»niall«
Tiré el teléfono a la cama con una sonrisa de oreja a oreja. Ni siquiera todos los pensamientos que recorrieron mi cabeza durante ese día lograron evitar que sonriera.
No me importó si Harry había pasado la hora del almuerzo con ella, o si había pasado la tarde entera con ella haciéndola reír y escuchando su risa y...
¡Detente ahí, Horan! Me regañé, odiando por completo la manera en que mis pensamientos estaban yendo.
Miré a mi teléfono, después de la respuesta de Diane yo no supe que responder así que mejor lo dejé a un lado mientras dejaba fluir la felicidad que no me dejaba estar tranquilo. Estaba bastante inquieto a decir verdad. Entonces, una loca idea cruzó mi mente, probablemente era producto de mi felicidad.
Bajé las escaleras, respondiendo una llamada mientras hacía mi camino a la puerta principal.
—Hey Liam, ¿Cómo va todo? —saludé, recibiendo una carcajada femenina del otro lado que por poco me hizo tropezar por la impresión. — ¿Qué diablos? —no evité murmurar.
—Oh vamos, Ni. Deberías ser un poco más agradable con tu cita. —Valerie habló del otro lado de la línea. Podía imaginarla enredando su cabello en su dedo. Despegué mi teléfono de mi oreja para ver el número. Era un número privado y yo había pensado que era el de Liam porque prometí temprano que iría a ayudar un poco con las cosas para la fiesta del día siguiente. — ¿Estás ahí? —escuché cuando pegué el teléfono a mi oído una vez más, a la vez que llevaba una mano a mi rostro.
¿Estaba dispuesto a seguir los valores que mi madre se había empeñado en inculcarme durante mis primeros años de vida y aún hasta entonces? No. No estaba dispuesto. Porque eso significaba que me portara bien todo el maldito tiempo con esa chica molesta. Más allá de ser caliente, era el triple de acosadora y eso resultaba en una mala combinación. La peor. Y sus defectos eran muchos, pero no me gustaba detenerme a pensar en ello. Ser educado me metería en líos que no terminaría nunca, así que después de un minuto en el que ella solo habló y habló, me decidí a responder, algo que claramente no sería de su agrado y probablemente, habría consecuencias para mí.
—Valerie, ¿adivina qué? No estoy yendo esa fiesta contigo ni en un millón de años, ¿entendido? —y colgué, sintiéndome súperpoderoso en el momento.
—Cariño, ¿Qué ha sido eso? —mamá mencionó divertido al final de las escaleras a escasos metros de mí. Respondí con un encogimiento de hombros.
—Nada importante. Saldré un rato, no me esperes para cenar mamá. —dije, pasando a un lado de ella. Mi madre era bastante... uh, ¿Cómo decirlo? ¿Estricta? ¿Conservadora? Así que temí que después de haberme escuchado hablar de una manera desagradable con una chica ella tomaría represalias en mi contra.
—No te metas en problemas, cariño. —mencionó antes de que yo saliera de la casa por completo. Suspiré cerrando la puerta detrás de mí.
Ni siquiera yo sabía lo que estaba a punto de comenzar.
(. . .)
Caminé lentamente con las manos en mis bolsillos, pensando en cómo todo hubiera sido más rápido si hubiera ido en mi auto. Tal vez así me hubiera visto menos obvio, o por lo menos no me hubiera cansado de tal manera.
Temprano ese día, durante el almuerzo, los chicos me preguntaron por mis planes de esa tarde. Lo primero que pasó por mi mente fue visitar el vecindario en el que Diane vivía, y si lograba armarme del valor suficiente, tal vez hasta llegaría a saludar con cualquier excusa tonta que llegara a mis labios.
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To Niall, with love || niall horan
Fanfiction"¿Es posible obtener colores más allá del gris a partir del blanco y el negro?"