« diane »
Una gota de agua que logró colarse por entre las persianas cerradas cayó en mi rostro, despertándome. Gruñí un poco cuando la luz que se filtraba a través de las nubes lastimó mis ojos y jalé hacia arriba las sábanas que cubrían mi cuerpo, provocando inmediatamente un sonido de disgusto de alguien a mi lado.
— ¿Niall? —pregunté. El mencionado soltó un bufido perezoso y se removió en la cama. — ¿Estás dormido? —susurré, cual niña pequeña
—Ajá. —contestó.
Presioné los labios, decidida a interrumpir mi hablar. No pude hacerlo.
— ¿Está tu madre en la casa? —susurré nuevamente. Niall asintió una vez más con un ruidito. —Niall... ¿estaba ella cuando llegamos anoche y... —me interrumpí, aún me causaba un poco de ruido decir esa palabra en voz alta, aún y cuando estaba susurrando todo. El rubio retiró las mantas de encima de su rostro y se giró hacia mí, sus ojos entrecerrados por el sueño y su cabello rubio revuelto.
—Nena, no soy lo suficientemente agradable por las mañanas y de verdad no me gustaría que conocieras esa parte de mí, así que quiero dormir un poco más. ¿Por favor? —dijo con la voz más suave y amable que pudo. Asentí y guardé silencio, Niall sonrió y dejó escapar un suspiro en derrota. —Mamá no estaba anoche, llegó a eso de las cinco de la mañana. Por lo que sí, ella está en casa ahora, pero lo más probable es que esté durmiendo. Además, no tienes de qué preocuparte si ella te adora. —asentí, mediamente satisfecha por su respuesta. El simple hecho de imaginar que su madre nos había escuchado durante la noche anterior me avergonzaba. De repente, los ronquidos leves de Niall se hicieron escuchar y con eso tuve suficiente para saber que se encontraba dormido nuevamente. Lástima que yo no podría acompañarle, no sería capaz de caer dormida con tanta facilidad como él lo hizo.
Con cuidado, me levanté de la cama poco a poco y en cuanto quedé fuera de ella, el chico que dormía a mi lado extendió sus extremidades por todo el espacio de la manera más extraña que le fue posible. Me reí bajito, era gracioso verlo de esa manera.
Me coloqué la playera de Niall que estaba tirada en el pie de la cama, caminé hasta el sitio donde coloqué mi mochila la noche anterior –después de nuestra cita en el autocinema, habíamos venido a su casa– justo en la entrada de la habitación y corrí hacia el baño. Para mi suerte no había nadie en el pasillo. Cerré la puerta con seguro y me tomé la libertad de darme una rápida ducha.
(. . .)
— ¿Cómo supo exactamente que tenía que echarlos en tu mochila justo ayer? —preguntó el rubio a punto de comenzar a reír escandalosamente. De nuevo.
Me encogí de hombros. Para mí la mente de mi madre siempre sería un misterio, era eso, o tal vez ambos éramos demasiado predecibles. Le lancé la bolsa de papel marrón en la cabeza, logrando que sus risas detonaran con más fuerza que antes.
— ¡Son como cincuenta! —exclamé elevando mis brazos y ruborizándome. — ¡La voy a mater cuando la vea llegando a casa, lo juro! —las risas de Niall se tornaron más escandalosas que antes y le fruncí el ceño, molesta. — ¡No tiene nada de gracioso, no te rías!
—Lo siento, esto tiene todo para ser divertido.
Respondió entre rias y rodé los ojos.
—Oh sí, por supuesto que es divertido que tu madre compre muchos preservativos y se tome la molestia de esconderlos dentro de tu mochila. Si, súper divertido. —comenté apretando la mandíbula. Niall se mordió los labios, evitando reír de nuevo. — ¡Hasta dejó una nota! —le tiré la bolita de papel que había hecho con la nota, él la atrapó antes de que se estrellara contra su nariz y la desdobló con cuidado. Parecía intrigado y cuidé cada centímetro de su rostro mientras la leía.
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To Niall, with love || niall horan
Fanfic"¿Es posible obtener colores más allá del gris a partir del blanco y el negro?"