El Matrimonio Perfecto

Tierna mariposa

Me levanto de la cama incomoda en la que he dormido todo este tiempo, mi madre me tiene encerrada aquí y no me deja ni salir a tomar un poco de aire al jardín.
Mi vientre empieza a tensarse y no me queda más de otra que llamarla y pedirle ayuda, no se en donde estoy específicamente pero por lo que he podido escuchar es un pueblo cercano a Roma.
Desde el momento en que me sacó del país a punta de engalla no he hecho más que sufrir, mi lugar está en otra parte donde de seguro estaría más tranquila y esperando a mi hija con ansias.... pero fui una tonta al creer en ella, en creer que se había arrepentido de todo lo que había hecho, aprovechó que estaba sola y que Pablo estaba de viaje para poder acercarse a mí y lograrme convencer.
Golpeo la puerta para que me escuche y la llamo prácticamente a gritos.
— Mamá déjame salir por favor — grito golpeando la puerta.
— Llevas aquí dos meses y todavía no has entendido que no vas a salir— siento sus pasos acercarse y trato con todas mis fuerzas de convencerla.
— Mamá creo que mi hija va a nacer— digo entre lágrimas cuando siento como algo corre por mis piernas y veo lo que parece ser agua en el piso.
— Qué vas a saber tú de eso Dulce María?, no me quieras engañar que no creo en tus lágrimas falsas— me grita desde el otro lado.
— Mamá me duele mucho..... por favor ayúdame— le ruego retorciéndome de dolor.
— No seas llorona, son contracciones niña.... las mismas que me hiciste pasar a mi, desde antes de nacer ya causabas problemas.
— Mamá es en serio, me duele mucho.... por favor llévame al hospital, creo que mi hija va a nacer — solo puedo llorar y agarrar mi vientre.
— Tu hija.... si tuya nada más porque quién sabe de quién es esa bastarda — ella no es una bastarda, tiene un padre que la ama y que debe de estar loco buscándonos por cielo, mar y tierra.
— Annelie no es una bastarda.....— le digo entre lágrimas— abre la puerta y me mira con el mismo odio de siempre.
— Cómo te atreves a responderme?..... esa niña si es una bastarda y no hará más que dañar mis planes para ti— me toma de los brazos y me zarandea bruscamente.
— Blanca por favor no aguanto..... creo que me estoy partiendo en dos— me agarro el vientre cuando una contracción me estremece.
— Está bien, levántate antes de que me arrepienta.

El camino al hospital más cercano fue corto gracias a Dios, no era un lugar como a los que se acostumbra a ir uno en la ciudad, era más bien un lugar que le faltaba recursos, pero no importaba.... en este momento no importaba nada más que tener a mi hija, un ser bueno y noble.... yo solo sabía que apenas pudiera yo levantarme de esta camilla me iría con ella lejos de la maldad de Blanca.
No entiendo por qué siempre sintió odio hacia mi, si soy su hija..... vamos Dulce no hay que tener dos dedos de frente para saber que tu madre es el mismísimo demonio encarnado. No quería que mi mariposita estuviera cerca de ella, no quería que es bruja pusiera sus garras sobre mi pequeña.

Los doctores me revisaron y decían que todavía me faltaba mucho por dilatar, el dolor era insoportable y mi madre ni siquiera se apiadaba de mi, no me daba ni siquiera la mano, me sentía tan sola, tan desamparada.... si tan solo él estuviera aquí me sentiría mejor, no deseaba nada más en este momento que estuviera aquí para ver a su hija.... pero como siempre, mi madre tuvo que intervenir y destruir mi felicidad. Yo era una joven ingenua que creyó en las promesas de su madre, promesas falsas que utilizó para sacarme del país justo antes de que él regresara de su viaje.... ambos estábamos tan ilusionados con nuestra hija que vivíamos en un constante sueño, imaginando cómo sería, a quien se parecería, si les gustaría las mismas cosas que a mí o las mismas cosas que a él, somos jóvenes pero teníamos claro que amaríamos a nuestra hija más que nada en el mundo.
Recuerdo el día que llegó al apartamento donde nos estábamos quedando precisamente huyendo de la maldad de mi madre, llego de lo más emocionado con el primer regalo para nuestra hija, era un mariposa tejida que había comprado en una feria itinerante que encontró camino a casa, no pude derretirme más de amor cuando la vi, imaginando a nuestra hija jugar con ella.

Las horas pasan y estoy totalmente agotada y no puedo más del dolor, cuando llega la hora de pujar me resulta muy difícil y más sin nadie a mi lado apoyándome, el médico y las enfermeras me piden que puje pero yo ya no tengo energías y siento que en cualquier momento me voy a desmayar, después de unos largos y dolorosos intentos para que mi hija naciera, siento como al fin la presión sede y ella finalmente nace.... quiero verla, quiero sentirla pero la oscuridad lucha con arrastrarme, mis ojos se cierran y mis brazos pierden fuerza, quiero tenerla, quiero pedir que me la den pero las palabras no salen de mi boca, creo oírla llorar a lo lejos pero no estoy segura de nada, de un momento a otro ya no pude más y la oscuridad vino a mi.
Despierto no sé cuánto tiempo después en lo que parece ser una sala de recuperación, a mi lado está mi madre sentada en una silla, alza la vista y creo que se sorprende al verme despertar.
— Al fin despiertas— dice volviendo a la revista que estaba leyendo.
— Dónde está mi hija?— digo con dificultad, no se porque mis ojos me pesan tanto.
— No diré que lo siento porque al fin vas a sentir lo que yo sentí cuando tú mataste a tu hermana..... la bastarda está muerta— sé que mi mamá me odia y que diría cualquier cosa por hacerme sentir mal..... pero decirme esto? Esto es maldad pura.
— De qué estás hablando mamá? Yo la oí llorar, ella nació viva....— digo tratando de controlar mis lágrimas.
— Dices puras estupideces, esa niña nació muerta, marcada desde el inicio por el pecado....ve tú a saber quién era el padre y de qué manera la concebiste— enloquezco y me quito todos el suero que traigo en la mano.
— Cállate cállate cállate..... mi hija no puede estar muerta.... yo la sentía dentro de mi, ella se movía, hasta antes de nacer se estaba moviendo— gritó llena de dolor, mis lágrimas son incontrolables y cómo no? No hay dolor más grande que este.
— No puedes estar segura de eso, llevabas meses sin que te revisará un doctor— claro que estaba segura, yo la sentía.
— Porque tú no me quisiste llevar— le grito en medio del dolor.
— Ya deja de gritar que tienes que ponerte bien para poder viajar de vuelta a México.
— Quiero verla.... así sea conocerla— digo entre sollozos.
— No se puede, ya me encargué del cuerpo y la enterraron — de qué está hablando? Cómo pudo hacerme esto?
— Pero si acabó de nacer— le digo desesperada.
— Nació ayer..... llevas un día dormida— un día dormida? Cómo puede ser posible?
— Por lo menos puedo tener su acta de defunción?— digo con un nudo en la garganta y un dolor que no me deja respirar.
— La tengo en casa, te la doy llegando a México — responde volviendo a su revista.
Yo cierro los ojos y dejo que el mundo se me venga encima, ya no tengo ningún motivo para vivir.

Espero que les haya gustado esta sorpresa.... algunas me la pidieron las vez pasada así que aquí está el nacimiento de la bebé de Dul🙈triste lo se😭pero espero que ya la vayan entendiendo poco a poco🙈🙊Dejen sus votos y su comentarios y en un ratito les subo cap🙌🏻💕🙈🙊