To Niall, with love || niall horan

35: Sacrificio

« diane »

Crucé los brazos sobre mi pecho, envolviéndome mientras inhalaba profundamente para tratar de tranquilizarme. De alguna manera me las arreglé para mandar a Niall abajo mientras yo terminaba de llorar mientras tomaba una ducha. Ya estaba considerablemente más tranquila pero mi rostro le avisaba a Niall lo mucho que lloré antes.

— ¿Cómo te sientes ahora? —presioné mis labios y miré a mis pies antes de responderle.

—Mejor. —eso no era una mentira, no del todo. —Y estoy sumamente avergonzada de que me encontraras en ese... estado.

—Diane tú sabes que no me importa cómo luzcas- —comenzó, pero elevé mis manos, rogándole silenciosamente porque no empezara con ello. Mis emociones continuaban a flor de piel y su simple presencia hacía suficiente para envolver todos mis pensamientos.

—Eres muy dulce, pero justo ahora no estoy hablando de eso. —interrumpí. Ciertamente no podría haberme importado menos cómo lucía físicamente cuando estaba emocionalmente destruida.

Una pequeña sonrisa tranquila se deslizó en sus labios y se acercó a mi lado, tomando mi mano para llevarme con él al sofá de mi sala de estar. Lo seguí sin titubear y noté el suspiro que salió de entre sus labios después de un momento en silencio. Esto era difícil para ambos, algo me decía que él estaba guardando algo que no tenía idea de cómo decir.

—Valerie me dijo todo; sus planes, la historia que trató de justificar su venganza. Y a pesar de que hemos pasado poco tiempo juntos, he llegado a conocerte lo suficiente para saber que esto te afectó mucho. Y yo-

—Niall, no trates de arreglarlo. Por favor, no lo intentes. No es algo que tenga que ver contigo, no te afectes por ello. —murmuré, rogándole con la mirada que parara con ello. —Yo realmente no quiero que estés dentro de esta parte inestable de mi vida, no cuando te has convertido en la única cosa que me tiene a flote. Y yo con seguridad estoy sonando tan depresiva en este momento, tan negativa que yo misma quiero golpearme y-

Sus labios se posaron sobre los míos, acallando mis palabras carentes de sentido para él. Inmediatamente sentí sus manos sobre la suave piel de mis caderas, su tacto frío contra mi piel. Pude haberme sentido invadida o confundida, pero no lo hice. Mis manos fueron inmediatamente a su cabello, envolví mis dedos en su sedoso cabello rubio y lo impulsé sobre mí, a sabiendas de lo que yo realmente quería.

Yo no quería sentirme como la niñita llorona con quinientos problemas en su vida. No deseaba meter a Niall en eso, en mi inestabilidad emocional, era un tema que ni siquiera yo era capaz de aceptar. Cosas que yo siempre quería evadir. Sentir sus labios ansiosos sobre los míos y sus suaves caricias por debajo de mi delgada blusa era lo que yo definitivamente necesitaba para olvidarme de todo ello por un momento.

Todo en lo que podía pensar en esos instantes era en mi corazón latiendo mucho más fuerte que nunca con anticipación a lo que posiblemente podía ocurrir entre nosotros. En nuestras pesadas respiraciones cada vez que nos separamos unos segundos para retomar nuestro beso. Niall en el momento, estuvo encima de mi sobre el sofá, con sus a cada lado de las mías y sus manos aun deslizándose debajo de mi blusa mientras yo me sujetaba a él con mis brazos alrededor de su cuello.

—Diane, no. Tenemos que hablar. —murmuró Niall entre uno de nuestros besos, pero lo silencié jalándolo hacia mí. Su pesado cuerpo chocó contra el mío y se tensó, separándose finalmente y poniéndose se pie mientras negaba silenciosamente con su cabeza y sus ojos cerrados.

—Niall- —rogué, pero él continuó diciendo cosas entre dientes que no comprendí.

—Está mal, Diane. Yo sé lo que estás haciendo y no voy a permitirlo porque solo vas a arruinarte aún más al final del día. —dijo y fruncí el ceño. —Nena, no me mires así.