« diane »
— ¡Niall! —escuché a mis espaldas llamar al chico rubio que deseaba más que nada sacar de mis pensamientos. Cerré los ojos y resistí las ganas de girarme para verle. Suspiré, habían pasado dos semanas desde que él fue a mi casa y me entregó mi teléfono.
Dos semanas en las que el ritmo de mi vida se había devuelto a la normalidad antes de que Niall supiese de mi existencia en el mundo. Pareció más que nada que era él quién deseaba no verme, no cruzarse conmigo. Y en el fondo, me dolió tanto la situación que decidí no tomarle importancia. Las palabras de Valerie repitiéndose una y otra vez, siendo el recordatorio de que ella tuvo razón.
Yo no quise darle la razón, pero tampoco puse de mi parte para hablar un solo instante con Niall. Ni siquiera un simple 'hola' intercambiamos en ese lapso ese tiempo. Y mi corazón se sintió aplastarse poco a poco con cada vez que él pasaba a mi lado sin siquiera notarme o sonreírme. ¿Qué había hecho yo para merecerme eso?
—Diane, ¿Cómo estás? —el repiqueteo de zapatos de tacón a mis espaldas se hizo cada vez más fuerte. Apresuré mi caminar, apretando cada una de mis manos en un puño tan fuerte, que mis nudillos estaban blancos. —Oye, no tienes que huir de mí. ¡No estoy planeando hacerte daño! —Valerie habló, deteniéndose un segundo. Dejé de escuchar el sonido de sus pasos y me tranquilicé, deteniendo mi velocidad. —Joder, Diane. Vengo pacíficamente.
¿A restregar que lograste cumplir tus caprichos? Pensé amargamente antes de responderle.
—Tengo prisa, Valerie. Hay cosas más importantes que tengo que hacer que escucharte. —dije, sintiéndome repentinamente más valiente. Me detuve y me giré, encarándola y acercándome el par de metros que nos separaban. —Habla rápido, si tanto deseas hacerlo.
Ella elevó ambas cejas, tan sorprendida como yo lo estaba por el tono de voz que había utilizado. Y luego, se río. —Eres tan simpática. Tengo una oferta de paz, Diane. ¿Qué te parecería ser parte de mi seleccionado grupo de amistades? Es claramente una oportunidad que no podrás rechazar. —se miró a las uñas luego de hablar.
Parpadeé, considerando la oferta. Era tan tentador, pero a la vez, se sentía tan horrendo.
—No tienes nada bueno para ofrecerle, Valerie. ¿Por qué no la dejas en paz y aceptas que ella no es una horrible persona como tú? —Harry habló a espaldas de la chica que me miraba engreída. Ella se cruzó de brazos y chasqueó.
—El asunto no es contigo, Styles. —era la primera vez que no la escuchaba hablar melosa alrededor de un chico. —Lárgate.
—Harry, no tienes que hacer esto por mí. —concedí, dándole la razón a Valerie.
—No, Diane. Tú eres la que no tiene que rebajarse a ser una de sus mascotas. —el rizado habló nuevamente.
Me enfadé ante sus palabras. ¿Quién le dijo a él que alguna vez volvería a ser amiga de Valerie?
—Oh, dios. Ustedes me aburren tanto. —la chica dijo, mirándonos a Harry y a mí, retándonos con la mirada. —Cómo sea, Diane. Estoy dando una fiesta mañana por la noche y estás invitada, por supuesto. Ya debes saber dónde vivo. Quizá podrás darme una respuesta mañana, sin que alguien esté interfiriendo.
Asentí y la vi marcharse hacia su auto. Exhalé rendida y miré a Harry una vez más, de pie a unos metros de dónde estaba.
— ¿Quién te dijo a ti que yo aceptaría? Mejor dicho... ¿Qué escuchaste? —pregunté, pero no esperé su respuesta. Girándome sobre mis talones, emprendí una vez más mi camino a casa. Las largas piernas del castaño le ayudaron a alcanzarme en cuestión de segundos.
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To Niall, with love || niall horan
Fanfiction"¿Es posible obtener colores más allá del gris a partir del blanco y el negro?"