To Niall, with love || niall horan

41: Golpes

« diane »

La clase terminó, y por primera vez en toda mi vida había deseado que una de mis preciadas clases de arte terminara en un santiamén. Tal vez era el calor insoportable de ese día lo que nos tenía a todos estresados al respecto. Todos en sus rostros tenían ese característico toque de enfado cuando la temperatura es más allá de insoportable.

Miré a mis pies, saliendo del aula al final de todos. Me había tomado más tiempo guardando mis cosas, mientras que la instructora me preguntaba lo que tomaría en la universidad en tan solo unos meses. Cosa a la que yo sonreí, porque era más que obvio que estudiaría algo relacionado a las artes plásticas. A pesar de que todos me advirtieran que moriría de hambre al final.

En la puerta del salón de enfrente, Niall estaba recargado mirando a sus uñas, luciendo nervioso por algo. No quise dejarme llevar y creer que se debía a mi presencia, pero lo hice, de alguna manera era satisfactorio hacerle sentir de esa manera, porque estaba devolviéndole solo un poco de lo que yo sentía al estar a su lado.

Me detuve unos segundos frente a él, mordiendo mis labios antes de decidirme a hablar. Quería mencionar la carta, quería decirle todo lo que pensaba al respecto, pero mis pensamientos eran tantos que no podía simplemente decir hola y comenzar con un tema de conversación adecuado después de tanto tiempo sin hablar.

Las palabras de mi brillante madre vinieron a mi mente: "Él probablemente se dio cuenta de lo mucho que perdió. Y ahora no es capaz de siquiera encontrar las palabras correctas que él cree que mereces."

Eso fue después de que mencioné la carta y lo mucho que mi mente estaba enrollada en el asunto y lo mucho que solo deseaba tomarlo entre mis brazos y decirle que podríamos luchar por tener una relación donde el drama no sea lo principal, donde podamos ser felices, hacer cosas que las parejas -como Liam y Emily-, hacen.

—Hola. —mascullé finalmente, sonando más tímida que de costumbre. Vi la sonrisa llegar a sus labios, sin embargo, no me miró inmediatamente. —Um, ¿Cómo has estado?

¿Cómo diablos se comienza una conversación con el chico que rompió tu corazón pero sigues amando? ¿El mismo chico que te escribió una carta porque simplemente no puede sacar con facilidad las palabras necesarias?

Yo estaba incrédula al respecto. Porque era Niall Horan, todo risas y confianza. Extrovertido ante todo, pero parecía ser que era justamente yo, su contraria en el mundo, la que lo volvía un poco desconfiado.

Difícil de creer.

Decidí esperar frente a él a su respuesta, que no tardó más de un minuto. No era la respuesta a mi pregunta.

—Lo siento por todo, Diane. Ni siquiera debería intentarlo. —masculló. Exhalé todo el aire que no me percaté antes que estaba reteniendo y di un paso hacia él, menos de un metro de distancia entre nosotros.

—Yo lo he olvidado todo, Niall. —dije, esa era una mentira a medias. No podías olvidar así como así algo como lo que él hizo, pero en el fondo, yo supe que él no estuvo cómodo con lo que hizo y eso me ayudaba a pasar las cosas más sencillamente. Niall negó silenciosamente y suspiró.

— ¿Cómo podrías hacerlo, Diane? —tomé su barbilla con su mano para levantar su cabeza y obligarme a mirarlo. Electricidad fue lo más parecido a lo que sentí al colocar mis dedos sobre su tibia piel por el calor.

—Créeme, Niall. Lo hago y yo misma me pregunto lo mismo, pero no intento encontrar una respuesta a ella. Creo... tal vez en el fondo comprendí que lo hiciste por mí. —mordí mi labio inferior cuando sus ojos finalmente se encontraron con los míos. Él deseaba más que nada creer que yo lo había perdonado, y así era, pero Niall no creía que mi perdón fuera tan sencillo de obtener. —Voy a ser honesta conmigo, te odié por tomar esa decisión sin siquiera avisarme de ello. Podrías haberme explicado, eso es todo lo que pedí cuando Harry se decidió a platicarme tu plan. Quise golpearte por ser un completo idiota, no necesitabas haberlo hecho, pero lo hiciste. Y fue un gesto muy noble... hasta que esa foto llegó. —el simple recuerdo me hizo sonreír amargamente y golpearlo en el pecho con rabia. — ¡Te acostaste con Valerie pero antes te negaste a hacerlo conmigo! ¡Eres un tonto, Niall! ¡Te odio!