52: Razones pt. II

4.4K 278 25
                                    

« niall »



La impresión que Jess daba a todo el mundo era una y la misma; una mujer que se veía mucho más joven de la edad real que tenía, despreocupada y para nada una persona autoritaria ni mucho menos una madre aburrida normal. Sin embargo, la Jess que me miraba con una mueca de desaprobación en su rostro no era la que yo conocía en absoluto.

Tragué saliva y me atreví a decir algo. Pero en su mirada, podía descubrir que antes de ello, primero tendría que dejarla hablar. Si algo había aprendido al vivir solo con mi madre sin un padre en casa, era que, cuando mamá estaba molesta y me veía de la misma manera en que Jess estaba haciéndolo, nunca tenía que abrir la boca hasta que todo su sentir abandonara sus labios. Además, seguíamos en la entrada principal. Cualquiera se daría cuenta si había una discusión en el jardín. Apreté el agarre en la mano de Diane, buscando algo de seguridad, más no me atreví a voltear a verla cuando la madre de ella nos miraba tan seriamente.

—Hola mamá. —saludó Diane, rompiendo el silencio después de más de cinco minutos en esa incómoda situación. Para mi sorpresa, la voz de Diane salió de entre sus labios con firmeza y sin preocupaciones. Yo, estaba muriéndome del miedo... podía sonar exagerado, pero lo era. No era lo mismo mirar a Jessica Fray después de quitarle la virginidad a su hija. — ¿Va a dejarnos entrar en algún momento del día? —vaya, si estaba sorprendido antes, entonces mi sorpresa fue aun mayor. No conocía muchos detalles en cuanto a la relación madre e hija que ellas tenían, pero no era un secreto que no era estrictamente una relación tan... seria.

Observé con los ojos como platos cuando Jess puso los ojos en blanco ante el tono de apuro de Diane y se hizo a un lado, permitiéndonos el paso a la residencia. Dejé que Diane entrara primero.

Jess estaba parada frente a nosotros, con los brazos cruzados y la mirada acusadora de antes sobre ambos. Esperando claramente a que alguno de nosotros empezara a explicar la ausencia de Diane durante la tarde anterior y el inicio de la mañana.

—Bien, ¿van a hablar o no? —sí, ella deseaba que alguno de los dos le explicara. En específico, sabía que quería que yo lo hiciera. — ¿Por qué no trajiste a mi hija anoche para que durmiera en su casa? ¿Aun cuando prometiste traerla temprano, porque sólo iban a ver películas? —me cuestionó. Nervioso instantáneamente, miré hacia Diane, quien veía a su madre frunciendo el ceño.

—No quiero ser grosera mamá, pero no es algo que te incumba. —contestó Diane, desafiante. Jess solo hizo una mueca y sentí que no pertenecía en esta pelea silenciosa que ellas estaban llevando a cabo conmigo de intermedio.

— ¿Contestar de esa manera a tu propia madre no te parece grosero? —espetó su madre. Sí, sin duda era el tercero en discordia, en medio de una repentina disputa familiar. —Sé que estuvieron en tu casa toda la noche y eso, Niall, pero no me siento cómoda con que mi hija pase la noche con un chico.

Diane apretó el agarre de mi mano. No estaba dándome valor para que yo respondiera a Jess, ella estaba buscando apoyo para responderle a su madre. Esperé algo malo.

— ¡Me fui a hacer el amor con Niall! —gritó ella. Me sonrojé y sentí mi rostro calentarse, mientras que Jess abrió sus ojos grandes atónita por las palabras de su hija. —Así es, mamá. Y no puedes venir a reclamarme algo. No cuando toda mi vida han entrado y salido hombres por esa maldita puerta. ¿Creíste que era demasiado inocente como para no darme cuenta de lo que en realidad hacían? —dijo escupiendo cada una de las palabras sin parecer importarle la repercusión de ellas. Me golpearon fuerte a mí y Jess palideció. Me sentí mal por la mujer, nunca antes vi a Diane hablarle de esa manera a su propia madre. Las lágrimas estaban a punto de correr por las mejillas de ambas. —Mamá, te quiero. Pero no vas a decidir lo que quiero o no quiero hacer. Estoy a punto de marcharme a miles de kilómetros de aquí, a algo completamente nuevo y te atreves a hacerme una rabieta. Te voy a decir algo, mamá, sí lo que realmente te preocupa es que quede embarazada o que contraiga alguna ITS, no te preocupes, no tienes por qué hacerlo. Somos grandes, sabemos cuidarnos. Si confías en mí, sabrás que esto que te digo es cierto. —apreté el agarre a su mano.

To Niall, with love || niall horanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora