To Niall, with love || niall horan

15: Fiesta

»niall«

En mi mente reía emocionado, tan feliz como un niño en navidad. Saber que ella me encontraba atractivo de alguna manera me puso nervioso y emocionado. Pero no quise insistir más y después hacerla cambiar de opinión. Ella estaba de por sí roja de la vergüenza... además me puso feliz saber eso, por más ganas que tuviera de seguir molestando.

Giré a la derecha, justo por la calle de Louis para encontrar la sorpresa de que la mayor parte de los espacios que había para estacionarse estaban ya ocupados. Nadie bromeaba con eso de que sería la fiesta más grande de todo el ciclo.

Sentí a Diane a mi lado, asombrarse por la cantidad de gente acercándose a la casa de Louis.

Su voz me sorprendió. — ¿Tanta gente viene siempre? —dijo, pareciendo un poco asombrada. Yo también lo estaba, no había visto a tantos.

—No, —dije inseguro y lo vi como una oportunidad para hacer un comentario. —Pero creo que vienen porque saben que traeré a la más bella acompañante que cualquiera que llegue a la fiesta pueda traer. —No perdí ni un segundo las expresiones faciales de Diane, reí. —Es broma. —en realidad no lo era, pero no deseé hacerla más nerviosa. —Nunca había venido tanta gente, tal vez es debido a que la mayoría viene en su propio auto y eso hace que parezca que hay muchas más personas. Pero no bromeaba con que serás la chica más bella en toda la fiesta, pero no le digas a Zayn. Él adora a su novia.

Diane solo sonrío un poco y asintió, justo para después volver su atención al exterior, a la agitada noche que los vecinos no soportarían mucho con todo ese gran número de jóvenes ebrios a altas horas de la noche.

Sonreí cuando ella sonrío hacia el exterior, desconocía sus pensamientos. Pero estuve seguro de que estaba verdaderamente feliz de pertenecer a eso... solo esperaba que no llegaran policías y que nos enviaran a prisión. Y, recordando los relatos que le hice durante la velada en el restaurante, también esperé que no fuera una víctima de las bromas a los novatos en todas las fiestas.

Estando yo a su lado, me aseguraría de que nada de los pensamientos negativos que pasaban por nuestras mentes se hicieran realidad.

Menos cuando ella con seguridad depositaba su confianza en mí.

La misma canción que horas antes escuchamos en la radio en el auto, era la que surgía de los grandes aparatos que Louis había conseguido para la fiesta. Era una prueba de mi teoría hacia Diane de que absolutamente todos estaban locos escuchándola.

—Lo vez, a todo mundo le gusta. —le dije a Diane cerca del oído cuando ambos caminábamos hasta la puerta de la casa, pero ella parecía demasiado concentrada en observar cada detalle a nuestro alrededor que ni siquiera me prestó atención a lo que le decía.

Una vez adentro, el aspecto exterior de la casa quedaba completamente en el olvido. No miento.

Lo que en el día pudo ser la casa más elegante y silenciosa de toda la calle, en esa noche el interior resultaba completamente distinto; los muebles habían sido removidos de la gran sala de estar, reemplazados por los aparatos de sonido y unos cuantos sofás viejos, al parecer Louis había decidido tomar precauciones con el mobiliario. Distintos grupos de personas se distribuían por el espacio que quedaba vacío; algunas bailando, otras bebiendo y conversando, y también estaban aquellos a los que no les interesaba en nada el público existente y que parecían tragarse enteros ahí mismo.

Busqué a tientas la mano de Diane para sujetarla. Desde el momento en que cruzamos el umbral de la puerta, un grupo de chicos no dejaron de mirarnos a ambos y eso me puso nervioso. No los conocía y eso me causaba aún más desconfianza. Diane solo sonrío ante mi acción, sin percatarse de los chicos que se la comían descaradamente con la mirada.