo así es de lo más chistoso del mundo.
— Aja—empezamos a subir las escaleras una a una y es que para a cada rato a decirme algún halago.
— Te juro.... que casi casi me da un .... infarto el día de nuestra boda.... estabas preciosa... parecías una reina— por ahí dicen que los borrachos y los niños dicen la verdad así que saber que lo tengo babeando por mi desde antes de casarnos es algo que me agrada escuchar.
— Ay Christopher mañana no te acordarás de todo esto— hago todo lo posible porque se mueva y haga el último esfuerzo por subir.
— Si... si me acuerdo...mañana me acuerdo— dice moviendo su mano .
— Ya ni conectas bien las palabras.
— A donde vamos?....no me quiero ir— al fin llegamos a arriba y caminamos por el pasillo de las habitaciones.
— Vamos a que te des una ducha para que se te baje esta borrachera — abro la puerta como puedo y lo siento sobre la cama, busco en el armario una pijama para él y cuando regreso lo veo peleando tratando de quitarse los zapatos—  Dios mío Christopher nunca te había visto así.... alza el pie que no puedo agacharme a quitarte los zapatos — le quito los zapatos y luego empiezo a desabotonar su camisa— Christopher si me ayudas terminamos más rápido— fue casi imposible quitarle la camisa, ahora solo faltaba quitarle el pantalón — levántate.... oye te estoy hablando....no Chis no te acuestes.....ahhhh— quito su cinturón y empiezo a bajar el pantalón cuando de la nada me detiene— qué haces?
— No no no.... qué quieres hacerme?....no podemos... hacer el amor.... después mañana me matas....no no.... primero me tienes que perdonar — yo en este punto no sabía si reírme o llorar, tengo que aceptarlo....tengo un marido único.... así que decido dejar mi terquedad a un lado, no puedo negar lo que siento por él, es hora de bajar esas murallas.... esa charla que tuve con Pablo me ayudó a darme cuenta de lo afortunada que soy, cuando Chris salió él vino y estuvimos un rato conversando.
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